Día del Pago Igualitario: 6 barreras que impiden a las mujeres ganar más

Cada año, las mujeres luchan por cerrar la brecha salarial de género que existe con los hombres y con ello acceder a un pago más igualitario. 

Sin embargo, las que trabajan a tiempo completo reciben un salario promedio de 84 centavos por cada dólar pagado a los hombres, de acuerdo con cifras del Bureau of Labor Statistics.

En más del 90 por ciento de las ocupaciones, las mujeres ganan menos que los hombres.

Sin embargo, estas disparidades son aún mayores para las personas de color y las que viven con diversidades funcionales. 

Aunado a esto, aquellas madres que cuidan a sus hijos en muchas ocasiones deben faltar al trabajo, recortar horas o dejar sus empleos.

9 de abril: Día del pago igualitario

Cada 9 de abril en Argentina se conmemora el Día del Pago Igualitario.

La finalidad de esta fecha es generar conciencia en la población sobre la desigualdad que existe entre el salario de ellas respecto al de ellos.

Esta iniciativa fue impulsada desde 2018 por la Asociación Civil Economía Feminista (Ecofeminita) y enmarca la fecha en que las mujeres equiparan su salario anual con el de los varones.

De acuerdo con cálculos de la asociación, ellas deben trabajar un año, tres meses y nueve días para obtener lo mismo que un hombre durante un periodo anual.

Tan solo en Argentina, las mujeres representan el 96.9 por ciento de las trabajadoras domésticas remuneradas del país. 

Además, están sobrerrepresentadas en el sector de la enseñanza (73 por ciento), servicios sociales y salud (69.4 por ciento) y los servicios comunitarios (54.4 por ciento), muestran datos del reporte trimestral de Ecofeminita “La desigualdad de género se puede medir”.

Cerrar la brecha de género es bueno para los negocios

6 actitudes que obstaculizan que las mujeres ganen más dinero

Las mujeres se enfrentan a diversas barreras para poder acceder a las mismas oportunidades económicas que sus pares hombres. Estas son algunas de las más comunes en la sociedad y en los entornos laborales.

1. Roles de género tradicionales

En muchas sociedades, los roles de género tradicionales todavía influyen mucho en las actitudes hacia el potencial de ingresos de las mujeres. 

Normas culturales profundamente arraigadas a menudo asignan responsabilidades domésticas a las mujeres.

Esto deriva en una menor participación en la fuerza laboral y oportunidades limitadas de avance profesional, establece un informe del Banco Interamericano de Desarrollo sobre la igualdad de género en América Latina.

2. Falta de acceso a la educación

A pesar de los avances, aún persisten las disparidades en el acceso a la educación, particularmente en las comunidades rurales y marginadas. 

El acceso limitado a una educación y formación profesional de calidad obstaculiza la capacidad de las mujeres de adquirir las calificaciones necesarias para empleos mejor remunerados y con ello acceder a un pago igualitario.  

Los datos del Portal de Datos de Género del Banco Mundial destacan los desafíos actuales en el acceso a la educación para las mujeres en Latam.

3. Discriminación en el lugar de trabajo

Las prácticas discriminatorias y los prejuicios dentro de los lugares de trabajo contribuyen significativamente a la brecha salarial de género. 

Las mujeres a menudo enfrentan barreras como salarios desiguales por el mismo trabajo, oportunidades limitadas de ascenso y acoso.

El análisis de la Organización Internacional del Trabajo sobre las brechas de género en los mercados laborales resaltan la prevalencia de la discriminación en el lugar de trabajo que afecta los ingresos de las mujeres.

4. Falta de apoyo para el equilibrio entre la vida personal y laboral

Equilibrar las responsabilidades profesionales y personales sigue siendo un desafío para que muchas mujeres puedan acceder a un pago igualitario.

Reportes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe sobre la igualdad de género muestran que el acceso limitado a servicios de cuidado infantil asequibles y acuerdos laborales flexibles obligan a las mujeres a tomar decisiones difíciles.

5. Estigma cultural contra las mujeres que son jefas de familia

Las expectativas de que lo hombres deben ser los principales proveedores de una familia generan un estigma contra las mujeres que ganan más que sus homólogos masculinos, según un análisis realizado por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe.

Este sesgo cultural puede crear barreras para que las mujeres negocien salarios más altos o desempeñen roles de liderazgo.

6. Acceso limitado a recursos financieros

Las mujeres enfrentan desafíos para acceder a recursos financieros, incluidos créditos, oportunidades de inversión y apoyo empresarial. 

Esta falta de acceso financiero puede obstaculizar la capacidad de las mujeres para iniciar negocios, invertir en educación o capacitación y lograr independencia financiera, de acuerdo con la ONU.

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