El camino hacia 2030
Ser sustentables representa ventajas económicas y operativas para las empresas y para la humanidad. Y ese debe ser el camino a seguir.
El título de este artículo puede decir mucho sobre el contenido, sin embargo, considero que engloba mucho más de lo que se puede imaginar en una primera instancia. Permítanme explicarme.
Comencemos con las necesidades del planeta. Recientemente, la Universidad Nacional Autónoma de México publicó en su Gaceta que es necesario replantear los objetivos 2030, debido a que, de los 193 países que son parte de la iniciativa, sólo 12 por ciento avanza de manera adecuada.
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Y alrededor de 30 por ciento se ha estancado o incluso retrocedido en la búsqueda de los 17 puntos establecidos.
Las cifras indican que, en poco más de seis años el reto es mayúsculo, sin embargo, es posible acelerar hacia modelos de producción sustentable que se ocupen de avanzar en lo establecido en el plan.
El papel de las empresas tiene que ser determinante y es ahí donde Ecolab promueve el ahorro de agua, energía, reducción en la emisión de gases de efecto invernadero, alimentos seguros y salud para la mayor cantidad posible de personas, a través de soluciones innovadoras.
Ser una empresa con un impacto positivo requiere un esfuerzo colectivo: es una mentalidad que impulsa a nuestros asociados, clientes y comunidades hacia adelante. Los objetivos de impacto de 2030 reflejan dedicación constante a un futuro 100 por ciento positivo. ¿Pero de qué se trata todo esto?
La mentalidad en los negocios tiene que centrarse en que ser sostenibles significa beneficios para la rentabilidad.
Tenemos que preguntarnos cuál es el cambio que queremos crear para las compañías, las comunidades, los clientes y el medioambiente.
A partir de programas, soluciones, tecnología, innovaciones y trabajo en equipo junto con todos los involucrados y en nuestras propias operaciones, es como se logrará tener un mundo seguro y saludable con recursos suficientes para todos.
Y como decía, todo ello sin descuidar la parte económica, que es otra de las fuerzas que mueve al mundo.
Si bien los objetivos son desafiantes, es posible reforzar lo que se está haciendo correctamente y corregir donde hay áreas de oportunidad.
Una de las formas es alinear las cadenas de producción y suministro de forma en que cada eslabón sea parte de una secuencia que tenga la sustentabilidad como eje principal.
Si me preguntan cuál es el camino hacia 2030, la respuesta es sencilla, nos dirigimos hacia ser un proveedor de soluciones sustentables para más de 40 industrias, somos sustentables en nuestras operaciones y nos aseguramos de que nuestros proveedores y clientes sigan esa misma filosofía.
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El crecimiento económico tiene que estar ligado a la sustentabilidad, no hay otro camino.
Nuestros objetivos para 2030 son contribuir a que nuestros clientes ahorren 300 mil millones de galones [1.1 mil millones de m³] de agua al año, equivalentes a las necesidades anuales de agua potable de mil millones de personas; ayudarlos a ofrecer suficientes alimentos seguros y de alta calidad para alimentar a 2 mil millones de personas durante un año entero, lo que evita 11 millones de enfermedades transmitidas por alimentos.
También colaboramos para limpiar 90 mil millones de manos y ofrecer atención médica segura para 116 millones de personas al año, y con ello reducir más de 1.7 millones de infecciones; además, ayudamos a los clientes a ser neutrales en cuanto al carbono al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 6 millones de toneladas métricas.
Hace muchos años que este tema evolucionó para ser el rumbo a recorrer; si, además, tomamos en cuenta que los consumidores reconocen a las empresas que realizan acciones significativas para contribuir a revertir situaciones como el cambio climático, podremos darnos cuenta, que es un paso más hacia los objetivos. E insisto, ser sustentables representa ventajas económicas y operativas. Ese es el camino.
SOBRE EL AUTOR
Tony Sarraf es Vicepresidente y Líder de Mercado de Ecolab en Latinoamérica Norte.