Los integrantes del Club de los 27 dejaron un legado dentro y fuera de la industria musical. Su visión de liderazgo aún persiste y esto podemos aprenderles.
El Club de los 27 lo conforman estrellas del rock que murieron a los 27 años. Muchos de ellos fueron piezas claves en el desarrollo de la historia musical, pero también su liderazgo los llevó a tocar la cima.
El rock existe gracias a que el blues tocó la mano de Robert Johnson, un reconocido guitarrista. O Woodstock no habría sido posible de no ser por Janis Joplin. ¿Y qué sería del género R&B sin Amy Winehouse?
Cada uno de ellos representó el sueño de una generación quienes el estrellato y la fama los acercaron a su muerte prematura.
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Jimi Hendrix, un artista autodidacta
Considerado uno de los mejores guitarristas en la historia del rock, James Marshall Hendrix, fue uno de los primeros exponentes musicales en revelarse contra de las restricciones que la sociedad estadounidense imponía a sus ciudadanos afroamericanos.
Además de las duras experiencias que tuvo que vivir en su niñez al ser víctima del racismo, la familia de Hendrix vivía en situación de pobreza por lo que tuvo que comenzar a tocar la guitarra sin ayuda de nadie a los 15 años. Elvis Presley fue la referencia musical del artista.
Así fue como el primer integrante del Club de los 27 le enseña al mundo la importancia de ser resiliente e implementar en cada aspecto nuevas estrategias para conseguir una meta.
Janis Joplin, la líder feminista
Janis Joplin le dio la bienvenida al mundo alumbrada por el sol de California. Esa artista fue una de las representantes más importantes del rock de los 60, pero además se convirtió en la más grande representante del movimiento feminista.
Sin sostén, con ropa andrógina y sin nada de maquillaje, esta artista le abrió las puertas al mundo a miles de mujeres que no se conformaban con ser un afiche para la sociedad de los 60.
Ella implantó la idea de que las mujeres servían más que para atender a sus hijos y maridos, creencia que en la década de los 50 era muy común entre los hogares. Además, fue la primera superestrella que pudo brillar en un mundo que lamentablemente estaba gobernado por los hombres.
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Jim Morrison, el rey lagarto que se volvió un ícono
Actualmente varios artistas tienen el mismo estilo que Jim Morrison vistió en los años 60. Su pelo rizado, gafas negras, pantalones acampanados, camisas abiertas y su voz grave y seductora se volvieron referencias en el mundo musical.
Incluso, hoy en día, varios fanáticos de ese género musical relacionan su forma de ser al de una estrella. Él logró volverse un ícono para toda una generación. Sin embargo, es necesario recalcar su adicción a distintas sustancias y su consumo excesivo de alcohol (que también fueron relacionados con su estatus).
Tanto para lo bueno y malo, su unicidad le permitieron sobrevivir con el paso del tiempo y le enseña a las personas a no temer a ser únicos y a apostar por obtener una imagen reveladora.
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