Incode, el unicornio mexicano en el que nadie creía y hoy es el rey de la biometría
Audaz y muy arriesgado, así se define Ricardo Amper, el empresario mexicano que arriesgó su patrimonio para fundar Incode, la primera empresa de tecnología financiera que se convirtió en un unicornio.
Ricardo Amper se enfrentó a 98 respuestas negativas de empresarios que no quisieron invertir en su negocio: Incode. En 2015, el mundo no imaginaba el potencial de la empresa. Hoy este unicornio de la biometría factura millones de dólares.
Las plataformas digitales se volvieron una extensión del cuerpo humano durante la pandemia y su uso hizo que las empresas continuaran con sus servicios, sin embargo, la digitalización puso sobre la mesa un reto importante: la seguridad.
En ese terreno, Incode, a través de datos biométricos, garantizó la ausencia de peligro en cualquier transacción. El creador de esta empresa, que ahora tiene presencia en 18 países, fue Ricardo Amper.
“Yo soy muy tenaz y luchón. Tengo muchas ganas de dar de regreso todas las bendiciones que recibí. Soy siempre libre y rebelde. Siempre me llamó la atención rechazar el status quo”, dice en entrevista
Incode nació con el objetivo de reconocer los rostros en las fotos, sin embargo, la tecnología que desarrolló fue aún más interesante: ahora esta empresa se dedica a la protección de datos personales analizando el rostro, la retina y las huellas dactilares.
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No, no es ciencia ficción, y si esto suena de otro mundo, el sueño de Amper es aún más ambicioso: incursionar en la web 3.0 haciendo que las empresas, dispositivos o tus cuentas te reconozcan con el simple hecho de observarte brindarte un servicio personalizado.
“Actualmente hay una reinvención de la identidad: ahora es portable. Esta portabilidad es posible debido al uso de plataformas como Incode, con la que después de ingresar tus datos, puedes acceder a tu cuenta bancaria, a un estadio o a un hotel”, explica.
Las oportunidades que trajo la pandemia para Incode
Ahora Amper sueña en grande, sin embargo el inicio de su empresa no fue fácil. En 2015 apostó su propio dinero para poder construir la compañía.
“Cuando quise reunir capital de inversionistas tuve 98 respuestas negativas consecutivas”, recuerda el empresario.
Una risa tímida acompaña el rostro de Amper al recordar esto. Pero los tiempos de crisis quedaron en el pasado, ya que actualmente los principales clientes de Incode son empresas como Banamex, Banregio, Liverpool, Rappi y Grupo Ángeles.
La abundancia llegó con la pandemia. Según Mordor Intelligence, empresa analista del mercado, el valor de la industria biométrica alcanzará en el 2020 los 4 mil 750 millones de dólares.
Este mismo estudio informó que para el 2026 se espera que está tecnología valga más de 16 mil millones de dólares. Lo que significa que crecerá un 400%.
La adaptabilidad y rebeldía de Ricardo Amper fueron sus secretos para no perder las oportunidades que le brindó la pandemia para hacer crecer su negocio.
Adaptabilidad, el secreto de Amper
“La fe debe de estar en la capacidad de creer de las personas y en la adaptación, si te atas y tienes fe a una idea probablemente no serás exitoso porque ellas cambian. Me parece que es un requisito la flexibilidad mental”, explica.
La adaptabilidad siempre ha sido un rasgo clave para él, no sólo en el ámbito profesional, también en el personal. Gracias a esta capacidad pudo moldear el camino de Incode y afrontar la muerte de su padre, su mentor.
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Este golpe, hizo que Amper, que desde niño era un apasionado de la tecnología, se alejara de su vocación para tomar las riendas de la empresa familiar: AMCO Internacional; productora de fragancias, sabores y otros químicos.
“Este acontecimiento cambió mi carrera, había sido aceptado en la Universidad de Stanford e iba a dedicarme a la tecnología, pero tuve que hacerme cargo de un negocio que no me gustaba. No obtuve una maestría, pero sí un doctorado en negocios de la calle” dice.
En solo una junta, el padre de Amper lo preparó para llevar las riendas de la organización. Él temía echarlo todo a perder, pero eso no evitó que aceptara esta responsabilidad, aprendiera de ella y obtuviera m´ás seguridad.
Blindado con esta confianza el emprendedor siguió con el sueño de desarrollar Incode tras los duros golpes. Fue hasta el 2021 que la fintech ocupó un lugar en la mesa de los unicornios mexicanos.
Pero actualmente, ¿qué hace está empresa?
Incode, empresa que cuida a los bancos y… ¿estadios?
Las canchas se tiñeron de rojo en marzo del 2022 debido a una riña entre las porras de los equipos mexicanos de primera división, Atlas y Querétaro. El saldo de esta riña fue de 26 heridos, 3 de ellos de gravedad.
Debido a este acontecimiento Incode se acercó a la Liga MX para proponer una solución que ayudara a potenciar la seguridad en los estadios: una FAN ID.
“Nuestra propuesta fue crear una identificación para poder verificar la identidad de las personas a través de un código QR“, la idea de Amper ya fue llevada a la práctica en conjunto con el Club Santos Laguna y el equipo Atlas, detalla.
Servir a bancos, empresas transnacionales y al deporte a través de Incode fue un sueño que inició con 45 personas. Actualmente la fuerza laboral de Incode sobrepasa los 200 colaboradores y su fundador tiene la esperanza de cerrar este 2022 con 350 integrantes.
Amper es un líder nato que al hablar procura expresar de manera clara y tranquila sus ideas. Al mirar hacia atrás recuerda todas las veces que le dijeron “no” y de eso aprendió la mejor lección de vida: los límites son una decisión.
“No nos pongamos límites mentales, a veces nosotros no confiamos en que podamos crear una empresa que compita en el mundo, pero haciéndolo es como descubres que es posible”.
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