Usar ropa de fast fashion o comprar en cadenas de comida rápida pueden provocar contaminación ambiental. Conoce de qué otras formas contribuyes con esto y cómo evitarlo.
¿Sabías que al usar tu celular propicias una mayor contaminación ambiental? En un mundo cada vez más virtual y donde casi el 84 por ciento de la población tiene un teléfono inteligente se ha vuelto más difícil ignorar el cambio climático.
La contaminación se da cuando ocurre la introducción de sustancias tóxicas en el entorno natural provocando cambios adversos en un ecosistema.
Estos contaminantes pueden provenir de diversas fuentes, incluidas actividades industriales, emisiones de vehículos, eliminación inadecuada de desechos y prácticas agrícolas, de acuerdo con una investigación en ScienceDirect.
Los esfuerzos para mitigar la contaminación ambiental abarcan desde implementar regulaciones y políticas, hasta adoptar prácticas sostenibles y promover la conciencia pública.
El campo interdisciplinario de la salud ambiental estudia las conexiones entre las exposiciones ambientales y su impacto en las vidas humanas proporcionando información valiosa sobre las complejidades de esta relación.
De manera general, la contaminación ambiental plantea importantes riesgos para la salud, y las poblaciones vulnerables, como los niños y los adultos mayores.
La exposición prolongada a contaminantes se ha relacionado con problemas de salud crónicos, incluidas enfermedades respiratorias y cardiovasculares, trastornos neurológicos y diversos tipos de cáncer.
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Los principales tipos de contaminación ambiental incluyen la del aire, el agua, la del suelo, la acústica y la lumínica.
La presencia de contaminantes en el aire, como partículas y gases de fuentes industriales y vehiculares pueden tener efectos en la salud a través de enfermedades respiratorias, problemas cardiovasculares y sistemas respiratorio e inmunológico comprometidos en general, muestra un informe de la National Library of Medicine.
La OMS explica que este tipo de contaminación ocurre por sustancias nocivas, incluidos efluentes industriales, escorrentías agrícolas y aguas residuales no tratadas en el agua.
Y su impacto en la salud abarca enfermedades transmitidas, por ejemplo, cólera, disentería, problemas reproductivos y otras enfermedades.
Esta contaminación se da a menudo a través de descargas industriales, productos químicos agrícolas y eliminación inadecuada de desechos.
La contaminación de los alimentos conduce a la ingestión de toxinas y degradación del suelo.
El ruido excesivo o perturbador causado por actividades humanas como el tráfico, los procesos industriales y el desarrollo urbano también es considerado como un tipo de contaminación.
La OMS revela que dentro de los efectos para la salud están la deficiencia auditiva, alteraciones del sueño y condiciones relacionadas con el estrés.
Esta se da cuando la luz artificial es excesiva o está mal dirigida en zonas urbanas que interfiere con la oscuridad natural.
La alteración de los ritmos circadianos, del sueño e impactos adversos en la vida silvestre, son algunos de sus efectos negativos en la vida de las personas.
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Las personas a menudo contribuyen a la contaminación ambiental sin saberlo a través del consumo excesivo de ciertos productos o hábitos comunes. Aquí te presentamos cinco ejemplos.
Comprar plástico de un solo uso, como botellas de agua, bolsas y embalajes, resulta contraproducente, ya que estos artículos terminan en los vertederos.
Esto provoca daños duraderos a los ecosistemas y la vida silvestre. Por ello, elegir alternativas reutilizables puede reducir significativamente la contaminación plástica.
El uso excesivo de electricidad procedente de fuentes no renovables contribuye a la contaminación del aire.
La quema de combustibles fósiles para obtener energía libera contaminantes como dióxido de carbono y dióxido de azufre.
Acciones simples como apagar las luces cuando no sean necesarias, usar electrodomésticos de bajo consumo y apoyar fuentes de energía renovables pueden ayudar a mitigar este impacto.
Desechar indebidamente dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes y computadoras conduce a la contaminación por desechos electrónicos.
Los productos electrónicos contienen materiales peligrosos, incluidos metales pesados, que pueden contaminar el suelo y el agua. El reciclaje o la eliminación adecuada a través de programas designados evita que estas toxinas dañen el medio ambiente.
La rápida producción y eliminación de ropa barata por parte de la industria de la moda contribuyen a la degradación ambiental.
Esta producción en masa implica procesos que requieren un uso intensivo de recursos y el uso de productos químicos nocivos, lo que contribuye a la contaminación del aire y el agua.
Los usuarios pueden reducir su impacto eligiendo opciones de moda sostenibles, reciclando ropa y adoptando un enfoque más consciente del consumo de moda.
La comida rápida contribuye a la contaminación ambiental a través de varios procesos interconectados en su producción, distribución y consumo.
Los alimentos suelen servirse en envases desechables de un solo uso, incluidos recipientes de plástico, cajas de espuma y envoltorios de papel.
La gran demanda de estos materiales de embalaje da como resultado una producción y eliminación sustanciales de residuos no biodegradables.
Además, la producción de ingredientes de comida rápida, especialmente carne, implica a menudo prácticas agrícolas intensivas que generan contaminación ambiental.