Aunque muchas empresas han flexibilizado los códigos de vestimenta para sus colaboradores, mantener una buena imagen al momento de hacer una entrevista de trabajo siempre será importante por lo que se desea comunicar.
Cuando se trata de esta situación, el viejo dicho “Vístete para el trabajo que quieres, no para el trabajo que tienes” tiene un peso significativo.
Tu vestimenta es lo primero que nota un posible empleador y puede influir en gran medida en su percepción de ti incluso antes de que pronuncies una sola palabra.
Ocupar la ropa adecuada muestra respeto por la oportunidad y las personas que la ofrecen. Es sinónimo de que te tomas el puesto en serio y que estás ansioso por generar un impacto positivo.
Sin embargo, es esencial comprender que, si bien la vestimenta es crucial, no se trata de ajustarse a estereotipos o encajar en un molde.
Más bien, se trata de presentar tu mejor yo de una manera que sea a la vez auténtica y profesional.
De hecho, un estudio de CareerBuilder encontró que el 49 por ciento de los empleadores han decidido no contratar a un candidato basándose en su vestimenta.
Además, un atuendo bien elegido puede mejorar tu confianza y hacerte sentir más preparado y capaz durante la entrevista.
También puede ayudarte a encajar en la cultura de la empresa, que es cada vez más importante a medida que las organizaciones enfatizan la cohesión del equipo y una imagen de marca unificada.
Aunque vestirse bien puede abrir puertas, es igualmente importante centrarse en otros aspectos clave como la puntualidad, el lenguaje corporal y la preparación.
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A continuación te presentamos algunos consejos que te ayudarán a elegir el mejor atuendo y con ello lograr el éxito en tu próxima entrevista de trabajo.