La extravagancia y el buen gusto se conjuntaron en una sola persona: Iris Apfel, una de las socialités más conocidas. Conoce más de esta artista.
Coco Chanel, Carolina Herrera, Vivienne Westwood e Iris Apfel forman parte del círculo de las diosas de la moda que volvieron de los alfileres sus pinceles, y le las telas sus lienzos.
Ellas y otras diseñadores lograron hacer de la moda el octavo arte gracias a sus estilos distintivos. En el caso de la diseñadora neoyorquina, su estandarte fue la creación de piezas extravagantes, coloridas y llenas de vida que le entregó al mundo.
Las personas y sus seguidores fueron testigos de su estilo único que no solo llegó a las pasarelas, Iris Apfel decidió representarlo en su día a día. Sus gafas, actitud y forma de vestir la volvieron un ícono irrepetible.
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El estilo único y audaz de Iris Apfel desafió las convenciones de la moda. Su capacidad para combinar prendas, accesorios y colores de manera inesperada y llamativa se convirtieron en una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de diseñadores y estilistas.
Su rebeldía fue única. Sin embargo, además de su firma estética, la neoyorquina abogó por la celebración de la diversidad y la individualidad en la moda. Su estilo único demostró que la moda no tiene límites y que cada persona puede expresarse a través de su ropa de una manera auténtica y personal.
“Experimenta con tu imagen, pero siempre sé tú mismo, el estilo es una actitud”
Estos aspectos convirtieron a la artista en toda una leyenda y una maestra del buen gusto. Aunque, más allá de las telas, ella le enseñó a las mujeres a liderar de formas distintas:
Iris Apfel demostró que la creatividad no tiene límites. Su enfoque audaz y único hacia la moda y el diseño resaltó la importancia de pensar fuera de lo común y desafiar las convenciones establecidas.
A lo largo de su vida, ella defendió su estilo e incluso, aceptó que no se esforzó en llevarlo a cabo, fluyó con naturalidad durante toda su carrera, esto lo aceptó en una entrevista con Vogue.
“Simplemente lo hago de forma inconsciente, es un ejercicio creativo que parezco hacer todos los días. No está planeado”.
La diva de los colores y las texturas vivió 102 años. Sin embargo, su edad nunca le importó para seguir siendo uno de los íconos más importantes del buen vestir.
Incluso, se enorgullecía de salir en portadas con sus lentes estrafalarios y prendas nunca antes vista a sus 100 años. Esto le mostró a los líderes de todo el mundo, pero en especial a las mujeres, que la creatividad no tiene fecha de caducidad.
Iris Apfel siguió su pasión por la moda y el diseño a lo largo de los años. Su visión audaz y su dedicación fueron elementos fundamentales para llegar al éxito y sirvieron como recordatorio de la importancia de amar la profesión.
Los líderes que pierden esta clase de chispa se arriesgan a ofrecerle a sus consumidores, clientes y colaboradores productos sin alma y que pueden resultar poco útiles o banales. En una entrevista para CNN la diseñadora comentó:
“Lo hago a tope, me apasiona mucho lo que hago. Pongo mi corazón y mi alma y eso me alimenta. Me esfuerzo hasta que no puedo más y luego vuelvo por más”.
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El perfil de Instagram de la diseñadora están llenas de obras fotográficas que hicieron honor a su persona y diseños originales, aunque ella nunca confió en las redes sociales.
Al ser una mujer que nación durante la década de 1920 no estuvo acostumbrada a los reflectores y a que se entrometieran en su vida y eso lo expresó, sin temor a ser reprendida.
“Creo que es demasiado entrometido. Me importa un comino lo que comiste. Es una enorme pérdida de tiempo, pero la gente no puede vivir sin él. Siguen presionando los botones y obteniendo toda esta información ridícula”.
Iris Apfel fue auténtica en su estilo y personalidad, esto la ayudó a destacarse en una industria conocida por su conformidad y ha inspirado a otros a abrazar su singularidad.
Para ella, copiar el estilo de los demás era por demás aburrido y poco ético, por esto se esforzó por encontrar diversas fuentes de inspiración en sus viajes.
“Tienes que saber quién eres y luego trabajar en ello. El estilo es una cuestión de actitud, pero hay que poseer individualidad para tener actitud. No puedes ser como todos los demás y copiar lo que hacen los demás”.
La diseñadora compartió su experiencia y conocimientos con otros a lo largo de los años. Siempre mostró disposición para servir como mentora y colaboradora. Así destacó la importancia de estas prácticas en el liderazgo, y cómo el compartir experiencias puede beneficiar a otros y enriquecer el entorno de trabajo.
No existen nuevos líderes que no aprendan a sortear el camino de personas que estuvieron en su lugar antes que ellos o ellas. Iris Apfel lo sabía y no dudó en compartir su sabiduría.