Elena Larrea: 5 Lecciones de la líder que defendió hasta su último aliento a los caballos
Elena Larrea fue una defensora de los equinos. Ella trabajó incansablemente para salvaguardar su identidad. (@leal8antonio)
Elena Larrea luchó por defender a los equinos, un grupo de animales que también sufren los maltratos de los humanos. Esta líder murió a los 31 años.
Los defensores de los animales están de luto. A los 31 años murió Elena Larrea, una de las mujeres más conocidas que dedicaron gran parte de su vida a defender a los equinos, incluso, fundó uno de los santuarios de equinos más conocidos de México, Cuacolandia.
Ella se denominaba a sí misma como una vaquera irreverente y única, tatuada, siempre con sombrero en mano nunca dejó nada a media tinta. Esto hizo que fundara a lo que denominó “un paraíso para los caballos“, un santuario donde los equinos maltratados podían volver a correr libremente.
Debido a su labor como pro animalista varios usuarios de las redes sociales lamentaron su deceso.
Hice esta ilu en memoria de Elena Larrea ✨ muchas gracias por tu trabajo y por cambiarle el mundo a muchos caballitos, siempre serás un gran ejemplo 🤍🥺🐴 #ElenaLarrea pic.twitter.com/6QYrgzNyYj
— Claudia Arlett (@attackcita) March 21, 2024
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¿Quién fue Elena Larrea?
Elena estuvo enfocada al activismo en favor de los animales, especialmente de los caballos. Incluso, junto con el Movimiento Animalista de Puebla (MAP). En esta asociación logró que se tipificara la zoofilia como un delito en el estado.
También fue conocida por varios internautas debido a que, como generadora de contenido, pudo construir Cuacolandia en 2019, un centro de rescate centrado en salvaguardar la integridad de caballos maltratados que está en Atlixco, Puebla.
Su pérdida fue tan profunda que incluso el gobernador de Puebla, Sergio Salomón, también lamentó el fallecimiento de la activista y reconoció su labor.
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Lecciones de liderazgo de la fundadora de Cuacolandia
Elena Larrea fue un ejemplo a seguir para varias mujeres que buscan abrirse camino en distintos puestos que, hasta la fecha, son pensados para ser ocupados por hombres.
1. Tenía una visión clara y era apasionada
Un líder efectivo como Elena Larrea debe tener una visión clara de lo que quiere lograr, así como la protectora de animales lo hizo al crear Cuacolandia. Además, tiene que apasionarse por esa visión.
Quienes dirigen equipos, al tener este tipo de pensamiento, le pueden compartir a sus colaboradores esa misma pasión lo que los inspirará a trabajar duro y perseguir metas ambiciosas.
2. Elena Larrea fue empática y comprensiva
Un buen líder entiende las necesidades y preocupaciones del entorno al que quiere servir. Esto fue algo que hizo durante su vida Elena Larrea y gracias a ello, encontró una nueva forma de servir a la comunidad.
Este tipo de actitudes no solo se quedan en el campo del activismo, también se pueden permear al campo de lo laboral al demostrarle a los colaboradores comprensión y ayuda.
3. Fue capaz de tomar decisiones difíciles
Para costear el proyecto de Cuacolandia, esta líder decidió comenzar a utilizar la plataforma OnlyFans. Sin embargo, esto le trajo graves problemas con su familia, así lo expresó durante una entrevista.
“Mi familia me desheredó. Básicamente me dijeron que no contara con ellos para nada porque era muy triste que ‘acabara haciendo esas cosas’. Mi mamá me bloqueó por ‘falta de autoestima y dignidad’”.
Así como la activista, los líderes deben ser capaces de tomar decisiones difíciles y rápidas cuando sea necesario.
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4. Elena Larrea fue resiliente
En la misma entrevista, Larrea expresó que a lo largo de su vida como activista se las “vio muy negras” y que tuvo muchas veces las intenciones de tirar la toalla. No obstante, siempre continuó su labor porque ayudó y defendió a los seres que más la necesitaron.
Quienes se hacen cargo de un grupo deben de encontrar una razón que les ayude a continuar con su dura labor para poder resistir algunos de los momentos más duros.
5. Cuacolandia tuvo una líder responsable
Mila fue la última potranca que rescató Elena Larrea, en su momento, la líder activista recalcó que el trato que recibió por parte de su anterior dueño fue “inhumano”. Incluso, su caso fue tan grave que tomó la decisión de internarla en el hospital de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al final de esta jornada, la pro animalista expresó:
“Miren cómo se ve, está contenta, confía en los humanos, brinca y brinca, recuperó su modalidad completamente. Aún le cuesta socializar, pero al menos ahora galopa y está contenta. Mila es un milagro, nadie pensó que iba a sobrevivir, gracia a todos los que nos han apoyado en esta historia”.
Así como esta mujer, los líderes deben de tomar con seriedad los proyectos en los que trabajan y, sin importar lo que implique, tratar de no abandonarlos. Esto es muestra de un verdadero compromiso.
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