Anteriormente Andrea Linardi se dedicaba a impulsar el posicionamiento de gigantes corporativos, sin embargo, un viaje cambió su vida. En Chile aprendió que su verdadera vocación era transformar vidas humanas a través de la empatía. Conoce su historia.
Desde hace más de una década, Andrea Linardi encontró su lugar en la vida. Tras un largo tiempo de dedicarse a transformar marcas, descubrió que su verdadera vocación estaba en impulsar vidas.
La líder recuerda que en el pasado formó parte de los equipos de marketing más grandes del mundo.
Philip Morris Internacional y Grupo Cepas Gancia Bacardi son algunas de las multinacionales que contaron con sus servicios, pero decidió cambiar de rumbo.
En 2012, Linardi tomó el Programa de Desarrollo Directivo en el IAE Business School y eso fue lo que destapó el iceberg de su nueva vida.
Hoy, como socia Fundadora de AL Grupo Humano está más que enfocada en trabajar en la gestión con personas en los negocios y nunca apuesta a la baja.
“Soy una persona muy exigente, muy empática, muy humana, muy profesional, que busca siempre mejorar día a día. Creo que los profesionales debemos de capacitarnos constantemente, por eso a lo largo de mi vida lo he hecho y lo sigo haciendo”, dice.
Para muchas personas el sustantivo “exigente” puede sonar duro. El imaginario colectivo muy pocas veces lo concibe de la mano con el valor dela empatía, pero Andrea Linardi demuestra lo contrario.
La líder explica que se asume como exigente porque siempre busca llegar a los máximos resultados de la mejor manera. Eso es un deber ético y profesional.
Sin embargo, esto no significa que deja de lado las emociones que hay detrás de los colaboradores en el día a día. La productividad es muy importante, pero no lo es todo.
“Tengo la capacidad de tocar y de sentir las emociones de los demás. Lo que sienten me importa muchísimo, pongo el foco y la atención en los pensamientos que son diferentes a los míos”.
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Hace 24 años, la experta en relaciones humanas fue enviada a tomar un curso de coaching a Chile. En ese momento desconocía por completo el significado del concepto.
Cuando regresó del viaje la palabra dio vueltas en su cabeza. Fue ahí que descubrió que su verdadero interés era acompañar a las personas para que obtuvieran mejores resultados.
Es decir, apoyarlos, pero de una manera mucho más humana.
Andrea Linardi explica que su labor ha tomado mayor relevancia con la aceleración del cambio de vida actual. No era que anteriormente el mundo no exigiera cambio, pero hoy se vuelven esenciales conceptos como la agilidad y la rapidez.
Por eso es importante que los colaboradores y líderes ejerciten su flexibilidad, resiliencia y su capacidad de atravesar estas cosas que generan mucha incertidumbre.
“Si como persona tienes claramente definido y analizado para qué estás haciendo lo que estás haciendo, el cómo lo haces, tienes la principal herramienta para ejercer la mejora continua y la resiliencia. Herramientas que te ayudan a adaptarte a los nuevos desafíos”.
De acuerdo con la socia fundadora de AL Grupo Humano, el liderazgo tiene muchas características, aunque hoy se necesita ser mucho más empático y generar una mayor conexión humana. Ambas son características que sobresalen en las mujeres.
“No quiero generar un tema de competencia, pero en lo que sí me interesa poner el foco es en que tenemos que aceptarnos y hacernos del mejor modo posible”, precisa.
Andrea Linardi cita un estudio en donde se analizaron los retornos de la inversión en las empresas. Aquellas organizaciones donde había una mujer, el retorno de inversión creció de un ocho al 13 por ciento.
Varios análisis explican las ventajas de tener una líder empresarial, sin embargo, la representación de las mujeres en las mesas directivas aún no es equitativa.
La autora del libro “Mujeres & Negocios, La Inclusión que las Organizaciones Requieren” opina que muchas de las colaboradoras tienen miedo a exigir un nuevo cargo, a pesar de que sus competencias superan a las de sus compañeros.
Por ello, brinda los siguientes consejos a las mujeres que buscan liderar un equipo:
La experta en relaciones humanas plantea un cuestionamiento que, desde su perspectiva, las líderes deben hacerse todos los día para la construcción de su camino.
“¿Cuál es la razón por la cual no tenemos las mismas oportunidades de crecimiento y de hacer aquello que amamos a seguir como mujeres? Esa es la pregunta que todas las líderes se deben de hacer”.
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