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10 consejos esenciales para ser un líder exitoso

Laurianne McLaughlin 14 Ene 2025
10 consejos esenciales para ser un líder exitoso Deja de hablar sobre lo ocupado que estás. Mejor comienza a hablar sobre lo que estás logrando. (justPrints/Adobe Stock)

¿Te resultan desconcertantes los desafíos como la comunicación y la cultura? Toma nota de estos consejos para mejorar tus habilidades de liderazgo.


Si quieres ser un líder exitoso, tal vez te convenga poner las dos C en la parte superior de su lista: comunicación y cultura.

Estas dos fortalezas son inseparables. Una organización no puede tener una cultura sólida sin habilidades de comunicación sólidas, y viceversa. Y los desafíos relacionados se encuentran entre los más difíciles que enfrentamos como líderes.

¿Cómo puedo explicar qué es lo más importante para mí como líder y vivir de acuerdo con ello? ¿Cómo puedo alentar a las personas de mi equipo a que me digan la verdad?

¿Cómo puedo establecer límites con las personas? ¿Cómo puedo fomentar un aprendizaje más continuo? ¿Cómo puedo evitar que el hecho de estar “demasiado ocupado” sea una medida de éxito?

Estas son preguntas difíciles tanto para los líderes más nuevos como para los ejecutivos con más experiencia.

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Conviértete en un líder con una mejor visión

Para ayudar a los líderes abordamos esas preguntas y otras relacionadas mientras seleccionamos esta lista de consejos de liderazgo.

Es momento de analizar, ¿cuál de estas estrategias te ayudará a desarrollar tu conjunto de habilidades y convertirte en un líder exitoso?

1. Ten claros tus valores de liderazgo

Imagina que estás a punto de tomarte un año sabático de seis meses durante el cual no tendrás contacto con tu equipo de trabajo.

Debes crear un memorando de una página para informarles los principios y métricas que crees que deberían guiar sus decisiones y acciones en tu ausencia.

¿Qué valores priorizarás si te quieres convertir en un líder exitoso? Enuméralos en orden de clasificación. ¿Cómo sabrá tu equipo si su trabajo es coherente con estos valores?

Identifica métricas específicas. Detalla todas estas cosas para que tu equipo resuelva los inevitables conflictos y problemas que podrían surgir durante tu ausencia.

Después, si así lo deseas, puedes compartir el resultado de este ejercicio con tu equipo actual y alentarlos a hacer la misma tarea para generar un sentido de valores compartidos.

2. Aprende a delegar mejor y confía en el proceso

La confianza en las personas no es nada nuevo en las conversaciones sobre delegación eficaz.

Sin embargo, la confianza en los procesos organizacionales es una consideración igualmente importante, aunque poco valorada, en las decisiones de delegación.

En nuestro trabajo con líderes, hemos visto que, por más confiable que sea un empleado, si el proceso organizacional subyacente que es fundamental para la delegación es errático o está poco desarrollado, la delegación tiende a fallar.

Por eso, nuestro marco de trabajo aconseja a los líderes que consideren dos preguntas clave al considerar los escenarios de delegación:

“¿Hasta qué punto confío en las personas?” y “¿Hasta qué punto confío en el proceso?”… Es el nexo entre la confianza en las personas y la confianza en el proceso lo que debería impulsar la forma de delegación que elija un líder exitoso.

3. Empodera a tus colaboradores para que dejen de autocensurarse

Reúne a un grupo de personas dentro de la organización con las que tengas una relación establecida y diles que, para pensar de manera innovadora, te gustaría que respondieran esta pregunta:

“¿Qué temas indiscutibles discutiríamos si decidiéramos discutir nuestros temas indiscutibles?”

Puedes preguntar esto de manera genérica o puedes vincularlo a un tema específico agregando ‘acerca de…’ al final de la pregunta.

Esta pregunta, que aprendí del profesor de la Escuela de Negocios de Harvard Chris Argyris, suena bien porque aporta un toque de alegría, reconociendo básicamente que sabes que le estás pidiendo a la gente que diga algo que parecía indecible.

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(deagreez/Adobe Stock)

4. Aprovecha el poder de los mandos intermedios para fortalecer la cultura

Los mandos intermedios pueden tener la capacidad de enriquecer eficazmente la cultura de la empresa y convertirte en un líder exitoso cuando adoptan la creencia de que las empresas tienen culturas con C mayúscula y con c minúscula.

La cultura con C mayúscula se refiere al conjunto oficial de valores declarados de la empresa, mientras que la cultura con c minúscula describe la experiencia cualitativa de los patrones de interacción del día a día.

La cultura de la c minúscula no se vive a través de eslóganes en una pared o encuestas anuales, sino en intercambios que refuerzan cómo llevar a cabo las tareas laborales de manera más eficaz dentro de los equipos.

5. Desarrolla y fortalece tus habilidades

La capacidad de reflexionar sobre el propio proceso de aprendizaje va más allá de aprender técnicas como mapas mentales o heurísticas; se trata de refinar la forma en que abordamos el crecimiento.

El metaaprendizaje es la capacidad de dar un paso atrás y pensar en lo que queremos aprender, cómo aprender, las fortalezas y las brechas en nuestro proceso de aprendizaje y cómo mejorar nuestro aprendizaje.

6. Establece límites sanos con tu equipo

La mayoría de las personas creen que saben cuándo es aceptable (o no) interrumpir a otras personas en función de sus propios estándares personales.

Sin embargo, los líderes deben hacer explícito lo implícito para alinear mejor los límites de las personas.

Por ello, si quieres ser un líder exitoso debes tener un diálogo sobre límites (un discurso bidireccional con los miembros de su equipo) para comprender mejor dónde está el límite para cada empleado.

7. Haz que todos tus colaboradores se sientan escuchados

La gente quiere saber que sus opiniones son importantes. Si los asistentes a una reunión no sienten esto, un líder exitoso tiene la capacidad de notar silencio o interrupciones frecuentes, señales no verbales como suspiros y miradas de disgusto, o respuestas mínimas a las preguntas.

Diseñar una agenda de reunión inclusiva garantiza que los participantes se sientan valorados y tengan la oportunidad de contribuir.

Los gerentes pueden crear juntas utilizando tácticas como pedir a los participantes que escriban sus puntos de vista en notas adhesivas antes de iniciar una discusión sobre un tema, o pedirle a alguien que resuma el punto del orador anterior antes de agregar su aporte.

Esto les da tiempo a los participantes para reflexionar y articular sus pensamientos con claridad e iguala la participación. Escuchar de verdad va más allá de esperar su turno para hablar: implica empatizar, comprender la perspectiva del orador y gestionar los sesgos personales y grupales.

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8. Deja de hablar sobre ti

Es posible que tu empresa tenga elementos culturales desafiantes en torno a la necesidad de parecer ocupado, y eso es difícil de cambiar unilateralmente.

Pero, seas gerente o no, esto puede influir en la forma en que tu propio equipo habla, experimenta y maneja la intensidad del trabajo.

En pocas palabras: deja de hablar sobre lo ocupado que estás. Mejor comienza a hablar sobre lo que estás logrando.

Las conversaciones sobre resultados tienen una buena forma de volverse virales y con esto puedes creas espacio para que los demás se concentren en el impacto, no en la actividad.

9. Deja de ser un portavoz

¿Con qué frecuencia te encuentras expresando las ideas, pensamientos o demandas de otra persona en el trabajo?

Ya sea que estés transmitiendo los deseos de tu director ejecutivo a un colega o explicando a su equipo que “el departamento de ventas necesita una actualización”, hablar en nombre de otros (lo que los investigadores llaman ventriloquia gerencial) es una práctica común en las organizaciones.

Puede ser valioso, e incluso esencial, para cumplir con el rol de gerente. Pero cuando se hace mal, puede dañar la credibilidad de los gerentes, la cultura de la empresa y perjudicar la reputación y las ganancias de sus organizaciones, algo que un líder exitoso sabría detectar.

10. Comunícate con mayor eficiencia

Uno de los aspectos que los líderes suelen pasar por alto es cómo se tomó una decisión.

Hablar de este tema de manera habitual, para cualquier tipo de cambio, ayuda a educar a los empleados sobre el proceso de toma de decisiones, además de ayudar a ser un líder exitoso.

ACERCA DE LA AUTORA

Laurianne McLaughlin es editora senior del área digital en MIT Sloan Management Review USA.

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