Este físico soñó con cambiar el mundo y creó una tecnología que ayuda a purificar el agua

Fermín Reygadas siempre supo que quería cambiar al mundo. Esa motivación lo llevó a fundar Cántaro Azul para acercar a las personas a agua potable.

Cuando era niño, su mesita de noche estaba repleta de biografías de líderes que lo inspiraban.

Entre ellas se encontraban las historias de Gandhi, Mandela y Biko, luchadores férreos que trabajaron por mejorar el bienestar de comunidades marginadas. 

Durante su infancia, su brújula de vida lo llevó a ser testigo de los peligrosos efectos que tiene el agua potable insalubre.

Así como sus repercusiones en el desarrollo económico de zonas rurales de Baja California Sur y Chihuahua. 

Su espíritu emprendedor y preocupación por las comunidades más vulnerables lo llevaron a trabajar en proyectos innovadores.

El enfoque que tenían era resolver los problemas de desarrollo que había presenciado en su niñez.

Y que siguen presentes en México, Cuba, Bolivia, Nepal, India, Sri Lanka y China.

Ellas renunciaron a sus empleos para emprender un negocio de belleza que hoy factura 40 millones

El físico que quería hacer un cambio

Ese ímpetu por trabajar en pro de la humanidad llevó a Fermín a estudiar una Licenciatura en Física.

Y posteriormente desarrollar gran interés por las tecnologías de vanguardia para el agua. 

Tras graduarse de la universidad, decidió iniciar su propio proyecto, un estudio sobre la calidad del agua en 24 comunidades de Baja California.

Este estudio fue el primer paso para fundar Cántaro Azul, el segundo paso fue continuar su formación académica de maestría y doctorado en el Grupo de Energía y Recursos de la Universidad de Berkeley.

Ahí estudió el diseño y la evaluación de sistemas UV (luz ultravioleta) de tratamiento de aguas y sus innovaciones fueron replicadas con éxito en numerosos proyectos de agua en Asia y América Latina.   

Convertir niebla en agua, una solución ante la sequía en México

Mejorar vidas con agua potable

Fiel a su filosofía de que los vastos conocimientos teóricos carecen de sentido sin una aplicación práctica, Fermín arrancó la Fundación Cántaro Azul, en 2006, cuando aún estaba en Berkeley.

Hizo honor a su reputación de científico humano, cuando, mientras completaba su doctorado, formó alianzas con la Fundación W. K. Kellogg, el PNUD y la Universidad de Berkeley.

Eso le ayudó a implementar sus tecnologías de agua limpia y modelos comunitarios en Baja California, Chiapas y otros estados de la República Mexicana.

La experiencia y dedicación de Fermín han posicionado desde entonces a Cántaro Azul como una de las principales organizaciones que proporcionan acceso generalizado al agua potable segura, impactando socialmente a miles de personas en México y Centroamérica.

Esto se ve reflejado  en mejoras en la salud (reducción de enfermedades gastrointestinales y disminución en el consumo de bebidas azucaradas) y calidad de vida (ahorros económicos y empoderamiento de mujeres). 

Nota de la editora: Este contenido forma parte de la alianza editorial el Pacto entre Medios impulsada por la asociación A favor de lo mejor, que integra a más de 27 medios de comunicación, universidades, empresas, organizaciones, así como plataformas digitales con el objetivo de compartir historias de mexicanas y mexicanos que buscan inspirar un cambio positivo.

Síguenos en Google News