El futuro de la Casa Blanca en juego: ¿Quién tomará el lugar de Joe Biden?
La carrera por la presidencia de Estados Unidos se le complica cada vez más al partido demócrata. Ahora, sin Joe Biden, todos se preguntan quién podría salvar a la facción liberal estadounidense. (Especial/MIT SMR México)
Después de la renuncia de Joe Biden a su candidatura a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris se posiciona como su natural sucesora, pero hay otros aspirantes que podrían arrebatarle el lugar. Conoce de quiénes se trata.
En un movimiento histórico (aunque esperado) para la política estadounidense, Joe Biden se retiró de la carrera presidencial por su reelección.
A pesar de que el mandatario respaldó a la vicepresidenta Kamala Harris para sucederlo en la nominación, esta decisión aún debe ser confirmada por el partido demócrata en su próxima convención nacional que se realizará en agosto.
Si bien Harris cuenta con un amplio respaldo entre los votantes: 48 por ciento en promedio frente al 49 por ciento de Donald Trump, de acuerdo con diversas encuestas, hay otros nombres que también suenan en las filas de la sucesión.
El partido demócrata vive un periodo agónico y le queda poco tiempo, ya que su siguiente candidata o candidato se enfrentará a múltiples desafíos.
Por principio, debe reunir el número de delegados necesarios para asegurar la nominación oficial, así como obtener el respaldo de donantes.
Y lo más complicado: convencer en menos de 100 días a los votantes indecisos y a los detractores que crecieron tras el primer debate presidencial.
La cuestionable actuación del presidente Biden en este encuentro provocó que el candidato del partido republicano se posicionara como el rey de las encuestas.
Donald Trump ganó una ventaja de 4 puntos porcentuales sobre Joe Biden entre los votantes registrados (44 por ciento en contraste con el 40 por ciento del aspirante demócrata).
Mercedes Baltazar, fundadora de la consultoría Meraki México, explica que la persona que releve al actual presidente estadounidense deberá encantar tanto a los estadounidenses como a los mismos demócratas, un doble reto que no será nada fácil de enfrentar.
“Dejaron ver desde el inicio de la campaña que no tenían la confianza de que su candidato pudiera ganar. Elegir a alguien más en este momento de la carrera también es complejo porque hay varias posibilidades, pero ninguna tiene el consenso total“, agrega la experta en relaciones internacionales.
Joe Biden pone fin a su campaña de reelección y nomina a Kamala Harris
¿Estados Unidos está listo para que una mujer los gobierne?
“Mis queridos compatriotas”: con este cálido saludo Joe Biden inició su carta con la cual anunció se decisión de abandonar la carrera presidencial. No obstante, ni su camaradería pudo suavizar el duro golpe que estaría a punto de recibir su partido.
“He decidido no aceptar la nominación y concentrar todas mis energías en mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”, explicó en la misiva.
My fellow Democrats, I have decided not to accept the nomination and to focus all my energies on my duties as President for the remainder of my term. My very first decision as the party nominee in 2020 was to pick Kamala Harris as my Vice President. And it’s been the best… pic.twitter.com/x8DnvuImJV
— Joe Biden (@JoeBiden) July 21, 2024
Una fuente anónima citada por Reuters explicó que la principal razón detrás de la dura resolución del presidente fue la angustia. Sus asesores, le mostraron a Joe Biden el sábado por la noche una encuesta interna con una impactante noticia: no solo estaba detrás en los seis estados clave que podrían decidir la elección, sino que también estaba colapsando en lugares como Virginia y Minnesota.
Antes de despedirse de la candidatura, el demócrata decidió nominar como su sucesora a Kamala Harris, la actual vicepresidenta de Estados Unidos. Para muchos resultó natural que, después de años de ser la segunda a bordo, el mandatario la designara.
Los críticos del movimiento KHive (como se denominan los fanáticos de la líder) sostienen que Harris sigue siendo muy impopular entre los votantes. Argumentan que las encuestas en realidad no muestran una gran ventaja para la posible candidata en los estados en disputa.
Además, recordaron su fallida campaña presidencial de 2019 y su tibio mandato como vicepresidenta como prueba de que no tiene un buen desempeño.
Al respecto, Arlene Ramírez Uresti, académica de la Universidad Iberoamericana, asegura que el país del norte podría no estar listo para tener a una mujer como presidenta.
“La verdad es que no creo que en Estados Unidos podamos ver todavía la figura de una mujer presidenta por lo conservadora que es la ideología estadounidense del puritanismo. Pero sobre todo, por los grupos ultraconservadores“, añade la internacionalista.
Joe Biden se retira, ahora ¿quién podrá salvar a los demócratas?
Kamala Harris encabeza la lista en la nominación presidencial, pero hay cuatro nombres de posibles candidatos que también podrían salvar al partido demócrata:
- Gavin Newsom, actual gobernador de California
- Gretchen Whitmer, gobernadora de Michigan
- Jay Robert “J.B.” Pritzker, quien está al frente de Illinois
- Josh Shapiro, quien desde 2023 gobierna Pensilvania
Arlene Ramírez Uresti adelanta que quizá el polémico gobernador de California pudiera ser el favorito, ya que cuenta con varias simpatías internas. Aunque tiene un “pero”.
“Los temas que ha puesto sobre la mesa para California en su mandato, como el incremento de impuestos están generando bastante preocupación”.
En contraparte, Mercedes Baltazar asegura que una de las opciones menos populares sería la de Josh Shapiro por una razón.
“Este político se puede enfrentar a un bloqueo debido a que ha apoyado de forma abierta a Palestina en el conflicto contra Israel“.
Donald Trump, el irónico caso del mártir que podría hacerle ganar votos a Joe Biden
El difícil reto de ganar el corazón de los votantes y de todo un partido
A pesar de que Joe Biden decidió ceder su lugar en la contienda presidencial, las expectativas no son muy favorables.
La académica de la Universidad Iberoamericana cree que el partido demócrata enfrenta una de las coyunturas más importantes de su historia, por lo que está obligado a actuar rápido, aunque esta situación que enfrentan es un problema más grande.
“Todo esto lo único que nos dice es que detrás existe un debilitamiento de las instituciones en Estados Unidos”.
Arlene Ramírez Uresti
La razón detrás de la zozobra de las analistas consultadas es que saben que el sistema político estadounidense, por su estructura, le pondrá una serie de trabas al nuevo candidato o candidata del partido de los burros.
Esto quiere decir que la nueva figura central demócrata deberá encantar a los más de 4 mil delegados.
Ahora que el presidente Biden decidió poner fin a su campaña de reelección, hay dos caminos para reemplazarlo en la cima de la fórmula demócrata.
La primera es una votación virtual que definiría un nuevo candidato o candidata a principios de agosto.
Y la otra es una convención “abierta”, este último escenario el partido no lo ha experimentado desde 1968, cuando su convención nacional fue marcada por los disturbios en oposición a la guerra de Vietnam.
Una convención está abierta cuando ningún candidato llega con una clara mayoría de delegados, por lo que el evento se convierte en una elección primaria. En esta, los contendientes compiten para persuadir a los delegados para que voten por ellos.
Para este proceso electoral, será deber de los 4 mil 700 delegados que representan a los votantes decidir oficialmente quién será el candidato oficial de los demócratas.
Por ahora, el caos envuelve al partido demócrata y Mercedes Baltazar considera que no se trata solo de encontrar un nuevo candidato o candidata; la facción enfrenta el desafío de redefinir su identidad y presentarse como una opción sólida, unificada y capaz.
Mientras tanto, la incertidumbre y las tensiones internas crecen, y el partido debe convencer al electorado de que sigue siendo la mejor opción para liderar el país, asegura la experta.
No es solo la presidencia; también está en juego el interior del partido. Los demócratas deben presentar una nueva estrategia de gobierno, mientras que del otro lado, los votantes se enfrentan a un Trump con un discurso aún más incendiario que antes.”
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