Si estás en buró de crédito y quieres arrendar una casa o departamento descubre qué opciones tienes, qué revisan los arrendadores y cómo mejorar tu historial.
Estar en buró de crédito puede ser un obstáculo al momento de querer rentar una casa o departamento, ya que muchos propietarios solicitan un historial crediticio con calificación positiva para otorgar un contrato.
Para muchos arrendadores este requisito es fundamental, ya que tienen garantías de que el pago de su renta y otros servicios se cumplirá en tiempo y forma.
Contar con un buen historial financiero no solo facilita la renta de una vivienda, también ayuda en el otorgamiento de futuros créditos, como la compra de una casa o un auto.
Buró de crédito: Cómo obtener un préstamo con mal historial
Muchos arrendadores revisan el historial crediticio a través de plataformas como Círculo de Crédito o Buró de Crédito. Si ven atrasos en pagos, pueden dudar de la capacidad para cumplir con la renta.
Cada propietario o inmobiliaria tiene criterios distintos al momento de elegir a un inquilino, pero en general, evalúan los siguientes aspectos:
Demostrar que tienes ingresos estables es clave. Generalmente se solicita que el ingreso mensual sea al menos tres veces el valor de la renta.
Algunos propietarios exigen un aval con propiedad en garantía o una póliza de arrendamiento, que cubre posibles adeudos. Si tienes mal historial crediticio, estas garantías pueden ser aún más necesarias.
Presentar referencias confiables puede aumentar tu credibilidad. Tener una carta de recomendación de un arrendador anterior también es un punto a favor.
Aun cuando el buró de crédito es un factor importante, no es el único criterio que los arrendadores consideran. Hay formas de compensar un historial negativo y aumentar las posibilidades de rentar una vivienda.
Si tu historial crediticio no es el mejor, aquí algunas estrategias que pueden ayudarte a rentar una vivienda sin problemas:
Ofrece un depósito más alto. Algunos propietarios pueden aceptar un depósito mayor como garantía de pago. En lugar de un mes de depósito, puedes ofrecer dos o tres meses, lo que brinda mayor seguridad al arrendador.
Si tienes un empleo estable o recibes ingresos recurrentes, presenta tus recibos de nómina, estados de cuenta bancarios o facturas de trabajo independiente. Esto ayudará a demostrar tu solvencia económica.
No todas las personas o inmobiliarias revisan buró de crédito. Muchos arrendadores particulares se enfocan más en los ingresos y referencias que en el historial financiero.
Si tienes un familiar o amigo con buen historial crediticio y una propiedad en garantía, puedes pedirle que funja como aval en el contrato de arrendamiento.
Algunas plataformas como Homie, Aptuno o Nomad ofrecen opciones de renta sin necesidad de historial crediticio, facilitando el acceso a una vivienda.
El buró de crédito es un registro financiero que recopila el historial de pagos y deudas de las personas.
Muchas personas creen que estar en buró de crédito es algo negativo, pero en realidad, todos los que han solicitado un crédito o un servicio a plazos están registrados en él.
El problema surge cuando el historial refleja pagos tardíos, adeudos sin saldar o deudas elevadas. Esto puede generar desconfianza en los arrendadores, ya que consideran que una persona con mal historial financiero representa un riesgo de impago.
Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en México, más del 30 por ciento de la población tiene un historial negativo en buró de crédito.
Si bien existen alternativas para rentar, mejorar tu historial crediticio puede abrirte más puertas en el futuro. Aquí algunos consejos:
Si tienes atrasos, intenta regularizarlos o negociar pagos con las instituciones financieras.
Tarjetas departamentales o servicios a meses sin intereses pueden ayudar a mejorar tu score.
Puedes consultar gratis tu reporte de Buró de Crédito cada 12 meses en su sitio web oficial.
Mantén un equilibrio entre ingresos y gastos para evitar retrasos en pagos.