No solo es la CDMX donde el problema de la gentrificación va en aumento, a la lista de suman ciudades como Guadalajara, Monterrey y San Miguel de Allende.
La gentrificación es un fenómeno que ha generado gran controversia en México, debido al desplazamiento de habitantes de sus lugares de residencia, especialmente en ciudades y zonas altamente urbanizadas.
Las rentas suben, se disparan y, de pronto, lo que era accesible para los habitantes locales se vuelve inalcanzable.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosEn medio de este fenómeno, ¿quiénes llegan a ocupar ese espacio? Principalmente extranjeros, atraídos por el estilo de vida y el tipo de cambio.
Esto lleva a los arrendadores a preguntarse: ¿por qué no subir aún más el precio? Y así, año con año, las rentas siguen en ascenso.
Gentrificación en CDMX, ¿qué es y a quiénes afecta este fenómeno inmobiliario?
A continuación te compartimos las seis ciudades con mayor gentrificación en el país, de acuerdo varios portales inmobiliarios.
Este fenómeno se puede ver en zonas como San Pedro de los Pinos, Roma Norte y Sur, Doctores, Juárez, Cuauhtémoc, Hipódromo y Condesa.
Pero el aumento constante de las rentas sugiere que la gentrificación se está extendiendo por todo el país, transformando barrios tradicionales en espacios cada vez más exclusivos y costosos.
Esta ciudad traviesa un proceso de gentrificación impulsado por el nearshoring y su calidad de vida.
En 2023, la renta promedio subió a 16 mil 950 pesos, un 43 por ciento más que en ciudades no gentrificadas.
El alquiler promedio aumentó un 35 por ciento entre 2021 y 2023, llegando a 15 mil pesos, es decir, 5 mil 300 pesos más que en ciudades no gentrificadas.
La gentrificación ha llevado a que los negocios locales sean gestionados por extranjeros, alterando la economía y afectando a los nativos, muestra el portal La Lupa.
Vallarta Today afirma que del 2021 al 2024, los alquileres aumentaron drásticamente, entre un 40 y 60 por ciento.
¿Qué representa esto? Una carga considerable para los habitantes locales, cuyo poder adquisitivo no ha crecido al mismo ritmo.
En el caso de esta ciudad existe un riesgo por perder su patrimonio y naturaleza.
El consumo voraz destruye su esencia histórica, según Tania Elizabeth Ceballos Álvarez, doctora en Gestión del Turismo. Por ello, se necesita una nueva estrategia de desarrollo local urgente.
ONU-Habitat asegura que una forma de sacarle provecho a este fenómeno es adoptar políticas económicas redistributivas.
Esto permitiría usar los recursos de la gentrificación para regenerar áreas menos céntricas, aumentando los ingresos municipales, que a su vez se destinarían a mejorar el espacio público y la vivienda en otras zonas.
En otra opción, se puede mejorar la vivienda e implementar programas sociales que apoyen actividades económicas tradicionales. Esto evitaría la expulsión de residentes y la sustitución del tejido urbano.
También es viable impulsar la pequeña empresa con microcréditos, ofrecer nuevos servicios comunitarios, restaurar casas y mejorar espacios públicos, tanto físicamente como fomentando la interacción social en las calles.
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