Si Google pierde este caso ante las autoridades de Estados Unidos podría ser obligado a hacer cambios estructurales en su compañía. ¿Sabes de qué se le acusa al navegador más popular del mundo?
El Departamento de Justicia Estados Unidos (DOJ) decidió enfrentarse a una de las empresas tecnológicas más importantes de todos los tiempos, Alphabet que, a través de Google, es acusada de mantener un monopolio al ser el motor de búsqueda más visto.
Esta batalla legal inició en octubre de 2020. Su objetivo principal es impedir que el buscador mantenga ilegalmente monopolios mediante prácticas anticompetitivas y excluyentes en los mercados de búsqueda y publicidad .
Según el ex fiscal general William Barr en era digital, es vital que las autoridades vigilen el actuar de las empresas para generar un piso parejo de competencia. Sin embargo, Google por varios años se posicionó como “el guardián del internet” y eliminó la igualdad de oportunidades.
“Esta demanda golpea el corazón del control de Google sobre internet para millones de consumidores, anunciantes, pequeñas empresas y empresarios estadounidenses en deuda con un monopolista ilegal”.
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La demanda interpuesta por las autoridades gubernamentales del país vecino resulta significativa ya que fue la primera en su tipo. Anteriormente ningún otro estado hubiese querido enfrentarse ante una de las empresas más grandes de la tecnología.
En 2024, varios años después de iniciar este acto y con millones de pruebas y declaraciones de más de 150 personas, el caso irá a juicio.
“Este es el juicio antimonopolio más importante del siglo XXI”, dijo Rebecca Haw Allensworth, profesora de la Facultad de Derecho de Vanderbilt, al New York Times.
Actualmente Google controla cerca del 90 por ciento del mercado de motores de búsqueda de Estados Unidos.
En su defensa, Kent Walker, presidente de Asuntos Globales de Google y Alphabet, mencionó a través de un post que la gente no usa Google porque tiene que hacerlo, sino porque quiere.
“Es fácil cambiar el motor de búsqueda predeterminado: hace tiempo que ya pasamos la era del acceso telefónico a Internet y los CD-ROM”.
En enero de 2023 el DOJ, junto con los fiscales generales de California, Colorado, Connecticut y otros estados, presentaron otra demanda civil antimonopolio contra Google. En esta ocasión fue por monopolizar múltiples productos de tecnología de publicidad digital.
La demanda alega que el buscador monopoliza tecnologías de publicidad digital clave, denominadas “pila de tecnología publicitaria“. Los editores de sitios web dependen de este elemento para vender anuncios así como las empresas para llegar a clientes potenciales.
“La demanda de hoy alega que Google ha utilizado conductas anticompetitivas para eliminar cualquier amenaza a su dominio”, dijo el fiscal Merrick B. Garland.
Como resultado de su monopolio ilegal, las autoridades calculan que Google obtiene más del 30 por ciento de fondos que fluyen a través de sus productos de tecnología de publicidad digital.
En 2017 la Comisión Europea multó a Google con 2 mil 420 millones de euros por infringir las normas antimonopolio en su territorio.
Según información oficial, el buscador mantuvo su posición dominante en el mercado como motor de búsqueda dando una ventaja ilegal a otro producto de Google, su servicio de comparación de compras.
Esto demuestra que el gigante de Silicon Valley ya ha enfrentado castigos por continuar operando como lo ha hecho a través de los años. Sin embargo, su comportamiento no cambia. Por lo tanto, algunos especialistas mencionan que eso podría acarrear algunas soluciones estructurales. Por ejemplo, obligar a Google a vender partes de su negocio.
John Kwoka, profesor de derecho de Northeastern, y Rebecca Haw Allensworth, profesora de leyes de la Universidad de Vanderbilt, mencionaron que no es la primera vez que Estados Unidos pondría fin a este tipo de prácticas proponiendo medidas drásticas.
Pusieron como ejemplo el tipo de remedio que las autoridades buscaron para resolver el caso antimonopolio de Microsoft en 2000: una ruptura. En ese momento, se le acusó a la empresa fundada por Bill Gates de aprovechar su control del software de Windows para apoderarse del mercado de navegadores web.
La propuesta de división adoptada por un Tribunal de Distrito de Estados Unidos, pero posteriormente rechazada en apelación, habría separado la unidad Windows de la empresa del resto de sus negocios de aplicaciones.