Este instrumento ayuda a garantizar que los activos de una persona se utilicen de la manera que desea. Te explicamos cómo funciona y de qué tipo existen.
En términos estrictos un fideicomiso es un contrato mediante el cual una persona física o moral transmite la titularidad de ciertos bienes y derechos a una institución fiduciaria autorizada.
Pero pongámoslo en términos más simples. Imaginemos al fideicomiso como un contenedor especial para pertenencias. Ahí se colocan artículos valiosos, como dinero o propiedades.
Este contenedor se le designa a alguien llamado “fideicomisario” con la finalidad de que se encargue de su manejo.
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El trabajo de esta persona consiste en administrar y proteger las cosas de acuerdo con las instrucciones, que el propietario del contenedor escribe en un documento legal llamado “acuerdo de fideicomiso”.
El fideicomiso puede tener reglas sobre cuándo y cómo se deben usar o compartir las pertenencias y quién debe recibirlas. Es un poco cómo escribir una carta al administrador, diciéndole lo que se quiere que suceda con las pertenencias, incluso si es en vida.
Un fideicomiso es útil porque puede garantizar que los activos de una persona se utilicen de la manera que desee, incluso si no puedes administrarlos tú mismo.
De igual forma, este instrumento se puede utilizar para transmitir un patrimonio a la familia, apoyar una causa benéfica o administrar activos si alguien ya no puede hacerlo.
En resumen, un fideicomiso es una herramienta que ayuda a proteger y distribuir los activos según los deseos de una persona, el cual es administrado por alguien en quien se confía para llevar a cabo la voluntad e instrucciones.
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De acuerdo con Actinver, existen cuatro tipos de fideicomiso más destacados en México:
Este es adecuado para quienes están buscando una opción de ahorro y planeación para la formación académica de sus hijos.
Permite destinar recursos financieros a largo plazo, lo que puede asegurar el proceso educativo de la familia.
El mercado inmobiliario en México es dinámico y atractivo, por lo que este tipo de fideicomiso puede ser un instrumento valioso de inversión para aprovecharlo.
Este facilita la adquisición, administración y enajenación de bienes raíces, ya sea para inversión o uso personal. Además, uno de los aspectos clave y beneficio es la protección de los activos, ya que permite separar las propiedades del patrimonio personal o empresarial.
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El fideicomiso familiar es una excelente opción para preservar y proteger el patrimonio familiar a lo largo de las generaciones. Este tipo permite establecer disposiciones y cláusulas específicas para la gestión y distribución de los activos familiares, con una administración profesional se asegura la continuidad y el bienestar económico hasta de las futuras generaciones.
Si estás considerando la compra de una vivienda, el fideicomiso hipotecario es un mecanismo financiero que debes conocer. Este facilita la obtención de un crédito hipotecario, al utilizar los recursos y el inmueble adquirido como garantía. Uno de sus beneficios es que se puede financiar la compra de un inmueble sin la disposición por entera del valor capital de este.