OpenAI comenzó la revolución de la Inteligencia Artificial en 2021 cuando lanzó ChatGPT. Sin embargo, desde 2007 ya existía Watson, un modelo tecnológico similar que le dio un giro al mundo empresarial pero que pasó desapercibido. Ambos ofrecen ventajas a la humanidad desde diferentes campos.
Antes de que naciera el popular ChatGPT, existió una Inteligencia Artificial (IA) que fue igual de revolucionaria, pero se diluyó con el tiempo: el superordenador Watson de IBM.
Su llegada fue uno de los grandes momentos que experimentó el desarrollo de software a nivel mundial. Sin embargo, a más de 20 años de su diseño muy pocas personas reconocen esta tecnología.
“Los dos grandes hitos en el campo de la IA hechos por IBM fueron en 1997 con Deepblue, cuando derrotó a algunos campeones de ajedrez y otro fue en Jeopardy. A partir de ahí la compañía se abrió al ámbito empresarial”, comenta Elida Godínez, directora de IBM de datos e IA, automatización y sostenibilidad.
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Al mes, más de mil millones de personas visitan el sitio de ChatGPT, de los cuales 100 millones son usuarios activos y lo utilizan de distintas formas, según Notta.ai.
Por ejemplo, los estudiantes la utilizan para hacer tareas, los mercadólogos diseñan campañas de marketing, incluso los artistas le han dado una oportunidad en su campo.
La fiebre ChatGPT inició a finales de 2021, cuando el equipo liderado por Sam Altman lanzó esta herramienta y la hizo abierta al público. Esta fue la primera vez que alguien puso al alcance del público la Inteligencia Artificial. Durante los primeros días de su estreno, la herramienta atrapó a un millón de personas, según su creador.
Aunque esa no fue la primera ocasión en la que expertos dieron a conocer este tipo de tecnología. En 2007 el mundo ya contaba con Watson, un chatbot similar al que desarrolló OpenAI que participó en uno de los programas más conocidos de Estados Unidos en 2011, Jeopardy!
“Palabra de 4 letras para demostrar un punto de vista o una creencia”, esta fue la primera pregunta que lanzó el presentador. Después de varias rondas de preguntas, la tecnología diseñada por expertos de IBM logró vencer a los campeones del juego y se llevó a casa 1 millón de dólares.
ChatGPT launched on wednesday. today it crossed 1 million users!
— Sam Altman (@sama) December 5, 2022
Su participación fue calificada por David Gondek, uno de los investigadores encargado de desarrollar al chatbot, como un momento histórico. A pesar de que el programa registra una audiencia semanal de 23 millones de espectadores y que en 2011 ganó el premio Premio Peabody, que reconoce a quienes alientan la creatividad e innovación, este logro pasó inadvertido.
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No es que el desarrollo de IA pudo haber llegado casi 20 años antes al mundo, lo que pasa es que anteriormente no existían formas de hacerlo accesible.
El primer logro en el campo de los datos lo obtuvo Alan Turing, en 1935. Pero fue hasta la segunda década de este nuevo milenio en el que la gente siente un interés genuino por saber más sobre esta tecnología y que la usan cada vez más.
De la década de los 30, hasta hoy en día, cambiaron varias cosas. Una de ellas es el poder del hardware y el de la nube. Además, internet diariamente genera cada vez más información con la que puede alimentar a la IA.
De acuerdo con Exploding Topics cada día se crean cerca de 328 millones de terabytes de datos. Un terabyte está compuesto de 1 millón de megabytes, anteriormente. Es necesario recalcar que el primer modelo de computadoras portátiles Mac, la Macintosh SE contaba con una unidad de 20 MB de disco duro.
Frida Ruh, especialista en IA y creadora del podcast “AI The New Sexy”, explica que, si bien, antes que ChatGPT, ya existían herramientas basadas en esta tecnología, lo mejor que hizo Sam Altman fue liberar su uso, al ponerlo a disposición del público sin conocimientos especiales de programación.
“La IA no es un tema que nació de la noche a la mañana. Lo que cambió es como cada día se hacen interfaces más amigables y abiertas. Esto da una oportunidad para cerrar las brechas de desigualdad”.
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Watson llegó en la primera década de los 2000, y sí, participó en Jeopardy, pero de acuerdo con algunos especialistas de IBM, a diferencia de ChatGPT, su desarrollo está y estuvo siempre dedicado a servir a las empresas.
La tecnología diseñada por IBM nunca tuvo el objetivo de llegar a todo el público. De hecho, su llegada abrió el campo para que IBM desarrollara tecnología para campos más especializados.
Por ejemplo, creó Watsonx Assistant, durante la pandemia por COVID-19, un chatbot especializado en canalizar a los pacientes con médicos capacitados.
Mientras OpenAI tuvo como misión abrirse al público, IBM optó por especializar los servicios y entregarlos a distintas compañías de forma puntual.
El 17 de noviembre de 2023, Sam Altman, CEO de OpenAI, fue despedido por la junta directiva de su compañía. Esto conmocionó al mundo y al mercado. De acuerdo con el medio The Information, la venta de acciones de los colaboradores de la compañía, que en teoría valía 86 mil millones de dólares, estaba en riesgo.
Sin embargo, el 29 de noviembre el líder de la startup anunció oficialmente su regreso a la empresa.
OpenAI, la empresa insignia de la IA se mantuvo a salvo. Sin embargo, eso es un riesgo que no todas las big tech pueden tomar, según la podcaster. El costo reputacional que las empresas líderes en tecnologíatendrían que pagar si fallan sería grandísimo.
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El 27 de diciembre, The New York Times le dio un duro golpe a la industria IA: demandó a OpenAI y a Microsoft por utilizar trabajos protegidos por derechos de autor. Esto significa que ChatGPT generó millones de respuestas sin permiso legal. new york times
Este caso expuso la realidad de los billones de personas que utilizan este chatbot. Ya que las respuestas que da y su uso puede infringir la ley. Finalmente las personas conocieron el costo de la democratización de la IA.
Los desarrolladores de IBM, por otro lado, promueven el desarrollo de principios éticos. Según Hugo López, experto sénior en datos e Inteligencia Artificial de IBM Technology, esto se vuelve tangible en el entrenamiento de los modelos IA y la selección de datos.
“Por ejemplo, IBM creó su propio repositorio de datos y se aseguró de filtrarlos para que no tengan ningún sesgo de odio o género. Además, la empresa se aseguró de que no tuvieran derechos de propiedad intelectual”.
Frida Ruh pone en duda el modelo de negocios de OpenAI. Ya que, según su experiencia, las empresas que se aventuran en generar tecnología similar a la de ChatGPT generan más pérdidas que ganancias. Por lo tanto, este tipo de modelos tendrán que generar una forma de hacer negocios que vaya acorde a lo que ofrecen.
En contraparte, Watson de IBM, al estar enfocado en servir a las empresas, tienen un panorama más certero. Elida Godínez comparte que en 2024 los desarrolladores se centrarán en generar herramientas que ayuden a mitigar el cambio climático.
Ante este escenario, la directora de IBM de datos e IA asegura que puede que la realidad que enfrentarán modelos como ChatGPT será dura. A pesar de esto, es innegable que le brindan grandes ventajas a la humanidad.
“Sí creemos en la democratización de la tecnología, pero también que el futuro de la IA está en la posibilidad de ofrecer servicios especializados”.