Los deepfake han llevado las cosas al límite y ahora es un elemento ampliamente utilizado por los cibercriminales para cometer distintos robos. Te decimos cómo cuidarte de las imágenes y videos falsos.
Datos del Foro Económico Mundial indican que el uso de la Inteligencia Artificial (IA) para generar imágenes, videos o audios apócrifos, también llamado deepfake, aumentó en un 900 por ciento de 2019 a 2020.
Esto ha provocado que ha provocado que se utilicen en mayor medida distintos materiales audiovisuales falsos que posteriormente son utilizados para suplantar la identidad de una persona y con ello cometer delitos como el fraude financiero.
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A pesar de que esta práctica se ha vuelto más común, Kaspersky indicó que el 70 por ciento de la población en América Latina desconoce este uso que distintas celular criminales hacen de la IA. En México, este porcentaje llega hasta el 72 por ciento.
Ricardo Robledo, director general y fundador de Tu Identidad, plataforma especializada en validación de identidad de empresas y usuarios, mencionó que el uso de la IA para cometer ciberdelitos representa un gran desafío para el sector financiero.
“Por una parte, están las instituciones, quienes a menudo reciben ataques. Y por otro lado están los usuarios, quienes en ocasiones les suplantan su identidad haciéndose para solicitar productos o servicios a su nombre”, agregó.
El ‘deepfake’ y las interacciones humanas: riesgos y posibilidades
En ambos casos, los deepfake merman la confianza y suponen una amenaza cada vez mayor donde la seguridad debe atenderse como una prioridad.
En este caso la IA, a través de llamadas o chats de video, pueden hacerse pasar por representantes de instituciones financieras empresas para
obtener información confidencial de clientes como números de tarjetas o
contraseñas para realizar transacciones o exigir transferencias.
En este caso los cibercriminales utilizan videos o audios falsos para hacerse pasar por otra persona. En el contexto financiero se suplanta a un cliente legítimo ante un banco institución.
Los deepfake pueden utilizarse para manipular grabaciones de ejecutivos que presentan informes financieros a fin de influir de forma negativa en la percepción de inversionistas. Esto puede afectar a las compañías.