No puedes prever las crisis, pero sí tener un Plan B
Pasó del rock pesado y la melena larga a ser VP de Nestlé. Para Alberto Modiano, las crisis no se pueden prever, pero sí puedes tener a un equipo preparado para enfrentarlas.
Su historia no se parece a ninguna otra. En la prepa, tocaba rock pesado y llevaba la melena larga; luego, estudió ingeniería civil en la Ibero y terminó trabajando por 44 años en Nestlé.
Eran los años 70 cuando tocaba la guitarra en una banda y era fan de Led Zeppelin, Pink Floyd y los Rolling Stones. Ni siquiera le pasaba por la mente que trabajar en una multinacional de alimentos, de origen suizo, se convertiría en parte central de su vida.
Alberto Modiano está recién jubilado como Vicepresidente de Nestlé y hoy es consejero independiente de algunas empresas.
Platicamos con él para el podcast de de GS1 México, Fábrica de Líderes, donde nos contó que se quedó más de media vida en una sola empresa por sus valores, porque nunca dejó de aprender y porque se sintió apreciado.
“Si el propósito de la empresa, los valores de la empresa, se compaginan con tu propósito de vida y con tus valores, haces clic”, dice.
Para Alberto como líder, las crisis siempre fueron oportunidades para crecer.
“Los mejores momentos de la compañía se daban cuando había crisis generalizadas. No porque aprovecharas algún tema con los consumidores, sino que creo que en la vida todos los días te enfrentas a retos, todos los días te enfrentas a crisis. Depende de cómo los manejes, sabrás cómo salir de ellos.”
Pese a que las crisis no se pueden prever, Alberto siempre preparó a su equipo para enfrentar las tormentas con un Plan B.
“No vas a poder evitar que sucedan las cosas, pero cómo reaccionas a las cosas y qué planes B tienes para soportar cualquier desviación que se genere, es principalmente lo que te tiene que mover”, considera.
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Líder ‘chavo ruco’
Apasionado de la música, Alberto Modiano también es amante de la astronomía, de estar al tanto de las nuevas invenciones e innovaciones que surgen.
“Aunque me vean como un chavo ruco, al final me ha gustado tratar de entender cómo funciona la parte digital y reinventarme”, bromea.
Con 44 años dirigiendo todo tipo de equipos, sabe que la base para su liderazgo con resultados fue siempre generar confianza y darles oportunidad a todas y todos de equivocarse, de cometer errores y aprender de ellos.
“La base del trabajo con los equipos es la confianza. Si tú con tu equipo, con tus colaboradores, con tu gente, no tienes confianza, no van a llegar a ningún lado. El equipo tiene que saber que se permite fallar”, dice.
Asegura que cuando se enfrentó a equipos tóxicos o personas tóxicas en sus equipos pocas veces tuvo que tomar la decisión de despedir a alguien.
“El resto del equipo se da cuenta quiénes no están trabajando al mismo ritmo o quiénes están generando los problemas, y ellos mismos lo hacen a un lado, o los mismos colaboradores no encajan y, al no encajar, ellos deciden irse”, explica.
Para Alberto, los verdaderos líderes son aquellas personas que nunca se rinden.
“Lo importante es que si te caes, te vuelvas a levantar. Cáete siete u ocho veces, levántate una más. No es fácil: te caes y sientes que se te cae el mundo encima, pero trabaja sobre lo que quieres hasta que logres hacerlo.”
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