La Inteligencia Artificial está mejorando la experiencia de los empleados al automatizar el tiempo y hacer más eficientes las solicitudes de vacaciones.
Abre cualquier sitio de noticias y existe una gran posibilidad de que te sientas abrumado por los titulares: desde la automatización de procedimientos quirúrgicos, la creación de robots asombrosamente realistas, hasta hacer que las computadoras piensen y actúen como humanos; hay una gran cantidad de información en torno a la Inteligencia Artificial (IA).
Excepto que la mayor parte de la conversación es más ficción que realidad. No es diferente en el área de recursos humanos, ningún sector está inmune a las altas expectativas en torno a la IA.
Y, como en muchas otras industrias, este alboroto a menudo se inclina más hacia lo negativo: una encuesta encontró que un tercio (34 por ciento) de los empleados en el mundo ven el auge de la IA como sinónimo de la sustitución total de sus puestos de trabajo.
Es evidente que gran parte de lo que se dice que la IA puede hacer, ser y convertirse, ni siquiera está en el radar. El temor a la pérdida de empleos debido a la IA está siendo incluso mitigado por analistas de investigación líderes en la industria como Gartner, que actualmente predicen que la IA generará más empleos de los que eliminará y que incluso los avances más prometedores que aún están por llegar, como la cura del cáncer y revertir el envejecimiento, no sucederán hoy, ni mañana, ni siquiera en la próxima década.
Pero eso no quiere decir que la IA no esté ya haciendo avances importantes y beneficiosos en la automatización de algunos procesos laborales. Esto es lo que se conoce como IA práctica: avances en tecnología destinados a eliminar el trabajo administrativo y resolver los problemas reales y generalizados que afectan a la fuerza laboral mundial todos los días, especialmente para aquellos que trabajan por hora.
Desde empleados ansiosos porque sus vacaciones no han sido aprobadas o managers que tienen que pasar horas revisando y gestionando cambios de horario, la IA está comenzando a demostrar su extraordinario potencial para asumir procesos tediosos y que consumen tiempo a los empleados, generan cierta ansiedad y se interponen en el camino del trabajo que realmente tiene importancia para las personas.
No solo estas soluciones ya existen, sino que un tercio de los empleados las ven benéficas junto con la flexibilidad que ofrecen para intercambiar, cubrir y optar por más turnos desde un dispositivo móvil.
Además de automatizar el tiempo, la IA, tal como existe hoy, es excepcional al abordar tareas meticulosas relacionadas con el cumplimiento en el lugar de trabajo. Por ejemplo: una empleada registra su entrada tres minutos antes y registra su salida cinco minutos después de su turno.
Su líder, tal vez sin querer o en el peor de los casos, intencionalmente, podría restar esos ocho minutos extra de su registro para cumplir con los objetivos laborales, posiblemente sin darse cuenta de que esto constituye una grave infracción a las regulaciones laborales.
Es aquí donde la IA práctica actúa como un auditor, sumergiéndose en grandes cantidades de datos para identificar cuándo y dónde ocurren con mayor frecuencia comportamientos de riesgo.
Luego, puede proporcionar información de fácil comprensión para que los gerentes puedan ser educados acerca de las posibles multas y la importancia de garantizar que los empleados sean remunerados por el tiempo que trabajan.
La IA es una herramienta para el ser humano, no un sustituto
Si bien existen oportunidades para que la IA continúe desarrollándose y realice cambios realmente grandes en nuestra sociedad, actualmente ya se están viendo avances importantes que están mejorando la vida laboral tanto de los empleados como de los empleadores.
La verdadera promesa de la IA es que está comenzando a (y continuará) facilitar los trabajos eliminando barreras de colaboración y comunicación; cultivando confianza y transparencia e impulsando el compromiso a medida que los empleados reciben un pago justo, tienen suficiente tiempo libre para mantenerse despejados, se sienten libres de distracciones y pueden concentrarse en el trabajo que realmente les toca hacer.
Todos conocemos la incertidumbre que genera el enviar una solicitud de vacaciones y esperar días por su aprobación. Incluso si ya has hablado con tu gerente al respecto o sabes que tienes suficiente tiempo acumulado, es común sentirse inquieto hasta que las vacaciones han sido aprobadas.
Al aprovechar la IA y el aprendizaje automático, los sistemas óptimos pueden empoderar a los empleados para tomar más control entre la vida laboral y personal y así ayudar a los managers, directores, etc., con el proceso repetitivo y manual de revisar las solicitudes de días libres.
Nueve de cada diez empleados piensan que su empresa podría mejorar los procesos de organización, con el 28 por ciento deseando que las compañías adoptaran la auto programación. No parece ser una solicitud irrazonable. Después de todo, ¿quién mejor para determinar qué es un buen horario para un empleado que el propio empleado?
La auto programación ha sido una tendencia en crecimiento durante los últimos años, y ahora, junto con la IA práctica, los empleados ni siquiera tienen que pasar por el proceso de elaborar su propio horario. La IA práctica puede ver los últimos seis meses del horario del empleado y analizar qué turnos realmente trabajaron, de cuáles se intercambiaron, en cuáles se incorporaron e incluso los tipos de trabajos que más les gusta hacer y las personas con las que prefieren trabajar para ofrecer un horario personalizado.
Esto no solo agiliza los procesos, sino que también asegura que se cumplan tanto las preferencias de los empleados como las necesidades del negocio.
¿Qué, preocuparme por la Inteligencia Artificial?
Imagina que tu niñera cancela en el último minuto o tu cita con el dentista se retrasa una hora y hay una urgencia de última hora para encontrar a alguien que tome tu turno, llamando, enviando mensajes de texto y publicando en las redes sociales con la esperanza de encontrar a un suplente.
Aun así, no hay garantía de que un gerente aprobará el cambio. Esto agrega estrés a una situación y a menudo requiere demasiados puntos de contacto en el pequeño intervalo de tiempo que se tiene.
Las organizaciones están utilizando la IA práctica para ayudar a sus empleados a eliminar el estrés y los inconvenientes del cambio de turnos. El sistema ya sabe quién está programado, quién está disponible y si un determinado horario se alinea con las preferencias de un empleado.
A partir de ahí, puede hacer recomendaciones inteligentes basadas en con quién has cambiado turnos anteriormente y quién ha cubierto turnos similares en intervalos de tiempo similares en el pasado, y puede autorizar el cambio de turno en el sistema sin necesidad de intervención del supervisor.