Hablar de salario emocional y de estrategias para retener el talento es sólo hablar de ‘curitas’ para tratar de tapar problemas de fondo en la cultura laboral de las empresas y de quema emocional de los equipos. Aquí te comparto 5 pilares para construir un ambiente de bienestar en tu organización y lograr el desarrollo integral de tus colaboradores.
Me quedé fría. No lo podía creer. En pleno siglo XXI y una pandemia después aún prevalecen los líderes de empresas que tienen nulo interés en las personas que trabajan para ellos, líderes que sólo están buscando tapar hoyos en una crisis profunda de quema emocional, desgaste y caída en la productividad.
Hace unos días, tuve una sesión por Zoom con una gerente de Recursos Humanos de un importante grupo empresarial de origen mexicano, pero con presencia global.
Ella estaba interesada en los servicios de mi empresa, Pausas, pues necesitaba ayuda para motivar a su equipo y para combatir el burnout que estaba causando estragos en la productividad de la empresa.
Al conectarnos, antes de un “Buen día”, lo primero que me compartió fue que sólo tenía 30 minutos, ya que su día estaba lleno de reuniones: “Tú entiendes cómo es esto de tener el día saturado. Sé breve, por favor.”
Ella me contó lo que pasaba en su empresa: “Mi equipo está exhausto. No hay interés. Les cuesta motivarse y me está costando mucho trabajo integrarlos a otro equipo. Quiero que me compartas cómo llevas a cabo tus sesiones para que yo la dirija, junto contigo, ya que yo soy la líder. Nosotros implementamos este tipo de dinámicas, pues creemos en el salario emocional.”
Este diálogo nos muestra a una directiva en una posición relevante a quien le cuesta delegar, que no quiere perder el control y le urge retener al talento.
Para apagar este fuego que tiene quemado a su equipo y motivarlos, esta líder sólo buscaba “curitas” y no soluciones de fondo.
Como ella, existe un alto porcentaje de dirigentes con la misma mentalidad sobre el “salario emocional”, un término que incomoda y no es congruente. Dirigentes que asfixian y queman a sus colaboradores, pero que dan algunos “beneficios” para evitar que la bomba les explote en la cara.
Te pongo un salón de juegos y clases de yoga semanales, con tal de que trabajes más de 10 horas y no te quejes de explotación. Ejemplos como este, hay muchos.
Si tiene que retener a su talento significa que la empresa no lo está haciendo bien. Los colaboradores que no padecen burnout, que son vistos como un seres humanos integrales, a quienes se le ofrece un ambiente laboral de respeto, que les permite su desarrollo y crecimiento, no querrán irse de la empresa nunca.
El salario emocional (visto como las ventajas que ofrece la empresa a sus empleados) siempre debe responder a una estrategia y a un estudio del público meta. “Es mal recibido cuando se trabaja sin congruencia, como una mal aplicada palmadita en la espalda, con acciones inconexas”, explica Margaret Rose Grigsby, coach ejecutiva en estrategia y liderazgo de BrainPower Latin America.
La experta, incluso, advierte que “cuando la organización no se preocupa por el desarrollo emocional de sus colaboradores y llega una compensación de este tipo, más bien podría tener un efecto inverso al que buscan las altas jerarquías”.
Los resultados negativos más comunes de una compensación mal aplicada son:
¿Y si en lugar de continuar cubriendo con las curitas del salario emocional comenzamos a tener mejores prácticas, aquellas que en congruencia resuenen con el propósito y misión de tu empresa o ecosistema?
El buen ambiente laboral no es parte de un salario emocional, sino forma parte de una cultura organizacional que tiene prácticas sanas, en armonía, inspiradoras y congruentes, que crea rutinas y rituales adecuados, y optimiza la contención de sus colaboradores.
La compatibilidad entre la vida personal y profesional es un derecho. Dejemos de explotar y pretender mantener un alto rendimiento a costa del bienestar integral de los colaboradores. Ninguna empresa es viable con estas prácticas en el mediano y largo plazos.
Cuando tu compañía trabaja para generar y sostener estas mejores prácticas para el desarrollo de sus colaboradores, entonces logra personas felices que, al mismo tiempo, son equipos de alto rendimiento y productivos, personas que no necesitan ser retenidas porque están en la empresa convencidos y comprometidos de forma genuina.
¿Estás listo para volverte un agente de cambio en tu empresa y llevar a tu equipo a su máximo nivel como personas y como profesionales?
Si tu respuesta es sí, aquí te comparto 5 acciones para “quitar la curitas” y crear una nueva ruta para implementar mejores prácticas con tu equipo de colaboradores y tener resultados extraordinarios creando mejores prácticas como líder:
“Los empleados que están en capacidad de equilibrar su vida profesional y personal, trabajar con un horario flexible, tienen un supervisor que reconoce su trabajo y proporciona un sentido de autonomía, se benefician de un buen ambiente de trabajo con oportunidades de formación y crecimiento dentro de la empresa son, por lo general, personas mucho más comprometidas”, asegura Grigsby.
Así que, si deseas atender el ausentismo, la alta rotación en tu empresa y la falta de inspiración de tu equipo, comienza a construir estas mejores prácticas que serán el reemplazo de las curitas y se transformarán en la firma distintiva de tu empresa, donde ya no será necesario “retener” al talento, pues será un lugar donde todos querrán trabajar.
Uno de los libros de referencia que más utilizo para tener una productividad extraordinaria es The 5 Choices, de Kory Kogon, Adam Merrill y Leena Rinne, que es una guía práctica con consejos de gestión del tiempo y priorización y pautas sobre cómo administrar nuestra energía mental y física. Hoy en día todos queremos un balance en la vida cotidiana, y un paso importante para lograrlo es tener una administración eficiente de nuestro tiempo y energía.
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