En una y mil ocasiones nos han dicho cómo se realiza un correcto lavado de manos, pero ¿lo realizamos de la forma adecuada? ¿será que efectivamente eliminamos los agentes patógenos que pueden ocasionarnos una enfermedad? Lamentablemente parece poco probable.
Muchas veces es complicado medir el impacto de acciones pequeñas que tienen grandes repercusiones.
Tal vez ya tienes idea del lugar al que nos dirigimos tras haber leído el título, pero profundicemos en el tema.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 80 por ciento de todas las infecciones son transmitidas a través de las manos.
Si damos la correcta dimensión a ese dato y tomamos en cuenta que ponemos las manos en todas partes, podremos darnos cuenta de la importancia de una correcta higiene de estas partes del cuerpo que desde el inicio de la humanidad han sido un factor clave en nuestra supervivencia y evolución.
Otro dato de la OMS señala que al mejorar la higiene de manos en los entornos de la atención a la salud se pueden ahorrar 16.5 dólares por cada dólar invertido; es decir, ello tiene repercusiones económicas robustas.
El gran impacto de algo simple: el lavado de manos
Si trasladamos esto al sector de Alimentos y Bebidas (A&B), ¿cuál es el efecto que tiene o puede tener el lavado de manos? Si se realiza correctamente por parte de quienes preparan la comida y quienes la consumen, los beneficios en términos de salud, economía y reputación son incalculables.
Por el contrario, cuando se realiza de manera deficiente (o no se realiza), las consecuencias pueden ser poco menos que catastróficas.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), entre los factores que contribuyen a las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA) 25 por ciento se debe a una pobre higiene personal (porcentaje que incluye el lavado de manos).
Otros datos de la OMS revelan que más de 400 mil personas al año mueren a causa de alguna enfermedad transmitida por alimentos (ETA) y 600 millones enferman sin consecuencias fatales.
Todo ello se puede traducir en 110 mil millones de dólares perdidos en productividad o gastos médicos (la mayor parte en países en desarrollo), o 33 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad.
Muchos de esos alimentos adquirieron contaminantes debido a una manipulación inadecuada o sin una correcta higiene de manos (aunque no existen cifras específicas al respecto).
Las cifras correspondientes a México no son mucho más halagüeñas. En nuestro país se registran alrededor de 50 millones de enfermedades relacionadas con alimentos, de acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica a lo que se suman 77 millones de casos de ETA en América Latina, de los cuales 31 millones corresponden a enfermedades contraídas por niños menores de cinco años.
Agua contaminada en México: Los estados más afectados históricamente
En una y mil ocasiones nos han dicho cómo se realiza un correcto lavado de manos, pero ¿lo realizamos de la forma adecuada?, ¿realmente seguimos el procedimiento?, ¿será que efectivamente eliminamos los agentes patógenos que pueden ocasionarnos una enfermedad? Lamentablemente parece poco probable.
En un estudio realizado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) que observó a personas preparando alimentos, señaló que en 97 por ciento de las ocasiones, los participantes se lavaron incorrectamente las manos. Sí, leíste bien… ¡97 por ciento!
¿Y qué se puede hacer en el sector para evitar la transmisión de enfermedades a partir de la higiene de manos? Aunque es una actividad que resulta un tanto personal, es posible dar seguimiento y apoyarse de distintas innovaciones para contribuir a que se cumpla periódica y correctamente, al menos en los sitios de producción, preparación y venta del alimentos.
A través de programas de control de lavado de manos, es posible incrementar el nivel de cumplimiento entre 86 y 90 por ciento.
Dichos programas deben incluir el uso de jabones especializados en desinfección e instalaciones especialmente destinadas para ello, pues ello evita la contaminación de las manos hacia los utensilios de cocina o viceversa.
Para aumentar el nivel de efectividad, la tecnología también juega un papel destacado, pues actualmente existen sistemas electrónicos que están diseñados para ayudar a alcanzar el mayor nivel de cumplimiento sostenido de higiene de manos y con ello reducir dispersión de agentes patógenos, contaminación o contagio de enfermedades a través de los alimentos.
Y cuéntame… ¿tú te lavas correctamente las manos? En sitios como restaurantes u hoteles, ¿ha visto que el personal lo haga de una forma adecuada?, ¿tenías idea de todo lo que puede ocasionar un deficiente lavado de manos?
Talía Gálvez es Líder de la División de Food Retail Services de Ecolab Latinoamérica Norte