En un mundo saturado de voces, la credibilidad no se exige: se demuestra. Por eso, antes de hablar, el verdadero líder escucha. Antes de convencer, se compromete. Antes de inspirar, vive lo que predica.
Cuando un discurso es capaz de mover corazones, convencer mentes y transformar realidades, es porque ha dominado las tres claves de la persuasión que Aristóteles identificó hace más de dos mil años: Ethos, Pathos y Logos.
Como diría el empresario, escritor y conferencista estadounidense de ascendencia japonesa, Robert Kiyosaki:
MIT SMR México se financia mediante anuncios y socios“Si deseas ser un líder, necesitas ser el amo de las palabras”.
Por lo que estas tres dimensiones no son solo herramientas retóricas, sino las columnas que sostienen toda conferencia que aspira a inspirar y dejar huella.
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Ethos: la credibilidad que sostiene la palabra
El Ethos es la autoridad moral y la credibilidad del orador. No se trata solamente de títulos o logros acumulados, sino de la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Por ejemplo, un líder que habla de empatía, pero actúa con arrogancia destruye su Ethos en segundos.
Por el contrario, una persona que encarna sus principios —que habla desde la experiencia, el ejemplo y la integridad— construye una reputación sólida que se convierte en su mayor herramienta persuasiva.
En un mundo saturado de voces, la credibilidad no se exige: se demuestra. Por eso, antes de hablar, el verdadero líder escucha. Antes de convencer, se compromete. Antes de inspirar, vive lo que predica.
Pathos: la emoción que despierta el alma
El Pathos es la dimensión emocional del discurso. Es aquello que conecta con los sentimientos más profundos del público: el miedo, la esperanza, la rabia y el amor, entre otras emociones.
Es el arte de tocar las fibras sensibles sin manipularlas; de provocar empatía sin caer en el sentimentalismo superficial.
Hoy más que nunca, en una era de estímulos inmediatos, los discursos que apelan únicamente al Pathos corren el riesgo de ser virales, pero vacíos. Por eso, es necesario ir más allá de la emoción momentánea. El objetivo no debe ser solo conmover e impresionar, sino inspirar y mover a la acción.
Cuando un discurso logra que alguien se vea reflejado en él, cuando despierta un recuerdo, un deseo, una convicción… entonces la emoción se convierte en energía transformadora.
Logos: la razón que construye el puente con las audiencias
El Logos es la lógica, el argumento y la evidencia. Es el componente racional que estructura el mensaje y lo hace comprensible, verificable y sólido.
A través de cifras, datos, ejemplos y analogías, se da sustento al discurso y evita que se desintegre ante la crítica o el escepticismo.
Sin Logos, cualquier mensaje se convierte en una promesa sin base. En cambio, cuando se estructura un discurso con claridad, secuencia y propósito, se construye un puente de entendimiento entre el emisor y el receptor.
De esta forma, un buen discurso no solo emociona o convence: explica, responde preguntas, anticipa objeciones, está abierto al debate y ofrece caminos claros.
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Y ahora… un discurso
A continuación, te comparto algunos ejemplos de discursos reales y ficticios que aplican de manera magistral de las tres dimensiones aristotélicas de la persuasión:
Martin Luther King Jr. – I Have a Dream
- Ethos: King habla como líder religioso y activista respetado, con credibilidad moral y autoridad ética.
- Pathos: Relata el sueño de ver a sus hijos vivir en una nación libre de racismo, apelando a la emoción y esperanza colectiva.
Logos: Expone datos históricos, referencias a la Constitución y a la Declaración de Independencia para argumentar la injusticia del sistema segregacionista.
Malala Yousafzai (autobiografía y discurso en la ONU)
- Ethos: Malala, activista paquistaní y persona más joven en ganar el Premio Nobel de la Paz, habla como sobreviviente de un atentado y activista por la educación, con credibilidad por experiencia propia.
- Pathos: Narra su vivencia personal, el dolor y la lucha por estudiar en un contexto adverso, despertando empatía y solidaridad.
- Logos: Argumenta con cifras de cuántas niñas en el mundo no tienen acceso a la educación, mostrando la magnitud del problema.
En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness-2006)
- Ethos: Película basada en la historia real de Chris Gardner, un hombre que pasó de la pobreza extrema al éxito en Wall Street.
- Pathos: Se muestran las dificultades de un padre soltero que lucha por sacar adelante a su hijo, apelando a la empatía y esperanza.
- Logos: La narrativa incluye la lógica del esfuerzo, el sacrificio y la perseverancia como caminos que llevan a resultados tangibles.
El discurso de Bane (Batman: The Dark Knight Rises – 2012)
- Ethos: El villano se presenta como libertador del pueblo, revelando la corrupción de Harvey Dent (Dos Caras) y posicionándose como un líder con autoridad moral.
- Pathos: Enciende la rabia y la esperanza de los ciudadanos al proclamar que “Gotham les pertenece”, apelando al resentimiento contra las élites.
- Logos: Justifica la rebelión con un argumento lógico: si la paz se basaba en una mentira y en corrupción, entonces debe ser destruida.
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Trascender la palabra: inspirar para la acción
Por otra parte, Ethos, Pathos y Logos son más que técnicas retóricas: son un triángulo de poder. Juntas, estas tres dimensiones convierten un discurso en un instrumento de liderazgo, cambio y legado.
Hoy, en un mundo que necesita referentes auténticos, ideas valientes y narrativas con sentido, dominar este arte no es un lujo: es una responsabilidad.
Porque quien domina el discurso tiene la capacidad de reconstruir imaginarios sociales, de sembrar esperanza, de mover a miles con una sola idea bien dicha o transformar la cultura de una organización.
Pero más allá de la emoción del momento, lo que realmente distingue a un speech legendario es su capacidad de trascender, vivir en quienes lo escucharon y encender una chispa que no se apaga con los aplausos. Esto se convierte en acción, transformación y legado.
Sin duda, los grandes discursos no se recuerdan solo por lo que dijeron, sino por lo que provocaron. Y tú, ¿ya aplicaste Ethos, Pathos y Logos para crear tu próximo discurso de leyenda?
Te recomendamosMario A. Esparza
Estratega en Comunicación Holística y Reputación Corporativa PR mentor, content hacker, reputation evangelist y storyteller con más de 17 años de experiencia en comunicación holística, relaciones públicas y reputación corporativa. Barista, melómano y Co-autor del libro Comunicación Corporativa 4.1, en tiempos de crisis.y recibe contenido exclusivo


