El veredicto de Trump: Un día triste para la democracia
El Partido Demócrata ha fallado. No porque haya hecho mal al denunciar o enjuiciar a Trump, sino porque “los juicios políticos” han sido su gran punto de enfoque. Tampoco han promovido sus propias políticas o el impacto económico que han tenido.
Señoras y señores, oficialmente tenemos la contienda presidencial de: el “corrupto” Joe Biden contra “el criminal convicto” Donald Trump.
Esa será la narrativa que dominará los anuncios y ataques políticos de ambos candidatos antes de las elecciones del 5 de noviembre.
Habrá quienes argumenten que el veredicto del primer caso en contra del expresidente Trump (convicto de falsificar documentos para encubrir pagos secretos de su fondo de campaña a una actriz de material adulto) es un triunfo del sistema legal, pero la realidad es que es un día triste para la democracia.
En Estados Unidos sí existe un estándar de los valores e imagen que debe tener un presidente.
Eso no quiere decir que no tengan faltas o, inclusive, que no hayan cometido un delito anteriormente.
Pero pensar que un criminal convicto de un delito grave sería el candidato presidencial del Partido Republicano y que podría volver a ser presidente es realmente insólito. Resalto al Partido Republicano porque el tema del “orden y justicia” es gran parte de su identidad.
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Un país de contrastes
Estados Unidos es un país totalmente dividido. El extremismo, fanatismo, las políticas partidistas y la insistencia en consumir noticias a través de la cámara de eco es lo que hacen que esto sea posible.
En los próximos días habrá encuestas que tratarán de vender la idea de que el expresidente Trump perdió popularidad por el veredicto o que el presidente Biden ganó puntos porcentuales en estados cruciales para la elección a causa de este. Pero no será cierto, es “fake news”.
Debemos tomar en cuenta que la frase “el juicio político de Donald Trump” es una que ha sido dominante en la cultura popular desde el 2019, cuando la Cámara de Representantes votó a favor del proceso de destitución del presidente Trump por abuso de poder y obstrucción del Congreso.
En enero del 2021, el Congreso volvió a votar a favor del proceso de destitución, pero esta vez por incitar la famosa insurrección del 6 de enero. En ambas ocasiones, el Senado (controlado por el Partido Republicano) lo absolvió.
Si tomamos en cuenta que el proceso judicial de este y tres otros casos pendientes comenzó desde el 2021, el pueblo americano lleva más de cinco años escuchando arduamente los efectos de “los juicios políticos” de Trump, y aun así su popularidad se mantiene. Este veredicto solo impulsa más a sus simpatizantes.
Esto es culpa del mismo Partido Demócrata. No porque hayan hecho mal al denunciar o enjuiciar a Trump, sino porque “los juicios políticos” han sido su gran punto de enfoque.
¿Convertir al sistema judicial en un arma?
El Partido Demócrata también ha fallado al no promover sus propias políticas o el impacto económico que han tenido – la economía evitó una recesión, el nivel de desempleo está en su nivel más bajo en casi 50 años, el índice industrial Dow Jones estableció una nueva alta histórica este mes.
Claro que Biden utiliza estos puntos en todos sus discursos, pero me estoy refiriendo a la cámara de eco y lo que promueven los comentaristas políticos partidistas.
El éxito y sus victorias están marcadas por cuánto le pueden hacer la vida imposible a Trump y no en los logros del partido. Tomemos, por ejemplo, el caso de mi futuro senador, Adam Schiff.
El primer panfleto que recibí de su campaña decía que él estaba orgulloso de haber sido el abogado que lideró el primer caso de destitución en el Congreso contra Trump.
En un estado demócrata como California eso es una gran aprobación, pero para los votantes en los estados que realmente decidirán esta elección, no significa nada.
“Están convirtiendo el sistema judicial en un arma”
Este es el argumento principal de los simpatizantes del expresidente, y al pensar que aún faltan tres casos más por resolver – dos casos federales de intervención en las elecciones y uno por poseer documentos confidenciales – es fácil ver cómo ese argumento no perderá su relevancia.
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Al final, el único que decide es el pueblo…
Esta elección, muy similar a lo que ocurrirá en México este domingo, será una elección basada en el populismo y la movilización de votantes de cada partido.
El tratar de convencer a alguien de cambiar su voto o influenciar a los votantes independientes no existe y es una gran pérdida de tiempo.
La gente ya sabe por quién va a votar y nada los hará cambiar de opinión, ni siquiera que su candidato sea un criminal convicto.
Tanto Biden como Trump lo enfatizaron en sus declaraciones luego de que se le declarara culpable al expresidente en el juicio:
“El verdadero jurado será el pueblo americano y darán su veredicto el 5 de noviembre en las urnas.”