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El poder de las empresas ambidiestras: Innovación y eficiencia en armonía

Si bien el camino hacia la ambidiestralidad puede ser desafiante, las recompensas en términos de resiliencia, competitividad y atracción de talento hacen que este modelo valga la pena la inversión.

Como parte de los estudios que estoy haciendo, tuve la oportunidad de asistir a un curso en el Instituto Internacional para el Desarrollo de la Gestión (IMD) en Lausana, Suiza, donde tomé una clase con Patrick Reinmoeller, un experto en gestión estratégica e innovación.

Durante la clase, Reinmoeller nos introdujo al fascinante concepto de las empresas ambidiestras, un modelo que equilibra la eficiencia operativa con la capacidad de innovación.

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Esta combinación, según Reinmoeller, es crucial para el éxito empresarial en el dinámico y competitivo panorama actual.

Una empresa ambidiestra es aquella que logra equilibrar dos objetivos aparentemente contradictorios:

  1. La eficiencia en la explotación de su negocio actual.

2. La exploración de nuevas oportunidades de innovación.

En otras palabras, son capaces de gestionar con éxito sus operaciones cotidianas mientras invierten en la innovación y el desarrollo de nuevas iniciativas que pueden garantizar su relevancia futura.

Un estudio realizado por O’Reilly y Tushman, publicado en la Harvard Business Review, destaca que las empresas ambidiestras tienen un 90 por ciento más de probabilidades de sobrevivir y prosperar a largo plazo en comparación con aquellas que no logran equilibrar la explotación y la exploración.[1]

La capacidad de una empresa para ser ambidiestra radica en su estructura organizativa, su cultura y sus procesos.

La creación de un entorno que fomente tanto la eficiencia operativa como la creatividad requiere de un liderazgo visionario y de una cultura corporativa que valore y premie tanto la estabilidad como la innovación.

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La fórmula detrás de su éxito

Para comprender por qué el modelo de las empresas ambidiestras es tan efectivo, es fundamental desglosar sus componentes esenciales.

Por un lado, estas empresas se centran en la explotación, que implica optimizar sus procesos actuales, mejorar la calidad de sus productos y servicios, y maximizar la eficiencia operativa.

Esto no solo asegura la rentabilidad y la competitividad en el corto plazo, sino que también sienta una base sólida para el crecimiento continuo.

Por otro lado, la exploración dentro de una empresa ambidiestra se refiere a la búsqueda constante de nuevas oportunidades.

Ya sea a través del desarrollo de nuevos productos, la entrada en mercados emergentes o la adopción de tecnologías disruptivas.

Esta orientación hacia la innovación permite a las empresas anticiparse a los cambios del mercado y adaptarse rápidamente a las nuevas tendencias, asegurando su relevancia y competitividad a largo plazo.

Un ejemplo paradigmático de una empresa ambidiestra es 3M. Esta compañía ha sido capaz de mantener una sólida eficiencia operativa en sus negocios tradicionales, como la producción de cintas adhesivas y productos de oficina, al mismo tiempo que invierte significativamente en innovación.

El famoso lema de 3M, “el 15 por ciento del tiempo”, permite a sus empleados dedicar un porcentaje de su tiempo laboral a proyectos personales de investigación y desarrollo.

Esta política ha resultado en la creación de productos revolucionarios como los post-it y las mascarillas N95.

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Ventajas competitivas de las empresas ambidiestras

Las empresas ambidiestras disfrutan de varias ventajas competitivas significativas.

En primer lugar, su capacidad para innovar continuamente les permite mantenerse a la vanguardia de su industria y adaptarse rápidamente a los cambios del mercado.

Esto es crucial en un mundo donde las preferencias de los consumidores y las tecnologías están en constante evolución.

En segundo lugar, estas empresas suelen ser más resilientes ante las crisis. La diversificación de sus ingresos y la capacidad para pivotar rápidamente hacia nuevas oportunidades les permite mitigar los riesgos asociados con la dependencia de una sola fuente de ingresos o mercado.

Durante la pandemia de COVID-19, por ejemplo, muchas empresas ambidiestras pudieron adaptarse rápidamente y encontrar nuevas formas de operar, mientras que otras quedaron atrapadas en modelos de negocio obsoletos.

Finalmente, las empresas ambidiestras atraen y retienen mejor el talento. Los profesionales talentosos buscan entornos laborales que les ofrezcan tanto estabilidad como oportunidades para la creatividad y el crecimiento profesional.

Las empresas que pueden proporcionar esta combinación son más atractivas para los empleados de alto rendimiento, lo que a su vez mejora su capacidad para innovar y mantenerse competitivas.

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Desafíos de aplicar este modelo

A pesar de sus numerosas ventajas, el camino hacia la ambidiestralidad no está exento de desafíos.

La principal dificultad radica en encontrar el equilibrio adecuado entre explotación y exploración.

Demasiado enfoque en la eficiencia operativa puede llevar a la obsolescencia, mientras que un énfasis excesivo en la innovación puede resultar en una falta de rentabilidad a corto plazo.

Además, la implementación de una estrategia ambidiestra requiere un cambio cultural significativo.

Los líderes deben ser capaces de fomentar una mentalidad de innovación sin sacrificar la excelencia operativa.

Esto a menudo implica la creación de equipos dedicados a la exploración que operen de manera semi-independiente de las unidades de negocio tradicionales, así como la implementación de sistemas de incentivos que recompensen tanto la eficiencia como la innovación.

En conclusión, las empresas ambidiestras representan el modelo de negocio ideal en el mundo empresarial actual.

Si bien el camino hacia la ambidiestralidad puede ser desafiante, las recompensas en términos de resiliencia, competitividad y atracción de talento hacen que este modelo valga la pena la inversión.

En un mundo donde el cambio es la única constante, ser ambidiestro no es solo una ventaja, sino una necesidad para el éxito sostenible.


REFERENCIAS

[1] O’Reilly, Charles A. y Michael L. Tushman. “The Ambidextrous Organization.” Harvard Business Review, abril de 2004. https://store.hbr.org/product/ambidextrous-organization/R0404D