No se trata de adaptarse por obligación a la Inteligencia Artificial, sino de aprovechar la oportunidad de construir organizaciones más resilientes, humanas y sostenibles, a la vez que más eficientes.
Durante demasiado tiempo la contratación se entendió como una transacción: cubrir vacantes y cumplir objetivos. Ese enfoque ya no alcanza.
Hace años, cuando pensábamos en el futuro del trabajo, lo imaginábamos con robots y hologramas que “algún día” llegarían. Hoy ese futuro tiene otra forma: agentes de IA capaces de analizar datos y ejecutar acciones en los mismos flujos donde trabajamos.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosTanta fuerza han adquirido que, según Microsoft, en Colombia nueve de cada diez tomadores de decisión prevén integrarlos a sus equipos en los próximos 12 a 18 meses; y una gran parte de ellos espera que sus talentos los entrenen y gestionen en los próximos cinco años. Lejos de ser una amenaza, esto abre una oportunidad para replantear la estrategia de contratación y gestión del talento.
En un contexto donde el 53 por ciento de los líderes ve urgente elevar la productividad y el 80 por ciento de los colaboradores dice no tener tiempo ni energía suficientes por el exceso de reuniones, la IA puede liberar capacidad para lo humano: relación, criterio y creatividad.
En este escenario, donde los agentes empiezan a formar parte de los equipos, con acceso global al talento y fronteras difuminadas gracias al trabajo remoto, no se trata solo de llenar un puesto: hay que diseñar crecimiento sostenible alineado con la visión de la empresa.
La IA se volverá el Tinder de los Recursos Humanos en los próximos dos años
Definir con claridad el perfil y las condiciones sigue siendo clave, pero el verdadero salto ocurre cuando eso se conecta con tecnología que agiliza y eleva la calidad de cada paso.
Desde coordinar entrevistas, generar contratos, verificar su cumplimiento legal o identificar mercados para buscar personal, hasta evaluar performance y enviar encuestas de clima laboral puede ser hoy más preciso con agentes integrados en los sistemas de Recursos Humanos.
Así, las tareas más repetitivas dejan de consumir tiempo y los líderes pueden enfocarse estratégicamente en atraer, desarrollar y retener al talento que impulsa el crecimiento.
Las organizaciones que ya utilizan estas soluciones demuestran resultados potentes: menos errores, decisiones mejor informadas y más productividad. Eso sí, pueden existir desafíos.
La IA no exime de actuar conforme a las reglas sobre privacidad y transparencia. Adoptar agentes implica reforzar políticas y mantener estándares. La clave es recordar que la eficiencia no puede ir en detrimento de la confianza.
Con esto en mente, conviene anticiparse: estructuras flexibles, personal capacitado para convivir con asistentes virtuales y condiciones que atraigan, retengan y desarrollen al mejor talento. No se trata de adaptarse por obligación, sino de aprovechar la oportunidad de construir organizaciones más resilientes, humanas y sostenibles, a la vez que más eficientes.
Hoy, más que nunca, el talento es el diferencial. Apostar por él, de forma ética y estratégica, es el camino para crecer. Y esa oportunidad, gracias a la IA, está al alcance de todos. Ya no se trata de si incorporo IA o no a mi negocio, sino de cuándo para que mi competidor no tome ventaja.
Natalia Jiménez es directora de Desarrollo de Negocios para Latinoamérica en Deel.