“Todes”, 10 puntos por lo que usar lenguaje inclusivo en la oficina es buena idea
Utilizar lenguaje inclusivo en la oficina les permite a los colaboradores LGBTIQ+ construir su identidad y dignificar a la comunidad que representan.
El idioma es poderoso, le brinda a los colaboradores la oportunidad de comunicarse respetando su individualidad. Sin embargo, las personas que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+ no se sienten representadas debido a que algunas palabras perpetúan identidades binarias. Como respuesta, surgió el lenguaje inclusivo. Por ejemplo “todes”.
Un estudio de la Universidad de Stanford encontró que en la actualidad muchos hablantes transmiten ideas bien intencionadas que continúan alimentando los estereotipos de género. Ese tipo de fenómenos hacen que los miembros de la comunidad LGBTIQ+ se sientan desacreditados en sus labores e incluso discriminados.
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Actualmente los colaboradores son más diversos. Provienen de distintas culturas y tienen identidades diferentes, más allá de las heteronormadas, por lo tanto es necesario que los líderes y colaboradores de una organización se vuelvan conscientes sobre cómo la forma en la que sus palabras afectan a sus colegas.
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Con el fin de satisfacer las necesidades de una fuerza laboral cada vez más diversas se vuelve cada vez más necesario hacer que los colaboradores estén dispuestos a apropiarse de nuevas formas de lenguaje más inclusivas.
Si bien, su uso muchas veces es visto como algo “no natural” porque no es ampliamente utilizado, un estudio de Deloitte explicó que generar un ambiente equitativo requiere compromiso por parte de todos los trabajadores de un negocio.
“La inclusión requiere examinar y corregir el sesgo y el racismo integrados en las decisiones cotidianas, que pueden parecer justas en la superficie”.
1. Fomenta sentido de pertenencia
Comenzar a utilizar lenguaje inclusivo mientras se fomenta una cultura de pertenencia hace que los colaboradores que pertenecen a la comunidad LGBTIQ+ se sientan más cercanos a su organización, de acuerdo con el análisis “El poder del lenguaje inclusivo” de Deloitte.
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2. Genera un cambio cultural
Ese mismo estudio explica que cada vez que los colaboradores utilizan palabras inclusivas generan un cambio cultural que permea en su organización. Eso significa que la organización conforme pasa el tiempo verá de forma cada vez más natural el uso de un nuevo lenguaje.
3. Dignifica a los colaboradores históricamente marginados
Los miembros de la comunidad LGBTIQ+ a lo largo de su vida se han tenido que enfrentar a distintas prácticas discriminatorias en muchos aspectos de su vida. Por eso, reconocerlos a través del uso del lenguaje inclusivo los dignifica y les brinda una identidad que la sociedad históricamente les ha negado, según Deloitte.
4. Deconstruye prácticas machistas
En el mismo estudio se explica que el español y otros idiomas únicamente aceptan dos géneros: masculino y femenino. Este fenómeno permite la perpetuación de estereotipos y con ello, prácticas machistas. Al cambiar el lenguaje los colaboradores se preguntarán de forma diaria si realmente son respetuosos con las colaboradoras y personas con otro tipo de identidad sexual.
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5. Prioriza a las personas
Cuando se utilizan pronombres neutros o se refieren correctamente a una persona en silla de ruedas como “persona con discapacidad”, en lugar de “discapacitado”, los colaboradores recuerdan que la persona con la que están creando un diálogo es humano y va más allá de cualquier característica que tengan. Por ejemplo, si es hombre o mujer, de acuerdo con el documento.
6. Toma en cuenta el contexto e historia de las personas
Según el Banco Interamericano de Desarrollo, algunos miembros de la comunidad LGBTIQ+ han sido discriminados y su lucha no es reconocida. Al referirse a ellos utilizando pronombres inclusivos le da el lugar a la batalla de identidad que han tenido que librar a lo largo de su vida.
7. Incentiva la selección consciente de palabras y de actitudes
Cuando una persona comienza a usar el lenguaje inclusivo se hace más consciente respecto a las palabras que elige y también se sensibiliza respecto a cómo ella puede hacer sentir a quien las escucha. Eso muchas veces se extrapola a sus acciones, de acuerdo con la institución.
8. Permite a los colaboradores la libertad de determinar quienes son
El lenguaje es clave para su autoidentificación de aquellas personas que no se identifican como hombres o mujeres. Quienes tienen género fluido, pertenecen a la comunidad queer o son transexuales agradecen su uso ya que les permite afianzar el sentimiento de tener la libertad de determinar quienes son.
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9. Apoya la salud mental de los colaboradores
Un estudio sobre la salud mental de jóvenes transgénero del Instituto Nacional de Salud Mental, encontró que los jóvenes que pueden usar su nombre elegido reportan menos depresión.
10. Reafirma la construcción de personas activas
El Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred) explica que gracias al uso del lenguaje incusivo, las personas que antes eran discriminadas encuentran la forma de hacerse visibles y con ello se les reconoce como agentes activos en la construcción de sus carreras y personas.