Estos síndromes son opuestos, pero igual de dañinos: ambos deterioran la motivación, apagan la productividad y afectan el bienestar laboral. Te explicamos su diferencias y cómo prevenirlos.
Dos problemáticas están ganando fuerza en el entorno laboral actual: el burnout y el boreout. Ambas afectan directamente la tranquilidad de los colaboradores y ponen en riesgo su desempeño y productividad.
De acuerdo con un estudio de la Interamerican Journal of Psychology ambos padecimientos implican riesgos psicosociales significativos que deben abordarse desde una perspectiva organizacional y también desde la salud pública.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosEn la actualidad, el malestar laboral es un fenómeno complejo y multifactorial que impacta no solo la salud mental de los colaboradores, también la eficiencia y sostenibilidad de las organizaciones.
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El burnout es un estado de agotamiento físico, mental y emocional causado por una carga excesiva de trabajo, estrés constante y presión prolongada.
En cambio, el boreout ocurre cuando la persona se siente aburrida, poco estimulada o sin sentido en sus tareas laborales, lo que genera desmotivación y apatía.
Aunque son opuestos en origen, uno por exceso y otro por falta de estímulo, ambos afectan negativamente la productividad y el bienestar en el trabajo.
De acuerdo con Brand Industry, el burnout es un tipo de estrés relacionado con el trabajo. Puede tener un impacto negativo tanto en la productividad como en la calidad del desempeño laboral.
Cuando los colaboradores se sienten abrumados y emocionalmente agotados, su capacidad para trabajar de manera eficiente disminuye. Es más probable que cometan errores, tarden más tiempo en completar sus tareas y pierdan la motivación para cumplir con sus responsabilidades de forma efectiva.
Esta situación no solo compromete los resultados, sino que también puede afectar el funcionamiento general y la eficacia de la empresa.
Por ello, comprender cómo actúa el burnout y tomar medidas preventivas se vuelve esencial para proteger el bienestar del equipo.
Aunque menos visible que el estrés por sobrecarga, el boreout o síndrome del aburrimiento laboral, es una amenaza silenciosa que deteriora el desempeño profesional desde la raíz, revela una investigación de la Revista Recursos Humanos.
Cuando el trabajo pierde sentido y deja de representar un reto, el colaborador entra en una desmotivación que impacta directamente en la productividad.
La falta de estímulo intelectual disminuye el rendimiento y puede desencadenar problemas emocionales y físicos. A largo plazo, el aburrimiento sostenido se traduce en ansiedad, depresión e incluso una desconexión total con la vida laboral.
Algunas señales clave del boreout incluyen:
El costo del boreout es alto. Afecta la salud mental, debilita el compromiso y alimenta la rotación de personal.
Prevenir el burnout no solo se trata de reducir tareas, sino de restablecer el equilibrio entre la vida personal y laboral. Los colaboradores necesitan tiempo para descansar, reconectar y disfrutar actividades fuera del trabajo, confirma un estudio de The Brand Industry.
Además, una carga laboral razonable, acompañada de apoyo real por parte de líderes y compañeros, marca la diferencia. A esto se suma la importancia de la gestión del tiempo: saber priorizar y organizar tareas ayuda a evitar el estrés innecesario.
Por último, brindar capacitación continua y apoyo emocional permite que los colaboradores desarrollen herramientas para enfrentar el agotamiento antes de que se vuelva crónico. Porque cuidar el bienestar también es una forma de cuidar los resultados.
En cuanto al boreout, se recomienda un cambio de mentalidad entre las estructuras y dinámicas de trabajo.
Asimismo, expertos aseguran que es muy importante reconocer que el boreout existe y es algo que los colaboradores no manifiestan abiertamente, aunque afecte la productividad.
Además, las empresas deben redefinir el concepto de productividad, no solo se trata de estar ocupado, se debe considerar el estímulo.
Es decir, ofrecer el trabajo en modalidades como híbrido o remoto pueden ayudar a la estabilidad emocional del colaborador.
También brindar autonomía y hacer que los trabajadores tomen decisiones sobre su trabajo les aumenta autoridad, acto que funciona como estímulo para mejorar el reconocimiento personal.
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