Además de ser una práctica relajante, tocar distintos instrumentos musicales puede resultar beneficioso para los colaboradores debido a que está […]
Además de ser una práctica relajante, tocar distintos instrumentos musicales puede resultar beneficioso para los colaboradores debido a que está comprobado que reduce el estrés y la ansiedad.
De acuerdo con el artículo “Receta para las clases de música“, aprender a tocar un instrumento musical proporciona un retiro pacífico de las presiones de la vida diaria.
“Los resultados terapéuticos de tocar música incluyen mejores habilidades de comunicación, mayor liberación emocional y disminución de la ansiedad y la agitación”.
Incluso la autora, Debra Shipman informó que la formación musical promueve la función cognitiva, la salud mental y la conexión con los demás. Por lo tanto, si los colaboradores mejoran estas habilidades en conjunto, formando bandas, aprenden a trabajar en equipo y a sincronizarse con otros músicos.
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El estrés y la ansiedad son algunos de los sentimientos negativos que más experimentan los colaboradores en todo el mundo. De acuerdo con The American Institute of Stress, el 83 por ciento de los trabajadores en Estados Unidos sufren de nerviosismo relacionado con sus actividades laborales.
Esto es una de las razones por las que los especialistas del área de Recursos Humanos (RH) buscan más alternativas para poder brindarle a los empleados herramientas para cuidar su salud mental. Una de estas alternativas es aprender a tocar uno o más instrumentos musicales.
A medida que las personas envejecen, experimentarán pérdidas fisiológicas progresivas en funciones, como el control auditivo, cognitivo, de memoria, etc. Esto también puede afectar el estado de ánimo.
Ante este problema el entrenamiento musical para adultos que implica práctica sensoriomotora produce mayores cambios en la corteza auditiva que la experiencia equivalente que implica únicamente entrenamiento auditivo, de acuerdo con el estudio de Shipman.
“Las investigaciones indican que el deterioro auditivo relacionado con la edad puede mitigarse mediante el entrenamiento musical. La evidencia también respalda la estimulación cognitiva, que puede ayudar a reducir la probabilidad de deterioro cognitivo en la edad avanzada”.
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La Universidad de Florida explica que la música también fortalece áreas del cerebro que afectan el control emocional. Esto ayuda a reconocer y responder intencionalmente a los cambios emocionales que un ser humano puede tener a lo largo del día.
“El acto de hacer música implica comprender los mensajes emocionales , lo que requiere que aproveches, reconozcas y expreses tus sentimientos”.
Un examen de 794 estudiantes de una universidad urbana encontró que el uso de la música para regular las emociones se asocia positivamente con las preferencias por los géneros pop, soul, funk, dance y rap.
Tocar un instrumento fortalece los dedos, brazos, hombros e incluso la espalda y abdominales de una persona que toca un instrumento musical, según la Universidad de Alberta.
Además, como en muchos instrumentos se deben de hacer una serie de respiraciones profundas, se fortalecen los músculos respiratorios. La música también es reconocida como una forma eficaz de liberación emocional porque cuando alguien toca una guitarra, un violín u otros instrumentos se libera cortisol, la hormona del estrés.
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En une entrevista, el doctor Daniel Levitin, neurocientífico y autor del libro “This is Your Brain on Music“, comentó que tocar un instrumento ayuda a desarrollar habilidades cruciales para las personas que trabajan en campos relacionados con la ciencia y tecnología.
“Aprender un instrumento ayuda a desarrollar una sensación de dominio. Involucra a las personas con las artes creativas. Les permite entablar una conversación con algunas de las mentes más brillantes que han caminado sobre la tierra”.
El artículo “El programa de entrenamiento con instrumentos musicales mejora la memoria verbal y la eficiencia neuronal en adultos mayores novatos” demostró los adultos que aprendieron a tocar un instrumento musical tuvieron una mayor eficiencia neuronal. Esto significa la disminución de la activación cerebral relacionada con la tarea y de la conectividad funcional).
Además, obtienen mejoras en su desempeño conductual en la memoria verbal no musical. Estos hallazgos proporcionan nueva evidencia causal de la plasticidad relacionada con el entrenamiento instrumental en adultos.
“Tocar un instrumento musical es una actividad cognitiva multimodal que requiere la integración de información sensorial compleja con procesos como la atención”.