Por qué no se puede comer carne en Semana Santa (origen y curiosidades)
¿Sabías que puedes comer mantequilla y leche sin importar el día en Semana Santa? Descubre por qué la carne roja no se puede consumir.
La Semana Santa es un período de gran significado religioso para millones de personas en todo el mundo. Durante esta época, muchas tradiciones y prácticas se observan en la fe cristiana. Una de las más conocidas es la abstinencia de carne roja en ciertos días de la semana, especialmente el Viernes Santo.
Peter Klein, autor de Catholic Source Book quien fue miembro del equipo de comunicación de la Fundación Atea de Australia, desde el primer siglo miles de católicos y cristianos decidieron eliminar de sus dietas este tipo de alimento durante el Viernes Santo para honrar a Cristo, quien se sacrificó.
Al reconocer el viernes como el día de la crucifixión, el derecho canónico exige la abstinencia de comer carne todos los viernes del año. Incluso, los obispos de distintos países determinaron que, fuera de los viernes de Cuaresma, los católicos pueden optar por sustituirla por otra penitencia que sea particularmente significativa para los creyentes.
“La abstinencia de carne es obligatoria para todos los católicos mayores de catorce años y no tiene límite de edad superior”.
Arquidiócesis de San Pablo y Minneapolis
Quién fue Judas Iscariote y por qué traicionó a Jesús de Nazaret
¿Qué curiosidades existen detrás de esta tradición de Semana Santa?
La abstinencia es una forma de penitencia que expresa dolor y contrición por las malas acciones de la humanidad e indica la intención de alejarse del pecado. Por esto es importante para los creyentes de la fe cristiana no comer carne roja durante Semana Santa.
1. Los humanos no deben consumir carne de mamíferos ni aves
Dado que Jesús sacrificó su carne durante el Viernes Santo, la humanidad tiene el deber de eliminar su consumo de carne los viernes.
La carne incluye la carne de mamíferos y aves, y los principales alimentos que se incluyen son la carne de res, cerdo, pollo y pavo.
Si bien este alimento está prohibido, los productos no cárnicos de estos animales no lo están. Por ejemplo: la leche, el queso, la mantequilla, los huevos y las salsas elaboradas con grasas animales.
2. El pescado no se toma en cuenta como carne
El pescado no pertenece a la categoría de carne. La palabra latina para carne, caro , de la que se obtienen las palabras en inglés como carnivore, se aplica a la carne. Por lo tanto nunca se ha entendido que incluya pescado.
Además, en tiempos antiguos la carne era más cara, se consumía sólo ocasionalmente y se asociaba con festines y regocijo. Mientras tanto, el pescado era más barato, se consumía con más frecuencia y no estaba asociado con celebraciones.
“La categoría de alimento para peces incluye animales de sangre fría que viven en el agua y usan branquias. Los ejemplos incluyen bacalao, perca, salmón, lucioperca, fletán y atún”, de acuerdo con la institución católica estadounidense.
Emprende en Semana Santa y vende comida, inspírate con estas 6 recetas
3. Para los ojos de Dios, la abstinencia es una forma de aplicar la sencillez
La abstinencia es una forma de practicar de la abnegación para crecer en santidad. De acuerdo con la Biblia, Jesús le pidió a sus discípulos que se nieguen a sí mismos y tomen su cruz.
“Y ahora, para que el hombre tome su cruz, debe abstenerse de toda impiedad, y de todo deseo mundano y guardar mis mandamientos”.
La abstinencia es una forma sobria de practicar la sencillez y la austeridad. De negar los anhelos del cuerpo para honrar a Cristo, que practicó la forma máxima de abnegación cuando entregó su cuerpo.
4. La fe católica anteriormente era más estricta sobre la abstinencia
Antes de 1966, la ley de la Iglesia prohibía comer carne todos los viernes durante todo el año. La nueva ley, promulgada en 1983, establece que se observará la abstinencia el Miércoles de Ceniza y el Viernes de la Pasión y Muerte del Señor Jesucristo.
La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) amplió esta ley para incluir todos los viernes de la Cuaresma. Pero con el entendimiento de que cada viernes durante todo el año seguiría siendo un día de abnegación y mortificación en recuerdo devoto de la pasión de Jesucristo.
Si bien la práctica de la abstinencia los viernes fuera de la Cuaresma ya no es vinculante bajo pena de pecado, la Iglesia todavía pide que sigamos haciendo de todos los viernes un día especial de penitencia.