Red Bull rompió filas con su jefe de escudería, con lo que profundiza su crisis en la F1. La salida de Horner aviva rumores de que la mala racha seguirá esta temporada, poniendo en riesgo el legado del equipo frente al actual líder, McLaren.
El efecto dominó comenzó. La noticia que ha dado la vuelta al mundo de la máxima categoría del automovilismo es el despido de Christian Horner, pero ¿quién es este hombre de 51 años? Además de haber sido el director del equipo Red Bull Racing de Fórmula 1, también fue piloto profesional. Inició su carrera en 1994.
El británico es fundador del equipo Arden International, con el que compitió en la Fórmula 3000 en 1997. Más adelante, en 2005, fue elegido para dirigir la nueva escudería Red Bull en la Fórmula 1.
MIT SMR México se financia mediante anuncios y sociosHorner, quien tenía contrato vigente hasta finales de 2030, lideró la época más exitosa de Red Bull en la categoría reina del automovilismo. Bajo su dirección, el equipo conquistó seis títulos mundiales de constructores y ocho campeonatos de pilotos.
En 2024 fue objeto de una investigación interna tras ser acusado de acoso sexual por una colaboradora del equipo, aunque fue absuelto de los señalamientos.
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El inicio de temporada para Red Bull ha sido todo menos brillante. Tras 12 rondas, el equipo se encuentra en una sorprendente cuarta posición del Campeonato de Constructores, con apenas 172 puntos, 288 menos que el líder, McLaren.
Hace justo un año, dominaban la tabla de clasificación con una ventaja aplastante y un rendimiento imparable (con 201 puntos más que su cuenta actual); hoy, esa realidad parece muy lejana.
Conforme avanzaban las carreras y el panorama no mejoraba, Red Bull cambió su estrategia: apostar todo al Campeonato de Pilotos. Era, al menos en papel, su mejor carta para salvar el año.
Aunque ha conseguido dos victorias, el tricampeón ha perdido terreno frente a Oscar Piastri, y ahora está 69 puntos detrás del líder del campeonato.
La escudería confirmó la salida inmediata de Christian Horner en medio de una de sus etapas más críticas en la Fórmula 1.
Su destitución ocurre en plena temporada y a solo unas semanas del Gran Premio de Hungría.
En un comunicado oficial, la Fórmula 1 informó que Laurent Mekies asumirá de forma inmediata como nuevo CEO de Red Bull Racing.
“Red Bull ha liberado a Christian Horner de sus funciones operativas a partir de hoy (miércoles 9 de julio de 2025) y ha nombrado a Laurent Mekies como CEO de Red Bull Racing”, dijo un portavoz de Red Bull.
Mekies, quien recientemente fungía como director en AlphaTauri, tomará las riendas del equipo en medio de tensiones internas, caídas de rendimiento y cuestionamientos sobre el liderazgo deportivo de la escudería austríaca.
La salida de Horner marca el fin de una era. Bajo su dirección, el equipo logró 113 victorias y seis campeonatos de constructores, posicionándose como uno de los dominantes de la era moderna.
Sin embargo, recientes escándalos internos, fricciones con los pilotos y una evidente pérdida de cohesión al interior del equipo, habrían acelerado su salida.
Ahora, la gran interrogante es si Mekies podrá estabilizar el volante en medio de la tormenta y no solo eso, el punto más crucial para la existencia del equipo: recuperar la confianza de los patrocinadores, los fans y del equipo técnico que ha sostenido el éxito de Red Bull.
Apenas han transcurrido seis meses desde que Checo Pérez anunció oficialmente su salida de Red Bull, y ahora la escudería enfrenta otra sacudida institucional con la destitución de Christian Horner.
Para muchos, los hechos no parecen aislados: el equipo que durante años dominó la parrilla ahora parece atrapado en una cadena de rupturas, decisiones apresuradas y falta de dirección.
La salida de Checo a inicios de 2025 fue la primera grieta visible. “Les deseo lo mejor para el futuro”, expresó el piloto tapatío al despedirse de la escudería con la que vivió algunos de sus mejores años.
Aunque en su momento se intentó proyectar una separación cordial, la falta de resultados, las tensiones internas con Max Verstappen y la pérdida de confianza del equipo técnico dejaron en evidencia una estructura fragmentada.
Ahora, con la salida de Horner, los analistas comienzan a hablar de una “maldición” en Red Bull: una racha de decisiones mal gestionadas que estarían erosionando el legado que la marca construyó en los últimos 15 años.
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