A pesar del desarrollo meteórico que ha tenido la tecnología en los últimos años, el ser humano se sigue asombrando con los fenómenos que la naturaleza ofrece, ya sean sucesos negativos, como un sismo, o un acontecimiento agradable, como la aparición de un arcoíris.
Según la tradición cristiana, la aparición de este halo de luz multicolor en el cielo fue un regalo que Dios le hizo a los humanos para recordarles su bondad. Esto fue porque después del diluvio en el que Noé salvó a todos los animales terrestres, las lluvias solían asustar a los seres vivos que sobrevivieron.
“Prometo que nunca más será destruida toda la gente y los animales por un diluvio. Estoy poniendo mi arco iris en las nubes. Y cuando el arco iris aparezca, yo lo veré y recordaré esta promesa mía”.
Génesis 8:18-22; 9:9-17.
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Así como los practicantes del cristianismo y catolicismo cuentan con mitos que explican la creación del arcoíris, también lo hacen otras culturas.
Por ejemplo, los irlandeses tienen la creencia que los duendes entierran vasijas de oro al final del arcoíris. Estos halos de luz en Indonesia son un puente utilizado por los barcos del alma. Los árabes y los bantúes de África creen que este fenómeno es un arco divino para disparar flechas.
Sin embargo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiene otra explicación. Los halos y arcoíris son uno de tantos fenómenos ópticos que tienen un origen común: la reflexión y la refracción de la luz.
“En el caso del arcoíris son las gotas de agua las que lo generan. Pero en el caso de los halos los cristales de hielo en el aire hacen posible su formación”.
Si bien, para muchas personas la explicación científica de la razón por la que se forma este fenómeno es suficiente, muchas de ellas deciden creer en las leyendas. No importa cuál sea tu caso, atrás de cualquier arcoíris se esconden algunos datos curiosos.