Historias como la de La Sirenita, Cenicienta o Blancanieves no hubiesen sido iguales sin sus villanos y para construir este tipo de personajes, ninguna compañía es mejor que Disney.
¿Quién no recuerda a la icónica Úrsula mientras canta y se maquilla en el fondo del mar o a la Reina Grimhilde con su vil manzana envenenada?
Los villanos, a pesar de ser los personajes menos queridos, proporcionan un contraste dramático con los héroes y heroínas de las historias de Disney. Su presencia resalta las virtudes de los personajes principales y agrega tensión y emoción a la trama.
Por ejemplo, gracias a Scar, de El Rey León, destaca la valentía, lealtad y honor de Mufasa y su hijo Simba. En el caso de El Jorobado de Notre Dame, la crueldad de Claude Frollo es eclipsada por la honestidad, sencillez e inocencia de Quasimodo.
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Muchos villanos de Disney son diseñados con un carisma distintivo y un estilo visual único que los hace memorables y atractivos para los espectadores. Su apariencia, voz y personalidad contribuyen a su popularidad.
Sin embargo, las personas no se deben de dejar engañar por estos atributos ya que estos personajes guardan una vena malvada inconfundible.
La popularidad de algunos antagonistas de Disney y su reconocimiento como iconos de la cultura popular provienen de sus frases, canciones y escenas. Esto los vuelve memorables.
