Desarrollo económico ¿tiene límites?

Jorge Suárez

El factor conocido como desarrollo económico sirve para entender por qué algunos países como Dubai, por ejemplo, avanzan rápidamente y aprovechan todo su potencial, mientras que otras naciones, parecen estar estancadas, pues pese a que  el tiempo pasa no muestran cambios satisfactorios que mejoren la calidad de vida de sus habitantes.

En este sentido, Adam Smith, economista y filósofo escocés, caracteriza al desarrollo económico como un proceso endógeno, circular y acumulativo de cambio y transformación estructural que resulta de las relaciones de interdependencia existentes entre el proceso de acumulación de capital, la expansión de los mercados y el crecimiento de la producción, de la productividad y del empleo.

Todo esto hace referencia a la capacidad de producción que tiene un país o persona de generar riquezas, lo cual, por lo general se mide una vez al año para conocer el crecimiento y establecer comparaciones razonables.

Nacimiento de potencias productivas

Hay países cuyo desarrollo económico es innegable, ya que al analizar los números se percibe el crecimiento. El economista británico Angus Maddison específica que el impacto de este crecimiento se registra desde el siglo XIX, con la Revolución Industrial, hasta el presente. En este período, la población, el PIB y el comercio mundial se han multiplicado. 

Sin embargo, hay que resaltar tres picos, el primero desde la Segunda Guerra Mundial hasta 1970 con la crisis petrolera, en segundo lugar se fija un lapso que va desde 1870 hasta 1913 y por último los tiempos actuales.

Vale destacar, que entre los 20 países que han tenido un importante crecimiento del PIB desde el 2018 hasta el presente se encuentran, Brasil, China, Francia, Italia, Japón y México, que ocupa el doceavo lugar con un PIB de 6,25% en 2021, casi triplicando el del 2018 que fue de 2,2%.

El mismo desarrollo lo reflejan otras naciones como Rusia, España, Turquía o Suiza lo que significa un aumento general de consumo, gastos e inversión en el territorio, así como en las exportaciones e importaciones.

Límites para conservar una economía sostenible

Un tiempo atrás se creyó que la producción, el consumo, los bienes y servicios crecerían sin límites y que, por el contrario, tendría una evolución exagerada sin factores negativos, pero actualmente los países desarrollados se han dado la tarea de mantener sus cuotas con la expansión industrial, sin descuidar ámbitos como el desarrollo y la mejora social.

Este desarrollo económico ha venido de la mano del uso de recursos naturales como las energías renovables, las cuales, según la opinión de algunos expertos, se están sobreexplotando y por ende las naciones tienen que prever mejores procesos económicos, porque por mucho que estos recursos se regeneren, existe una durabilidad y un impacto que lleva a un cierre del ciclo de producción con resultados que reflejan contaminación.

Entonces uno de los límites del sistema económico es el propio sistema biológico el cual plantea dos restricciones:

• Que la tasa con la que se extraen los recursos del sistema biológico no sea superior a la tasa de recuperación de éstos.

• Que la tasa con la que se vierten los residuos no sea superior a la tasa con la que el sistema biológico los puede asimilar.

En “Los límites del crecimiento”, un texto publicado en 1972 por Dennis Meadows, éste afirmó que si las tendencias actuales de población, traducidas en la industrialización, contaminación, producción de alimentos y explotación de recursos continúa sin alterarse, los límites del crecimiento de nuestro planeta se alcanzarán en menos de 100 años (es decir, antes de 2072). Las consecuencias serán la caída súbita de la población y de la capacidad industrial.
En este contexto, actualmente se explotan nuevos yacimientos, se investigan nuevas técnicas que ahorren cada vez más energías para seguir explotando los recursos que pueda mantener o incluso aumentar el PIB. Meadows estableció que esto era posible, alterar el crecimiento en conjunto con una estabilidad económica y ecológica.

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