El aguinaldo trae la tentación de gastarlo en regalos, pero ese ingreso extra puede ser la chispa para reinventarte al invertirlo en ese curso, taller o clase que siempre soñaste y empezar el próximo año un paso adelante. ¡Te decimos cómo!
La nostalgia empuja a gastar el aguinaldo. Al cierre de cada año es común mirar atrás con gratitud, pero también con cierta melancolía por lo que quedó pendiente: ese curso que siempre quisiste tomar o el taller que quedó en lista de espera.
La frase “algún día tomaré clases de fotografía” suena familiar para muchos, sobre todo en un mes como diciembre que despierta deseos de cambio para el próximo año. Por eso, la clave está en no quedarse en el recuerdo, sino usar esa nostalgia como combustible para la acción. Para invertir en ti.
Plantear esta posibilidad puede cambiar la perspectiva por completo. Invertir en conocimiento puede generar un retorno que va más allá de lo económico, ya que brinda satisfacción personal, crecimiento y abre nuevas posibilidades.
En este sentido, Humberto Calzada Díaz, economista en jefe de Rankia LATAM, considera que adquirir una nueva habilidad puede ayudar a conseguir un mejor empleo o generar más ingresos a futuro.
“Cuando se trata de un extra como el aguinaldo, no está de más que, dependiendo de las metas y objetivos de cada persona, se considere destinarlo a educación o formación, porque siempre tendrá réditos hacia el futuro”, enfatiza el experto agregando que las habilidades nuevas tienden a traducirse en mejores oportunidades laborales y financieras en el largo plazo.
¿Por qué diciembre es el momento ideal para invertir en ti?
Para muchas personas, diciembre representa una ventana de oportunidad única. Por un lado, millones de colaboradores reciben un ingreso adicional o bono de fin de año (el aguinaldo) y realizan un balance sobre sus logros y pendientes. Por otro lado, se empiezan a definir los propósitos para el ciclo siguiente.
Contar con ese dinero extra abre la puerta a destinarlo a algo más que el consumo habitual. De hecho, en México alrededor del 60 por ciento del aguinaldo se destina a los gastos de las festividades decembrinas, y solo un 10 por ciento se destina al ahorro o inversión, revela un informe de Deloitte.
Humberto Calzada explica en entrevista que recibir el aguinaldo permite destinar una porción a educación sin alterar el presupuesto regular, sobre todo en un momento del año en el que muchas personas reflexionan sobre sus metas. Por eso, es el mejor momento para considerar hacer algo diferente con ese recurso.
“Un pequeño cambio de mentalidad puede tener un gran impacto; al separar aunque sea una parte de ese dinero para formación puede ser el primer paso de un nuevo camino”, añade el profesor de Análisis Económico y Financiero en la UNAM.
¿Qué tipo de curso, taller o clase puedes tomar?
Las posibilidades para invertir en aprendizaje son tan variadas como los intereses de cada persona. Puede tratarse de aprender algo nuevo por pura pasión (como fotografía, escritura creativa, arte, música) o de actualizarse profesionalmente en áreas de alta demanda como marketing digital, análisis de datos, desarrollo de producto, idiomas o liderazgo.
Incluso puede ser el inicio de una reinvención de carrera, desde un taller de emprendimiento para lanzar un negocio propio, un bootcamp de programación para cambiar de rubro, hasta un curso de consultoría o habilidades híbridas que combinen disciplinas. Lo importante es que sea algo que realmente te motive.
“Cada persona debe considerar qué habilidad le aportará más valor según sus metas y lo que realmente desea conseguir con esa capacitación”, asegura Calzada Díaz.
Para darle aún más peso a tu inversión, vale la pena considerar cursos con respaldo institucional. El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), rankeada como la mejor universidad del mundo, ofrece opciones educativas para todos los niveles, desde cursos gratuitos hasta certificados profesionales.
Por ejemplo, la plataforma MIT OpenCourseWare pone a disposición materiales de más de 2 mil 500 cursos gratuitos en formato online, una fuente invaluable para comenzar a aprender prácticamente cualquier materia.
Y para quienes buscan una credencial sólida, MIT Professional Education cuenta con programas especializados como el Professional Certificate in Digital Transformation in the AI Age, que prepara a los participantes para liderar la transformación digital impulsada por Inteligencia Artificial. Este tipo de certificación profesional aporta conocimiento de punta y al mismo tiempo reconocimiento internacional.
Puedes comenzar con recursos abiertos para “probar terreno” en un tema que te intrigue, y luego invertir en un programa más estructurado o con certificación para profundizar. Lo esencial es que ese curso, taller o clase conecte con algo que realmente deseas.
A la hora de elegir, el economista en jefe de Rankia LATAM recomienda hacer una pausa y reflexionar sobre tus verdaderos intereses y objetivos.
“Pregúntate: ‘¿Qué me gustaría saber que aún no sé? ¿Qué me abriría puertas el próximo año?’”.
El experto también aclara que no existe un tipo de curso ideal para todos, la elección depende por completo de lo que cada persona quiera lograr.
“No importa si se trata de un curso gratuito o de paga, lo crucial es el compromiso que asumas contigo mismo para aprovecharlo”.
¿Qué ganas al invertir tu aguinaldo para aprender algo nuevo?
Usar el aguinaldo en educación no es un gasto, sino una inversión con retornos tangibles e intangibles.
En el plano tangible, ampliar tus conocimientos puede abrirte puertas laborales e incluso traducirse en mejoras económicas.
Nuevas habilidades suelen equivaler a nuevas oportunidades, desde optar a un ascenso o cambio de empleo mejor remunerado, hasta generar ingresos extra ofreciendo servicios por tu cuenta (piensa en certificarte en programación y luego desarrollar proyectos freelance, por ejemplo).
Un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Scranton muestra que el 60 por ciento de los propósitos de Año Nuevo fracasan. Por esta razón invertir en tu formación aumenta las probabilidades de no quedarte en la estadística general y conseguir ese progreso que anhelas.
En el plano intangible, los beneficios son igual de importantes. Aprender algo nuevo fortalece la confianza en uno mismo y proporciona una enorme satisfacción personal al cumplir una meta postergada.
También expande tu red de contactos, al tomar una clase conocerás compañeros, instructores y profesionales afines a tus intereses, gente que puede convertirse en colegas o mentores en futuros proyectos.
Cabe destacar que el prestigio académico también juega un papel en el retorno de tu inversión. Obtener un certificado de una institución de renombre (como el MIT, por ejemplo) añade credibilidad inmediata a tu perfil profesional.
El economista considera que cualquier capacitación, desde un curso breve hasta un posgrado, puede reflejarse en mejores ingresos y oportunidades, aunque el retorno exacto varía dependiendo de cada caso.
“Siempre va a ser beneficioso adquirir una habilidad que nos pueda ayudar a conseguir un mejor trabajo o a generar más ingresos, aunque el retorno dependerá de mis objetivos y del tipo de formación que elija”, dice Calzada Díaz.
El 89% de los universitarios ya usa IA generativa, ¿qué pueden hacer los docentes?
¿Cómo elegir el curso correcto y sacarle el máximo provecho?
Antes de realizar cualquier desembolso, es importante trazar un plan para que tu inversión realmente rinda frutos. A continuación, algunos consejos que te ayudarán a elegir la opción adecuada y aprovecharla al 100 por ciento.
1. Define tu “por qué”
Antes de inscribirte, aclara qué esperas lograr. ¿Por qué quieres aprender eso ahora? Puede ser por crecimiento personal, por mejorar tu perfil profesional de cara a un ascenso, o por emprender un proyecto.
Tener clara tu motivación te ayudará a escoger un curso alineado con tus objetivos y a mantener el enfoque hasta completarlo.
2. Verifica la credibilidad del curso
No todos los cursos son iguales. Revisa la institución o plataforma que lo imparte (una universidad reconocida, una plataforma en línea confiable, etc.), la duración, el contenido curricular y si ofrece algún tipo de certificación.
3. Ajusta la elección a tu realidad
Evalúa el costo (¿cabe en tu presupuesto del aguinaldo?), el tiempo que tendrás que dedicarle semanalmente y el formato (en línea o presencial, en vivo o a tu propio ritmo).
De nada sirve matricularse en un curso excelente pero que no podrás terminar por falta de tiempo o porque su horario choca con tus otras responsabilidades.
Sé realista: el mejor curso para ti será aquel que puedas realmente completar sin sacrificar otras áreas importantes de tu vida. Calzada Díaz recomienda mantener disciplina financiera antes de tomar cualquier capacitación.
4. Establece metas y un plan de estudio
Una vez inscrito, fija objetivos concretos: por ejemplo, terminar X módulos al mes, aplicar cada nueva habilidad en un proyecto pequeño, etc. Marca en el calendario la fecha en que concluirás el curso y trata de cumplirla.
Para mantener el compromiso, haz un contrato contigo mismo. Puedes compartir con un amigo, colega o familiar cuál curso tomarás y para cuándo piensas terminarlo.
Tener a alguien que te pregunte “¿cómo vas con tu curso?” puede ser un empujón extra en momentos de pereza o duda, aconseja Humberto Calzada.
5. Reserva parte de tu aguinaldo solo para educación
Antes de que el dinero “queme” en tus manos, aparta una porción destinada exclusivamente a tu desarrollo.
El analista financiero recomienda tener la disciplina de asignar al menos un 10 por ciento de cualquier ingreso al ahorro o inversión personal de forma constante.
Siguiendo ese consejo, podrías tomar, por ejemplo, un 20 por ciento de tu aguinaldo y colocarlo en una cuenta o apartado separado con el único fin de pagar cursos o materiales educativos.
Así te aseguras de que ese dinero no se esfume en otros gastos. Una vez que encuentres el curso ideal, utiliza ese fondo sin culpa, sabiendo que lo estás invirtiendo en ti mismo. Y si el curso requiere pagos mensuales o adicionales (libros, certificación, etc.), ya tendrás previsto de dónde saldrán los recursos.
“Separar un porcentaje constante del ingreso ayuda a elegir un curso sin poner en riesgo tu estabilidad económica”, añade el economista.
¿Aprovecharás tu aguinaldo para invertir en ti mismo?
La nostalgia de “algún día lo haré” no tiene por qué quedarse en un anhelo eterno. Este diciembre, el aguinaldo puede ser mucho más que un extra para compras.
Piensa en todas esas oportunidades que has visto pasar durante el año, desde ese anuncio del taller de escritura creativa, la publicidad de un curso de Inteligencia Artificial que te hacía ilusión, o la recomendación de un colega sobre una certificación profesional.
Ahora imagina empezar el próximo año habiendo dado ese paso. El reto está sobre la mesa. Usar el aguinaldo para pagar por fin esa clase que siempre has querido y llegar a enero con una versión mejorada de ti mismo en camino.
Humberto Calzada Díaz asegura que no existe una fórmula universal, ya que la decisión de fortalecer habilidades es personal. Aun así, destaca que cualquier camino debe acompañarse de determinación y una visión clara sobre el futuro, porque la mejor inversión siempre será en uno mismo.
“Cada persona debe considerar qué habilidad le aportará más valor según sus metas y lo que realmente desea conseguir con esa capacitación. Invertir en ti mismo es el regalo que seguirá dando frutos mucho después de que las luces de Navidad se apaguen. La decisión es tuya, y el momento es ahora”.
Cómo calcular tu aguinaldo en tres sencillos pasos
Te recomendamos
Síguenos en Google News
Nayeli Meza Orozco
Editora en Jefe MIT SMR México / nayeli.meza@grupomedios.com Editora en Jefe MIT SMR México. Periodista especializada en temas de economía, negocios, finanzas, capital humano y management. Reporteo, escribo y edito historias relacionadas con el mundo económico y financiero a nivel nacional e internacional desde 2013. Mi mayor prioridad es democratizar el periodismo financiero con el objetivo de que sea accesible para todo tipo de lectores.y recibe contenido exclusivo
