Aunque la computación cuántica aún enfrenta obstáculos en su desarrollo, sus avances más recientes ya están ayudando a resolver problemas complejos en industrias estratégicas.
La creciente oleada de noticias sobre computación cuántica ha despertado expectativas de que esta tecnología revolucionaria está cada vez más cerca de su adopción comercial.
Microsoft, Amazon Web Services (AWS) y Google han presentado chips que se consideran avances importantes, mientras que las revistas científicas han publicado resultados impresionantes relevantes para sus aplicaciones.
Para poner estos avances en contexto, hablamos con Francesco Bova, profesor asociado de la Escuela de Administración Rotman de la Universidad de Toronto, economista cuántico jefe de su Laboratorio de Destrucción Creativa y economista residente en Open Quantum Design, una organización sin fines de lucro de código abierto.
Los nuevos chips de los tres gigantes tecnológicos abordan el problema de la corrección de errores.
“Uno de los verdaderos desafíos para escalar una computadora cuántica”, afirmó Bova.
Las computadoras cuánticas son muy sensibles a su entorno y es difícil mitigar los errores resultantes.

Así es como Microsoft avanza al siguiente nivel de la computación cuántica
Los avances de los gigantes tecnológicos
El chip Majorana 1 de Microsoft utiliza una arquitectura novedosa que integra la corrección de errores directamente en el propio cúbit físico, afirmó Bova.
“Si logran materializar el potencial de este chip, se obtendrán enormes beneficios en términos de corrección de errores”.
El chip Ocelot de AWS también utiliza una arquitectura que ayuda a mitigar errores; Bova calificó el trabajo en esta tecnología como una etapa muy temprana, pero aun así un logro impresionante.
Google está haciendo algo un poco diferente con su chip Willow. “Uno de los problemas es que, a medida que agregamos cúbits, todos son ruidosos”, y el aumento del ruido suele ser mayor que la suma producida por los cúbits individuales, explicó.
El avance del chip de Google radica en que la tasa de error de los cúbits lógicos comenzó a disminuir a medida que aumentaba el número de cúbits.
“Estos son enfoques muy novedosos que impulsan la ciencia de maneras muy distintas; como científico, es maravilloso verlo”, dijo Bova. “Parece que el ritmo de la innovación realmente se ha acelerado“.
Aún queda camino por recorrer
Si bien las grandes tecnológicas prevén el surgimiento de una computadora cuántica con tolerancia a fallos alrededor de 2030, Bova se muestra cauteloso.
“Estos son hitos significativos, pero aún queda mucho trabajo por hacer”, afirmó.
Sin embargo, las empresas de sectores con mucho que ganar con la computación cuántica, como el financiero, el automotriz y el farmacéutico, se están preparando para la tecnología a pesar de la incertidumbre temporal, y sus esfuerzos están generando beneficios a corto plazo.
“Con solo experimentar con la cuántica, las empresas están generando o derivando algoritmos inspirados en ella que pueden ejecutarse en su hardware clásico, por ejemplo, para aumentar la eficiencia de nuestras simulaciones o resolver problemas de optimización insolubles“.
SOBRE LA AUTORA
Elizabeth Heichler es directora editorial de la revista MIT Sloan Management Review USA.
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Elizabeth Heichler es directora editorial de la revista MIT Sloan Management Review USA.y recibe contenido exclusivo