Noche de terror con una tarjeta de crédito
Empezaste tu vida crediticia con una tarjeta departamental. Cuando menos te das cuenta ya tienes 5 tarjetas de crédito y sólo puedes pagar el mínimo cada fecha de corte. Estás a punto de vivir una pesadilla.
Su hija de 4 años se quedó dormida después de jugar todo el día con su disfraz de brujita. Su esposo estaba fuera por un viaje de trabajo y Liliana sólo quería descansar aquella noche del 31 de octubre, en pleno Halloween.
Cansada de su jornada como enfermera en la Secretaría de Salud y de cuidar a su pequeña hija Daniela, Liliana llevaba semanas sin dormir bien, preocupada por las deudas impagables de sus cinco tarjetas de crédito.
Se lavó la cara, se puso la pijama y se acostó pensando que el sueño la vencería pronto. Pero no fue así.
El teléfono del cuarto empezó a sonar. Pensó que era su esposo y levantó el auricular. Pero no. Era una voz grave que la intimidaba y la amenazaba:
“Si no paga este mes, puede ir a la cárcel”, le dijo esa voz cavernosa como de ultratumba.
No lo podía creer: eran casi las 11 de la noche y seguían sin dejarla en paz.
Le llegaron ruidos extraños desde la calle. Había aún todo tipo de personas disfrazadas de fantasmas y monstruos, borrachas y haciendo desfiguros.
Su corazón empezó a latir deprisa. Su cuerpo se sumergió en una duermevela intranquila, llena de sobresaltos, de angustia. Sus pesadillas se llenaron de seres vestidos de negro que le decomisaban todo lo que tenía y dejaban su casa vacía. Luego se veía a sí misma tras las rejas y escuchaba a lo lejos a su hija Daniela llorar desconsolada.
Se despertó a las dos de la mañana empapada en sudor. Ahí supo que no podía seguir así.
Su historia de terror había comenzado unos años antes, cuando a Liliana le ofrecieron una tarjeta en Sanborns. Hasta entonces, el único que manejaba crédito era su esposo, así que se sintió poderosa al saber que ella también podría comprarse sus cosas.
No pasó mucho tiempo y le ofrecieron otra tarjeta departamental, esta vez de Sears. ¡Cómo iba a dejar pasar la oportunidad! Comenzó a comprar ropa para ella y para su hija.
Cuando menos se dio cuenta ya tenía 5 tarjetas, incluida una de Banorte.
“Te engolosinas y empiezas a pedir y a gastar. El problema es cuando vienen los pagos”, dice Liliana.
Se dio cuenta de que sólo podía pagar el mínimo en todas sus tarjetas cada fecha de corte. Las deudas se fueron acumulando y creciendo, hasta que le fue imposible pagar.
Finanzas personales para borrachos o cómo evitar la resaca financiera
Terror a la vista
Si crees que la historia de terror que vivió Liliana no te puede pasar a ti, te quiero decir que te equivocas. Nos puede pasar a cualquiera, sobre todo si no tomamos en cuenta los siguientes tips:
- Evita sólo hacer los pagos mínimos, ya que generan intereses y hacen crecer tu deuda.
- A partir de la fecha de corte tienes 20 días para pagar la deuda. Si pasas esa fecha límite se generarán intereses.
- Usa la tarjeta para gastos mayores y evita usarla para gastos hormiga.
- Calcula tu capacidad de endeudamiento. Los expertos recomiendan que sólo debes endeudarte máximo con una cantidad igual al 35% de tus ingresos netos, es decir, a la cantidad de tus ingresos totales, después de restarle los gastos fijos mensuales, como el pago de la renta, transporte, educación, entre otros.
- No tengas más de dos tarjetas de crédito.
- Lleva siempre dinero en efectivo contigo, pues evita que caigas en tentaciones de comprar cosas que no necesitas.
- Ponte un límite máximo de endeudamiento al mes y cúmplelo como un mantra.
Así que ya sabes: si no quieres vivir noches de terror como la que vivió Liliana, mejor evita los fantasmas de la deuda y gasta con moderación.
Como alguna vez dijo Benjamin Franklin: “Es mejor acostarse sin cenar que levantarse con deudas.”
Y más si esas deudas no te dejan dormir…