La introspección es parte sustancial de nuevas perspectivas y respuestas. Es lo que hoy marca un nuevo ritmo en la productividad e innovación.
Sin importar el nombre de dioses, tradiciones y ritos religiosos, existen caminos únicos a la verdad y la sabiduría: la introspección que permite guiar las decisiones en el mundo corporativo y personal.
Resulta paradójico que en una era caracterizada por el uso exponencial de la tecnología conlleve a buscar la quietud de los sentidos, el silencio y la búsqueda de sabiduría interior para encontrar guía y destino de las decisiones personales y empresariales.
La introspección apareció en el principio de los tiempos y hoy representa un camino en plena ebullición de tecnologías como la Inteligencia Artificial, Big Data, realidad virtual y otras soluciones como las empleadas en la digitalización, por ejemplo.
Así, todo parece un caleidoscopio donde se mezclan tiempos, fines y propuestas. Ante la incertidumbre, irrupciones y volatilidad se impone “el viaje al corazón” o introspección y búsqueda de la sabiduría interior como preconizan desde siempre libros místicos y sacros.
En el Bhagavad Gita hindú, por ejemplo, se enfatiza la importancia de la meditación y la auto-reflexión para alcanzar la sabiduría y la paz interior.
Krishna aconseja a Arjuna que busque la verdad dentro de sí mismo y que practique el desapego para comprender su verdadero ser.
Tal consejo también es el que ahora generan los líderes empresariales para encontrar soluciones, perfeccionar gestión y replanteamiento de objetivos.
A la par, la Biblia presenta numerosos pasajes que invitan a la introspección. Por ejemplo, en el Salmo 139:23-24, se pide a Dios que examine el corazón y los pensamientos del creyente para guiarlo en el camino correcto.
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Vale recordar que, desde siempre, el corazón es la metáfora del reino interior de los seres. También alude al momento presente de quien medita y ora.
En el Dhammapada, texto que recoge las enseñanzas de Buda, subraya la importancia de la autoobservación y meditación. La introspección se presenta como clave para liberarse del sufrimiento y alcanzar la iluminación.
Esto porque en el caos los problemas se magnifican y se impide ver con claridad el meollo de cada asunto. La paz, en contraparte, es donde se analiza todo y se pueden observar patrones y soluciones e incluso plantear nuevos cauces de acción y paradigmas de vida y negocio.
Por otra parte, el Tao Te Ching, texto fundamental del taoísmo, Lao-Tsé habla sobre la importancia de la simplicidad y la contemplación. La introspección es vista como un medio para alinearse con el Tao o camino natural del universo.
La naturaleza, cada vez más, se vuelve la brújula de acciones y decisiones. Esta metáfora implica el aquí y ahora que dicta el mindfulness y que se busca incesantemente en la meditación y oración, dos formas “activas” de la introspección.
Pero si en las religiones fundamentales aparecen referencias claras a la búsqueda de la sabiduría interior, libros mitológicos y de cosmogonía también enfatizan el hallar serenidad y respuestas en la paz interior. El texto sagrado de los mayas quichés, el Popol Vuh, está lleno de simbolismo y enseñanzas sobre la conexión con lo divino y la naturaleza.
Esta perspectiva nos hace recordar que los seres de esta realidad “son dioses”. La calma de los sentidos permite adentrarnos en la auto consciencia donde se hallan todas las respuestas.
Ahora que las irrupciones cuestionan gestiones ancestrales de las empresas y se multiplica la incertidumbre, es momento de regresar al principio y develar capacidades y dones que no creímos tener y que ahora se patentizan en la autoreflexión.
La introspección es parte sustancial de nuevas perspectivas y respuestas. Es lo que hoy marca un nuevo ritmo en la productividad e innovación.
¿Por qué regresar al autoanálisis o principio? Por que no hacerlo equivaldría a sumar soluciones simplistas y cortoplacistas, porque generaría una mentalidad reaccionaria en la empresa y la alejaría de grandes y verdaderas soluciones y transformaciones.
Si. Es necesario reencontrar nuestro potencial, marco referencial y fuerza en la comunión con nosotros mismos. Es necesario seguir el camino del corazón.