Al dar prioridad al bienestar mental de nuestros equipos, nos encargamos de crear un lugar de trabajo que no sólo sobrevive a los retos de hoy, sino que prospera, es resiliente y unido ante las incertidumbres que pueda traer el mañana.
En medio de las incertidumbres de los siguientes años, que abarcan preocupaciones económicas, conflictos mundiales, elecciones políticas, enfermedades y estrés generalizado, la ansiedad y el miedo se han vuelto omnipresentes.
A pesar de parecer aisladas o distantes de nuestra vida profesional, estas tendencias repercuten innegablemente en el rendimiento de las personas dentro de las organizaciones.
Aunque la era del confinamiento y las etapas iniciales del COVID ya han pasado, como líderes debemos estar bien preparados para manejar los continuos cambios que siguen marcando y afectando a las personas dentro nuestros equipos.
La soledad sigue acechando a los colaboradores después de pandemia, ¿qué hacer?
Según Bain & Company, el 61 por ciento de los trabajadores menores de 35 años expresan su preocupación por los retos económicos, la seguridad laboral o el incumplimiento de los objetivos profesionales, y el 40 por ciento de los trabajadores mayores de 35 años comparten aprensiones similares.
The Economist informa de que el 45 por ciento de los directores ejecutivos creen que sus empresas no serán sostenibles en la próxima década si persisten en su trayectoria actual .
Y el último informe del Banco Mundial “Perspectivas Económicas Mundiales” prevé que el crecimiento mundial se ralentizará hasta el 2.4 por ciento en 2024, antes de subir al 2.7 por ciento en 2025.
El World Economic Forum compartió las principales preocupaciones de sus encuestados, de los sectores público y privado donde los riesgos económicos han entrado por primera vez en la lista de los 10 primeros, con la inflación (nº 7) y la desaceleración económica (nº 9) en los dos últimos años.
Si bien estos retos económicos y geopolíticos oscurecen el futuro de los países, tiene un efecto micro que acecha el bienestar de nuestros colaboradores.
Es precisamente donde el concepto de seguridad psicológica se convierte en un eje que proporciona apoyo y creando entornos saludables dentro de la organización.
En este contexto, las prestaciones de salud mental se han convertido en un punto central, y una encuesta de 2024 remarca que el 94 por ciento de los encuestados cree que dar prioridad a la salud mental es fundamental para el bienestar general de los empleados.
Los factores macroeconómicos como los que compartí anteriormente pueden generar incertidumbre y estrés en las personas.
En un entorno laboral, la seguridad psicológica puede ayudar a mitigar estos efectos proporcionando un espacio donde los empleados se sientan apoyados y puedan gestionar mejor sus emociones evitando el ausentismo laboral.
Además, cuando los colaboradores se sienten seguros en su trabajo, están más dispuestos a enfrentar los desafíos externos, como la inestabilidad económica o las tensiones geopolíticas, de manera más efectiva.
5 beneficios de tocar instrumentos musicales para la salud mental y productividad de tu equipo
La seguridad psicológica no sólo es crucial en tiempos difíciles, sino que también es importante en periodos de prosperidad.
Se trata de garantizar que todos los miembros del equipo se sientan cómodos asumiendo riesgos, expresando ideas y sus preocupaciones de toda índole, haciendo preguntas y admitiendo errores.
Establecer un entorno en el que la comunicación abierta no sólo se acepte, sino que se fomente activamente, fomenta una mejor colaboración y el éxito dentro del equipo. La seguridad psicológica promueve la resiliencia y la adaptabilidad.
Amy Edmondson, de Harvard, creó el término “seguridad psicológica” en un artículo publicado en 1999 en el que analizaba su relación con el aprendizaje y el rendimiento de los equipos.
Esta práctica es de suma importancia hoy en día dentro de cualquier empresa dado que una parte importante de nuestra vida diaria la pasamos en compañía de colegas; es fundamental cultivar un entorno de trabajo propicio y saludable.
Como líderes, es nuestro deber adoptar cada vez más la seguridad psicológica, la cual no sólo refleja un compromiso con el bienestar de nuestros colaboradores, sino que también prepara el terreno para una cultura de resiliencia, colaboración y éxito sostenido.
Al dar prioridad al bienestar mental de nuestros equipos, nos encargamos de crear un lugar de trabajo que no sólo sobrevive a los retos de hoy, sino que prospera, es resiliente y unido ante las incertidumbres que pueda traer el mañana.