Liderazgo Capital Humano Actualidad

MIT SMR México se financia mediante anuncios y socios

El dilema del erizo: Cómo liderar sin limitar el desarrollo y autonomía

Mario A. Esparza 05 Jun 2025

El dilema del erizo cobra relevancia en el liderazgo actual: un líder que se involucra en exceso puede sofocar la autonomía de sus colaboradores.

MIT SMR México se financia mediante anuncios y socios

En el mundo del liderazgo, encontrar el equilibrio entre estar presente para guiar a un equipo y darles la libertad de actuar con libertad es un desafío constante.

Este dilema se asemeja a la paradoja del erizo, una metáfora propuesta por el filósofo polaco y padre del pesimismo metafísico Arthur Schopenhauer y que después fue retomada por Sigmund Freud.

MIT SMR México se financia mediante anuncios y socios

En ella, los erizos buscan calor en el frío invierno, pero si se acercan demasiado, se lastiman con sus púas; si se alejan en exceso, mueren de frío.

En ese momento, los pequeños mamíferos también conocidos como puerco espines, buscan resolver el problema al cambiar la distancia que les separa hasta encontrar una óptima, en la que no se hacen demasiado daño ni terminan congelados.

En este contexto, el dilema del erizo cobra relevancia en el liderazgo actual: un líder que se involucra en exceso puede sofocar la autonomía de sus colaboradores, mientras que uno demasiado distante puede generar desorientación y desmotivación.

Cómo liderar con un enfoque más humano en las crisis

Consejos para liderar un equipo sin limitar como un erizo

La clave de un liderazgo efectivo radica en encontrar la distancia justa, el punto medio que permita al equipo desarrollarse, asumir responsabilidades y crecer profesionalmente, sin que ello implique una desconexión total del líder.

Para lograrlo, es esencial delegar, empoderar y confiar en los colaboradores, al mismo tiempo que se brinda mentoría, se da el ejemplo y se establece un rumbo claro.

1. Delegar

El arte de confiar y soltar no es simplemente repartir tareas, sino entregar responsabilidad con confianza.

Un líder que delega eficazmente reconoce las capacidades de su equipo y les asigna funciones en las que pueden aportar valor.

Esto no solo lo libera para concentrarse en cuestiones estratégicas, sino que permite que los colaboradores se sientan valorados y comprometidos con la organización.

No obstante, muchos líderes caen en la trampa del micromanagement, al querer supervisar cada detalle del trabajo de su equipo, lo que genera en ellos frustración y desmotivación, además de limitar su creatividad e independencia.

Delegar requiere valentía, ya que implica aceptar que los resultados pueden ser distintos a como el líder los hubiera hecho, pero abre la puerta a la innovación y al desarrollo de nuevas habilidades en los profesionales a su cargo.

2. Empoderar

Esto implicar no solo dar instrucciones, sino proporcionales al equipo las herramientas, recursos, información y confianza necesarias para que tomen decisiones de manera autónoma.

Un líder que empodera fomenta un entorno donde los colaboradores se sienten seguros de proponer ideas, asumir retos y aprender de sus errores.

El empoderamiento también implica fomentar un sentido de propósito y comunicar de manera clara la visión empresarial, ya que al comprender los colaboradores cómo su trabajo contribuye a las metas de la compañía, se sienten más motivados y comprometidos.

3. Confiar

La confianza es el pegamento que mantiene unidos a los equipos de alto rendimiento.

Un líder que confía en sus colaboradores transmite seguridad y fomenta la colaboración. Sin embargo, esta debe ser mutua, ya que el equipo debe confiar en su jefe, sentir que pueden acudir a él cuando enfrentan dificultades, requieren consejo o apoyo en sus decisiones.

Construir confianza requiere coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, además de fortalecerse con el tiempo, a través de la consistencia, la transparencia y la disposición para escuchar.

4. Mentoría y ejemplo

Esto implica mostrar el camino sin imponerlo, ya que un líder no solo dirige, sino que también inspira y guía.

El papel del mentor es que los colaboradores aprendan de su experiencia sin necesidad de ser controlados, ofrece orientación cuando es necesario y permite que sus colaboradores tomen sus propias decisiones y aprendan de sus fallas.

El liderazgo con el ejemplo es la forma más poderosa de influencia. Un equipo observa continuamente a su líder y aprende de su comportamiento.

Si un líder demuestra compromiso, respeto y profesionalismo, es más probable que su equipo adopte esas mismas actitudes.

5. Entregar la estafeta

El verdadero éxito de un líder se mide no solo por los resultados que alcanza, sino por la capacidad de su equipo para seguir adelante sin su supervisión constante.

Un líder efectivo no teme formar a sus sucesores y replicarse, sino que los impulsa a desarrollar sus habilidades para que puedan asumir mayores responsabilidades en el futuro.

Para ello, es importante identificar y desarrollar el talento dentro del equipo, brindar oportunidades de crecimiento y permitir que los colaboradores enfrenten desafíos reales. La meta no es crear seguidores, sino líderes que puedan continuar el legado y aportar nuevas ideas y enfoques.

6. Establecer metas

La autonomía no significa falta de dirección. Un líder debe definir objetivos claros y asegurarse de que su equipo entienda qué se espera de ellos. Sin metas desafiantes pero alcanzables, bien establecidas, alineadas la visión de la empresa y medibles en el tiempo, la libertad puede convertirse en caos.

Un equipo con metas claras trabaja con mayor enfoque y propósito, pues sabe hacia dónde se dirige y qué debe hacer para llegar a la tierra prometida.

Sin duda, el dilema del erizo nos recuerda que el liderazgo es un acto de equilibrio: estar presente sin asfixiar, guiar sin imponer, y delegar sin abandonar. Un líder que comprende este principio logra construir equipos autónomos, comprometidos y preparados para asumir nuevos desafíos.

Walter Lippmann, intelectual y periodista estadounidense, mencionó que:

“La prueba final de un líder es que deja tras de sí la convicción y la voluntad en otros hombres de seguir adelante”.

Por lo que ser un líder que acompaña, pero deja ser, es apostar por la confianza, la formación y el crecimiento mutuo.

Al final, el éxito de un líder no se mide solo por lo que logra individualmente, sino por el legado e impacto positivo que deja en su equipo.

¿Un líder que no quiere crecer? 5 señales para detectar el síndrome de Peter Pan


MIT SMR México se financia mediante anuncios y socios

Mario A. Esparza

Estratega en Comunicación Holística y Reputación Corporativa PR mentor, content hacker, reputation evangelist y storyteller con más de 17 años de experiencia en comunicación holística, relaciones públicas y reputación corporativa. Barista, melómano y Co-autor del libro Comunicación Corporativa 4.1, en tiempos de crisis.
Suscríbete al Newsletter
y recibe contenido exclusivo
Descarga GRATIS nuestro especial del mes IA y Hackers