Fortalecer habilidades transversales implica liderarte a ti mismo, mantener energía, enfoque y equilibrio emocional.
En 1999, cuando terminaba la preparatoria, la recomendación más repetida era:
MIT SMR México se financia mediante anuncios y socios«Tienes que especializarte si quieres tener éxito».
En ese momento tenía sentido. El mercado laboral valoraba la especialización.
Saber mucho de algo específico te daba ventaja. 26 años después, esto cambió. Las herramientas de Inteligencia Artificial redujeron el valor relativo del conocimiento especializado. Lo que antes tardaba años en dominarse ahora toma minutos.
Mi consejo para alguien que hoy termina la preparatoria sería muy distinto: no busques especializarte obsesivamente y no te confíes solo porque sabes usar bien las herramientas de IA.
Aprender a usarlas es necesario, pero no suficiente. Ya no es una ventaja, es un requisito básico. Quienes las dominen trabajarán más rápido y con mayor precisión, pero eso no alcanza.
Si quieres prosperar en el futuro, necesitas desarrollar habilidades transversales, esas que aplican en cualquier campo o industria: autogestión, pensamiento crítico, empatía, creatividad, juicio ético, comunicación persuasiva y colaboración.
En otras palabras, las capacidades humanas que la Inteligencia Artificial aún no puede replicar con facilidad (al menos por ahora).
Claves para capitalizar la era de la Inteligencia Artificial Agéntica
El futuro no lo ganará el especialista, sino quien sepa integrar lo que la IA amplifica con lo que solo la humanidad puede aportar. Los ejemplos de esta nueva realidad están ya presentes en todos lados.
Un abogado usa IA para revisar contratos, identificar riesgos o resumir litigios en segundos. Aun así, necesita criterio jurídico y sensibilidad para persuadir jueces.
Un diseñador genera docenas de bocetos con un prompt, pero requiere criterio estético y empatía para elegir cuál comunica mejor lo que desea evocar.
En salud, el contraste es aún más claro. Pensemos en una doctora. Antes, el diagnóstico dependía de su conocimiento especializado. Ahora existen herramientas que analizan una foto de un lunar sospechoso, la comparan con millones de imágenes y determinan con gran precisión si es cancerígeno. ¿La doctora es menos valiosa? No.
Su valor cambió: ya no produce el diagnóstico, lo interpreta, lo explica y acompaña al paciente en la decisión. Cuando alguien recomienda a su médico, no dice «interpreta bien las radiografías»; dice «me escucha, me explica bien, me da tranquilidad». Esas son habilidades transversales, no conocimiento especializado.
Y no solo en la medicina. En cualquier profesión, la Inteligencia Artificial complementa el conocimiento técnico, pero la verdadera diferencia la marcan las habilidades humanas.
El World Economic Forum lo confirma: siete de las diez habilidades con mayor crecimiento hacia 2030 son transversales. No porque el conocimiento técnico haya perdido valor, sino porque la tecnología lo volvió abundante. Y cuando lo técnico se vuelve abundante, lo humano se vuelve escaso.
Fortalecer habilidades transversales implica liderarte a ti mismo, mantener energía, enfoque y equilibrio emocional.
También significa reservar tiempo para pensar con perspectiva y no solo reaccionar a lo urgente; reentrenar la creatividad para convertir ideas en soluciones; tomar decisiones conscientes de nuestros sesgos; persuadir sin imponer y estructurar relatos que inspiren acción, no solo informen.
Ese equilibrio entre lo técnico y lo humano define al profesional ambidiestro que toda organización necesita hacia el futuro: alguien capaz de combinar el uso de la Inteligencia Artificial con la fortaleza humana para empatizar, comunicar, decidir, conectar y liderar donde lo técnico ya no basta.
Porque el futuro no será de quienes dominen más herramientas, sino de quienes sepan conservar, cultivar y expandir lo que nos hace humanos.
Carlos Álvarez es Socio de RedBox y Director de RedBox Academy.