Autopistas de telecomunicaciones que cruzan países
No es casualidad que las ciudades que más autopistas de telecomunicaciones tienen hacia Estados Unidos sean las que concentran un gran número de empresas de esta índole, tales como Querétaro, Monterrey y Ciudad de México.
En mi entrada anterior abordé un poco sobre el papel clave que tiene Monterrey en el desarrollo tecnológico del país. En esta ocasión quiero compartirles mi opinión sobre las telecomunicaciones entre países y cómo se logran conectar ciudades, precisamente como Monterrey, con el resto del mundo.
Desde hace algunos años, para atender este desafío de llevar la conectividad a todos los espacios del planeta se han utilizado cables de fibra óptica submarinos y terrestres que atraviesan diferentes continentes.
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Estos cables, primero telefónicos y desde 1980 de fibra óptica, se lanzan a grandes profundidades en el mar donde se construyen anillos que circundan diferentes zonas geográficas con el objetivo de garantizar redundancia para la protección del tráfico y, finalmente, cuando tocan tierra en algún país, estos sistemas se conectan a estaciones donde se regenera la señal óptica y se distribuye a los operadores o consumidores.
Hoy en día, se estima que el 99 por ciento de las telecomunicaciones mundiales se transportan por estas vías instaladas en los mares y océanos. Telegeography señala que hasta este año se han contabilizado 529 sistemas de cables submarinos de internet que mantienen comunicados a una gran cantidad de países y continentes.
Además, se prevé que durante 2022 y 2024 se habrán invertido a nivel mundial más de 10 mil millones de dólares en el sector de cables submarinos para atender la demanda de conectividad que necesitarán las empresas proveedoras de nube, de centros de datos y de contenido por streaming.
Es precisamente la necesidad de conectividad que están demandando hiperescaladores y centros de datos, lo que ha impulsado que en México cada vez más se realicen proyectos e inversiones que busquen conectar al país con otras naciones, principalmente con Estados Unidos.
No es casualidad que las ciudades que más autopistas de telecomunicaciones tienen hacia Estados Unidos sean las que concentran un gran número de empresas de esta índole, tales como Querétaro, Monterrey y Ciudad de México. Aunque también hay redes de fibra submarina que conectan a estados del sur del país.
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Por otro lado, con la llegada del fenómeno del nearshoring al país es evidente que crecerá la necesidad de conectar a las ciudades mexicanas con el extranjero, por lo que, la conectividad con los países del norte será un elemento clave para que las empresas decidan si se instalan en territorio nacional o no.
Por eso, estoy convencido, hay que poner atención a la infraestructura neutral como una gran opción para la conexión de largas distancias ya que permite a diversos operadores contar con fibra para ofrecer sus servicios de manera rápida y sin necesidad de invertir en su propia red.
Actualmente diversas compañías de redes neutrales están trabajando en proyectos que conectarán la frontera entre México y Estados Unidos en los siguientes años.
Aunque en el país aún existen retos de conectividad hacia otros países, estamos en buen camino para ser un gran referente digital en la región.
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