Asesoría integral, el siguiente nivel para impulsar las inversiones
Este tipo de asesoría demanda una mayor experiencia y conocimiento por parte del asesor. (Imagen generada con Inteligencia Artificial/ZeNDaY/Adobe Stock)
Con la apertura a nuevas propuestas y herramientas tanto digitales como de desarrollo humano, la industria de la asesoría puede pasar a un nivel de profesionalización que responda mejor a las necesidades de más inversionistas.
Conforme la industria de las inversiones ha evolucionado en los últimos años, las necesidades de los inversionistas se han vuelto más complejas.
Esto ha llevado a una potenciación y profesionalización de los servicios ofrecidos por los asesores financieros. Los cambios han robustecido el ecosistema y han propiciado una asesoría con una visión mucho más profunda.
La asesoría financiera integral es un servicio personalizado que abarca todos los aspectos de las finanzas personales o empresariales.
Incluye la evaluación y planificación de diversas áreas financieras para proporcionar una estrategia coherente y eficiente, que ayude a alcanzar los objetivos financieros del cliente.
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El inversionista al centro
Como tendencia, este tipo de asesoría demanda una mayor experiencia y conocimiento por parte del asesor, así como una perspectiva que sitúe en el centro de todo al inversionista.
Además, requiere de conocimientos útiles en tácticas similares a las que usaría un coach de vida, así como la adaptación a nuevos modelos con el manejo de plataformas tecnológicas.
Al respecto, resultan de interés los datos que destaca el estudio ‘Asesores financieros.
El impulso que México necesita’ elaborado por la compañía global Ernst & Young, en el que resaltan que el 53 por ciento de los asesores financieros encuestados en México, señalan que los inversionistas valoran que se les ofrezca una planificación financiera integral, es decir, con una confección más personal y de acompañamiento.
Sobre la adaptación a nuevos modelos tecnológicos, el mismo documento señala que a nivel mundial, pero más acotado a México, el 47 por ciento de los encuestados prefieren un modelo híbrido.
Es decir, una plataforma tecnológica que permita la autogestión sumada al respaldo de un asesor.
Esto es especialmente relevante porque se ha identificado que el factor humano en la asesoría financiera es crucial para los clientes, debido a la importancia inherente de gestionar su patrimonio.
En este contexto, es fundamental destacar las oportunidades y desafíos que enfrenta nuestro país en este ámbito, y la importancia de adoptar nuevos modelos que permitan a los inversionistas estar en mejores condiciones para alcanzar los resultados deseados.
Actualmente, hay un gran potencial para impulsar la penetración de las inversiones en México. Esto no solo ayudaría a contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo, sino que también fortalecería los objetivos financieros personales y promovería una cultura de educación financiera más sólida.
Por otro lado, el marco regulatorio actual y los requerimientos de inversión para establecer una práctica de asesoría independiente ha acotado el desarrollo del modelo que en otros países ha sido catalizador para la inversión de las personas.
Un dato interesante: en México hay apenas 7 mil 500 asesores financieros registrados mientras que en países como Brasil hay más de 16 mil.
Ante una realidad financiera en la que únicamente el 2 por ciento de la población invierte, contar con la guía de un asesor financiero ayuda a mejorar la relación de las personas con el dinero.
En este contexto, ser un asesor financiero integral significa ir más allá de la simple asesoría, abarcando todos los aspectos de la vida financiera del inversionista para promover su bienestar económico global.
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Tecnología, la aliada para la asesoría integral
Las tendencias globales de este modelo incluyen prácticas como planificación para futuras generaciones de inversionistas, planificación fiscal, gestión de portafolios basados en objetivos, asesoría en seguros, planificación para el retiro y gestión patrimonial integral.
Adicionalmente, las herramientas tecnológicas proveen un ambiente propicio para el desarrollo de un nuevo modelo de asesoría y la incubación de prácticas que potencien el valor al inversionista.
En México, la industria cada vez voltea a ver este segmento por el potencial crecimiento que tiene en el mercado, por lo que es necesario abrir espacios para continuar impulsando a profesionales e inversionistas.
Con la adecuación, apoyo y apertura a nuevas propuestas y herramientas tanto digitales como de desarrollo humano, la industria de la asesoría puede pasar a un nivel de profesionalización que responda mejor a las necesidades de más inversionistas.
SOBRE EL AUTOR
Eduardo Yglesias Aspe es director de Asesores Financieros en GBM.
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