La asesoría financiera no es solo una ventaja competitiva; es una necesidad crucial para alcanzar el bienestar financiero a largo plazo.
En los últimos años, México ha experimentado un importante crecimiento en el número de cuentas de inversión en casas de bolsa, lo que refleja que el interés de la sociedad en la adopción de servicios financieros cada vez más avanzados va en aumento.
Aunque la penetración de estos productos aún es limitada, la asesoría financiera profesional ha tomado un papel protagónico, promoviendo una mayor educación financiera y ayudando a los inversionistas a tomar decisiones más informadas.
Este auge de la asesoría está impulsando el desarrollo del sector financiero, proporcionando a los inversionistas herramientas y conocimientos esenciales para optimizar sus portafolios y alcanzar sus objetivos económicos.
El potencial de la asesoría financiera es muy evidente, sobre todo, al considerar el comportamiento promedio del inversionista en nuestro país.
Los errores más comunes de los inversionistas y cómo evitarlos
De acuerdo con el estudio Advisor’s Alpha, por parte de Vanguard, entre otros estudios a nivel internacional, trabajar con un asesor puede sumar hasta 3 por ciento de rendimiento adicional, fundamentado principalmente en la asignación y rebalanceo de activos, planificación de retiros y, de forma más importante, en el coaching conductual.
México tiene una industria de fondos de inversión que vale algo más de 3 billones de pesos, muy por debajo a la penetración registrada en otros países con condiciones similares.
Para contrastar esta cifra, en nuestro país, de acuerdo con un estudio del Banco Mundial, los activos invertidos en fondos mutuos representan apenas el 10 por ciento del PIB.
En Chile, por ejemplo, esa cifra es del 22 por ciento, en Brasil llega al 75 por ciento y en Estados Unidos es de 125 por ciento.
¿Cómo nos explicamos esto y qué impacto tiene? No invertir o invertir de forma subóptima tiene un costo que rara vez hacemos evidente.
Llevemos ese 3 por ciento del cálculo del valor del asesor al desempeño de un portafolio en el largo plazo y es el equivalente a contar con fondos para enviar a dos hijos en vez de uno a la Universidad o tener el estilo de vida en el retiro o el legado que queremos. No es menor, pero al no medirlo muchos pasamos desapercibidos.
El valor de la asesoría profesional se aprecia no solo en el ámbito financiero, también añade valor emocional.
Para un asesor financiero es fundamental entender el perfil del inversionista y sus objetivos, así como brindar confianza en momentos de euforia o estrés provocados por las fluctuaciones propias de los mercados financieros, para prevenir que el inversionista tome decisiones impulsivas que afecten su patrimonio.
En el día a día, el asesor financiero realiza tareas cruciales que los inversionistas individuales a menudo no pueden llevar a cabo por su cuenta. Esto puede deberse a la falta de tiempo, disposición o experiencia necesarias para gestionar sus inversiones de manera óptima.
Los asesores financieros proporcionan un servicio integral que abarca desde la elaboración de estrategias personalizadas hasta la monitorización continua del rendimiento de las inversiones, asegurando que se ajusten a los objetivos financieros de sus clientes.
Además, ofrecen la guía experta para navegar por los complejos mercados financieros, identificando oportunidades y mitigando riesgos que podrían pasar desapercibidos para el inversionista promedio.
Lo que el pádel me enseñó de las inversiones y que pongo en práctica en la vida real
De manera general, la asesoría financiera facilita que los objetivos de las personas estén cimentados en una planeación adecuada, que incrementa la probabilidad de alcanzar metas de vida como comprar una casa, tener los recursos para financiar un negocio o lograr un retiro próspero.
Pensemos en la asesoría financiera como el servicio profesional que es. Contratamos a un arquitecto para planear nuestro hogar, a un médico cuando tenemos un problema de salud, a un notario cuando hacemos un testamento, pero para algo tan fundamental y cotidiano que tiene un impacto fundamental en lograr nuestros objetivos de vida, no lo hacemos con un profesional.
La asesoría financiera no es solo una ventaja competitiva; es una necesidad crucial para alcanzar el bienestar financiero a largo plazo.
Luis Felipe Madrigal es director de Advisors en GBM