Muchas veces nuestro equipo de trabajo está en piloto automático, con agendas repletas y una pila de pendientes por realizar interminable. No obstante, al dejar de prestar atención a lo que ocurre más allá de los retos diarios, comienzan a manifestarse conflictos que pueden derivar en que algunos colaboradores desarrollen ansiedad en el trabajo. Es por eso que hoy te comparto 5 señales de que algo anda mal con tu equipo y algunas acciones que puedes llevar a cabo para evitarlo.
¿Te ha pasado que una junta que debería durar una hora se convierte en un largo y tedioso vaivén de lucha de poderes, cansancio y desconexión que se alarga por más de 3 horas?
Esto le pasó a mi amiga Laura, CEO de una empresa de marketing, quien pese a todos sus esfuerzos, no lograba que su nueva ejecutiva de ventas se integrara del todo con el equipo y tenía que lidiar con sus quejas constantes sobre la nueva estrategia comercial a implementar.
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El día que se llevó a cabo la junta de planeación anual, la conversación terminó en gritos, disgusto de ambas partes y no resolvieron nada como equipo.
Laura estaba agotada y en quema emocional por las responsabilidades y metas financieras que había que cumplir. En ese momento, no tenía el foco ni la energía para llevar a cabo esa junta, no obstante, se puso en un papel de heroína, al querer cumplir con todo sin importar que estaba rebasando sus propios límites físicos y emocionales.
Cuando me compartió este episodio, recordé que hace dos años que implementé un programa de bienestar para Laura y sus colaboradoras, ella tuvo el mismo problema con su fuerza de ventas y lo cierto es que después de una temporada alta de trabajo, el equipo nunca se reunía para integrarse y compartir sus experiencias.
“No tengo tiempo como CEO para dinámicas de integración e inducción, ni cabeza para diseñarlas”, fue su respuesta.
Pero lo cierto es que su equipo estaba en modo piloto automático todo el tiempo, realizaban tareas de forma mecánica y sin prestar mucha atención a los problemas de comunicación que estaban ocurriendo dentro de la empresa.
Es por eso que cuando llegó la nueva integrante de ventas, nunca se sintió parte del team y no conocía el propósito de la marca.
Al no prestar atención a este tipo de problemas que se comienzan a manifestar con conflictos y una comunicación deficiente, algunos colaboradores pueden desarrollar ansiedad en el trabajo.
Uno de los autores más conocidos en el campo de la psicología del trabajo y la organización es Richard Lazarus. Lazarus fue pionero en la Teoría del Estrés Laboral, que plantea que el estrés de este tipo es el resultado de una falta de equilibrio entre las demandas laborales y los recursos disponibles para manejar esas demandas.
Cuando las demandas laborales son altas y los recursos son bajos, puede aumentar el riesgo de estrés y ansiedad laboral. Además, la teoría también sugiere que los factores individuales, como la personalidad y las experiencias pasadas, pueden influir en la forma en que una persona maneja el estrés de este tipo.
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Es por ello que hay que prestar atención a las siguientes señales:
Es por ello que es muy importante prestar atención como líderes ante la actitud de nuestros colaboradores y tomar en cuenta que, aunque el flujo en el trabajo sea óptimo, las personas no pueden permanecer en niveles altos de desafío todo el tiempo.
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Una forma de evitar el estrés y ansiedad laboral ante este tipo de situaciones es evaluar constantemente qué tipo de experiencias de trabajo podrían resultar óptimas para todos los integrantes y llevar a cabo algunas dinámicas como las siguientes:
Existe una línea muy delgada entre la ansiedad y el aburrimiento y es este punto donde podemos activar nuestra zona de Flow que, de acuerdo con Csíkszentmihályi, es un estado mental en el que una persona se encuentra completamente inmersa en una actividad, sintiendo un alto grado de concentración y disfrute en el proceso.
Este estado se alcanza cuando la persona se encuentra en un equilibrio entre el nivel de habilidad requerido por la actividad y el nivel de desafío que ésta presenta.
Así que recuerda, para que tu equipo logre transformar los momentos de tensión y aburrimiento en aprendizajes óptimos, es necesario que estén integrados y se conozcan realmente, así como fomentar experiencias para despertar su lado creativo, curioso y de crecimiento personal.