Los colaboradores pronto podrían gozar de los beneficios de trabajar en un esquema de semanas laborales cortas. Reducir el estrés es uno de ellos.
La semanas laborales de cuatro días, antes considerada una fantasía imposible, ha empezado a ganar terreno poco a poco en los últimos años. Aunque todavía pueda parecer un sueño lejano para muchos colaboradores, algunas empresas ya han adoptado este sistema animar a sus empleados e incrementar la productividad.
El ensayo más amplio realizado hasta la fecha sobre la semana laboral de cuatro días, en el que participaron 2 mil 900 trabajadores de 61 empresas del Reino Unido dio a conocer sus resultados.
3 beneficios de la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales
Se siguieron varios modelos de semanas laborales de cuatro días, como viernes libre, escalonada, descentralizada y anualizada. El ensayo concluyó que la semana laboral de cuatro días aumentaba la satisfacción laboral. También se dieron cuenta que mejoraba el equilibrio entre la vida laboral y personal y reducía el estrés.
Los resultados también mostraron una mejora de la calidad del producto y del servicio al cliente. También una reducción significativa de las ausencias y los días de baja por enfermedad.
Sí. Estos resultados respaldan la idea de que la semana laboral de cuatro días se está convirtiendo en una propuesta cada vez más atractiva para las empresas. En especial aquellas que buscan reducir costes, retener a sus colaboradores y mejorar su bienestar.
Es posible que se convierta en la nueva norma, ya que son más las empresas que se quieren ofrecer a sus semanas de cuatro días de forma permanente.
Ponle sana distancia a la juntitis con reuniones laborales cortas
De las 61 empresas que participaron en el experimento, un 92 por ciento continúa con la semana de cuatro días. 18 de esas organizaciones han declarado que será un cambio permanente.
La investigación realizada antes y después de la prueba reveló que el 39 por ciento de los colaboradores experimentaron niveles de estrés más bajos. Además, el 71 por ciento notó menos agotamiento al trabajar semanas más cortas. La ansiedad, la fatiga y los problemas de sueño disminuyeron, mientras que la salud física y mental mejoró significativamente.
Durante el periodo de prueba, la conciliación de la vida laboral y familiar mejoró en muchos aspectos. En concreto, al 54 por ciento de los empleados les resultó más fácil compaginar su trabajo con las obligaciones y responsabilidades domésticas. Además, la satisfacción con respecto a la estabilidad financiera aumentó.
Experimentos similares en Bélgica, España, Japón, Australia y Nueva Zelanda han producido resultados igualmente impresionantes.
Aunque las pruebas son abrumadoramente favorables a una semana laboral de cuatro días, la realidad es que no todos los sectores están actualmente en condiciones de hacer el cambio. Por ejemplo, el sector sanitario debe garantizar que el personal esté siempre disponible.
Otra cuestión que preocupa a muchos empresarios es cómo podría verse afectada su empresa por este cambio. Aunque varias empresas destacadas de todo el mundo realizaron pruebas de semanas cortas con resultados positivos, muchas grandes organizaciones tienen estructuras inflexibles que pueden impedir el progreso.
Así que, aunque las pruebas a favor de una semana laboral de cuatro días son sólidas, todavía hay que tener en cuenta algunos retos antes de que pueda adoptarse de forma generalizada. Las empresas deben sopesar los pros y los contras y tener en cuenta las necesidades individuales de sus empleados a la hora de decidir si es la mejor opción para ellos.
Afortunadamente, estamos viendo que las pequeñas y medianas empresas toman la iniciativa de experimentar con la semana laboral reducida, ya que son mucho más adaptables. Además, es probable que los directivos de las pequeñas empresas se encuentren con menos burocracia.
Como resultado, pueden anticipar mejor el efecto que el tendrá en toda su organización y aplicar más fácilmente esos cambios.
Carlos Slim: Pros y contras de una semana laboral de 3 días y jubilación a los 75 años
En lugar de reducir las horas de trabajo de sus colaboradores, algunas empresas podrían recurrir pronto a medios más creativos para promover el equilibrio entre la vida laboral y personal. Por ejemplo, los días sin reuniones.
Preveo que los cambios se producirán gradualmente, a medida que más empresas grandes y pequeñas empiecen a experimentar con la semana laboral de cuatro días. Aunque puede haber algunos baches en el camino, creo que estamos al borde de un cambio significativo.
Por ahora, puede que la semana laboral más corta no se haya generalizado, pero existe un impulso en todo el mundo para seguir adelante con el experimento. Las pequeñas y medianas empresas están a la cabeza, y las grandes empiezan a tomar nota. Depende de todos (empresarios, empleados y directivos) seguir impulsando el cambio.
Ben Laker (@drbenlaker) es profesor de liderazgo en la Henley Business School de la Universidad de Reading y coautor de Too Proud to Lead: How Hubris Can Destroy Effective Leadership and What to Do About It (Bloomsbury, 2021).