Beber vino tinto aleja las enfermedades cardiacas así como al diabetes o la hipertensión de los colaboradores. Además, beber un poco, los ayuda a relajarse.
El vino tinto ha desempeñado un papel significativo en la cultura de muchas sociedades a lo largo de la historia. En muchas culturas se ha utilizado en ceremonias religiosas y rituales a lo largo de la historia. Por ejemplo, en el cristianismo, el vino tinto se usa en la Eucaristía como símbolo de la sangre de Cristo.
Sin embargo, también es cierto que cuando alguien destapa una buena botella de bebida espirituosa significa que hay un motivo de celebración. Además, en algunos es una parte fundamental de la identidad cultural. Francia es uno de los países en el que este fenómeno sucede.
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La forma en la que el vino tinto se disfruta, es una muestra clara del por qué los griegos lo relacionaban directamente con Dionisio, dios de la buena bebida y del placer. Sin embargo, detrás de él no todo es diversión. Algunos estudios científicos han revelado que tomar esta bebida con medida puede ser benéfico para la salud.
El vino tinto tiene múltiples beneficios para el ser humano. Incluso, algunos estudios han demostrado que órganos esenciales como el corazón son los más beneficiados por su consumo.
Según Mayo Clinic, el resveratrol podría ayudar a prevenir el daño a los vasos sanguíneos, reducir el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (conocido como “colesterol malo”) y prevenir los coágulos sanguíneos.
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Este beneficio que trae consigo el consumo del vino tinto es especialmente importante para lo colaboradores, especialmente después de la pandemia por COVID-19.
De acuerdo con el estudio “Sedentarismo entre oficinistas y factores de riesgo de cardiopatía coronaria debido a la cuarentena COVID-19“, a partir de la pandemia los trabajadores se hicieron especialmente propensos a desarrollar enfermedades coronarias.
El vino, además del resveratrol, contiene sustancias que tienen un efecto significativo sobre las enfermedades cardiovasculares y algunas enfermedades crónicas.
Un estudio publicado en 2018 comprobó que la presencia rica en antioxidantes reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, algunos cánceres y diabetes. Además mostraron sus efectos beneficiosos sobre la arteriosclerosis.
“Las mujeres con una mayor ingesta de antioxidantes tenían un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, arritmia cardíaca, hipertensión y diabetes. Se encontró que las mujeres que consumían vino tinto con regularidad tenían el riesgo más bajo.”.
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En el estudio, “Vino y salud: un repaso a sus beneficios para la salud humana“, un grupo de investigadores explicó que el vino tinto es considerado como una súper alimento en los países europeos. Esto es porque congrega todas las virtudes que ofrece la uva en una sola bebida.
Los compuestos fenólicos presentes en productos derivados de la uva Vitis vinifera L., como el zumo de uva y los vinos, especialmente el vino tinto, tienen actividad antioxidante que combate los radicales libres. Estos compuestos en ocasiones se acumulan en las células y dañan otras moléculas. Esto que aumenta el riesgo de cáncer y otras enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el cáncer atribuible a exposiciones ocupacionales varía entre 4 y 40 por ciento de la carga global de cáncer. Esto significa que causa cerca de 200 mil muertes al año en el mundo.
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La Universidad del Sur de California (USC) explicó en uno de sus textos que el vino tinto al tener alcohol, que es un ansiolítico natural, uno de sus beneficios más comunes es que que reduce la ansiedad.
“Adquirir el hábito de relajarse y descansar (con una copa de vino) es bueno para ti”, mencionaron expertos en la publicación.
Los colaboradores en muchas ocasiones pueden sentirse estresados durante su jornada laboral. Ante este tipo de escenario no es mala idea que tomen un poco de vino, esto alejará el malestar y los ayudará a pensar las cosas con mayor calma y serenidad.