Tormentas solares, el fenómeno que llena el cielo de auroras boreales ¿es peligroso?
Las tormentas solares, de acuerdo a su clasificación, conllevan distintas amenazas para los humanos, Algunas de ellas son los apagones, la inactividad en los navegadores y los avistamientos de auroras boreales en zonas poco comunes.
El Sol es una bola de gas viva y en continua actividad. Y, como muchos de los procesos naturales de la Tierra, la actividad del astro rey es cíclica. Los científicos se refieren a este ciclo como “ciclo solar” y las tormentas solares forman parte de ella.
Por eso, fenómenos como las erupciones solares o las eyecciones de masa coronal (CME) pueden aumentar en gran medida la energía total transportada por el viento solar, así como su velocidad. Incluso, se tienen registros de que afectan a la intensidad del campo magnético interplanetario (IMF), según la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
“Las erupciones solares son explosiones en la superficie del Sol. Las eyecciones de masa coronal son enormes burbujas de plasma coronal enhebradas con intensas líneas de campo magnético que son expulsadas por varias horas”.
Aunque la magnetosfera de la Tierra desvía la mayor parte de la actividad solar transportada por el viento solar, algunas partículas se filtran. Estos elementos provocan perturbaciones magnéticas, clasificadas como tormentas solares o subtormentas.
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¿Qué tipos de clasificación de tomentas solares existen?
Las escalas de clima espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) describen las perturbaciones ambientales de tres tipos de eventos:
- Tormentas solares o geomagnéticas
- Tormentas de radiación solar
- Apagones
“Las escalas tienen niveles numerados que transmiten gravedad. Enumeran posibles efectos en cada nivel. También muestran con qué frecuencia ocurren tales eventos”.
1. Tormentas solares G1
Las tormentas solares G1 son eventos geomagnéticos de baja intensidad que ocurren como resultado de la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra.
Como resultado pueden producirse débiles fluctuaciones en la red eléctrica. También existe la posibilidad de que haya un impacto menor en las operaciones de satélites. Además, los animales migratorios se ven afectados en este y en niveles superiores;
Las auroras boreales son comúnmente visibles en latitudes altas. Por ejemplo en la región escandinava, Rusia, Canadá, el norte de Michigan y Maine.
2. Tormentas solares G2
Las tormentas solares de clase G2 tiene una intensidad moderada. En este estado, los sistemas de energía de altas latitudes pueden experimentar alarmas de voltaje. También pueden causar daños al transformador.
Además, el control terrestre puede requerir acciones correctivas para la orientación y los posibles cambios en la resistencia afectan las predicciones de la órbita.
3. G3, el nivel intermedio
A pesar de que este nivel es clasificado como “Fuerte“, por parte de las autoridades estadounidenses, existen otros dos niveles en la escala que deben de preocupar a la humanidad.
Cuando las tormentas solares atraviesan este grado es posible que se requieran correcciones de voltaje y se activen falsas alarmas en algunos dispositivos de protección.
Pueden producirse cargas en la superficie de los componentes de los satélites, la resistencia puede aumentar en aquellos que se encuentran en la órbita terrestre baja.
4. Tormenta solar nivel G4
Cuando se presenta una tormenta geomagnética de este nivel, los humanos podrán experimentar efectos severos. Hay aún más riesgo de presenciar problemas generalizados de control de voltaje y algunos sistemas de protección desconectarán por error activos clave de la red.
Las naves espaciales pueden experimentar problemas de seguimiento y carga en la superficie; es posible que se necesiten correcciones por problemas de orientación.
Por último, la navegación por satélite se degrada durante horas, la navegación por radio de baja frecuencia se interrumpe y se han visto auroras tan bajas como Alabama y el norte de California.
5. Nivel extremo: G5
Durante los últimos días la humanidad experimentó una tormenta solar nivel G5. En este caso pueden ocurrir problemas generalizados de control de voltaje y problemas del sistema de protección. Incluso, algunos sistemas de red pueden experimentar un colapso total o apagones.
La propagación de radio de alta frecuencia puede ser imposible en muchas áreas durante uno o dos días. La navegación por satélite puede degradarse, la navegación por radio de baja frecuencia puede estar inactiva y se han visto auroras boreales en zonas tan bajas como Florida, el sur de Texas y el norte de México.
6. Las tormentas solares sí son un peligro para los humanos
Según The Washington Post, hoy en día, casi todo aquello de lo que depende el mundo moderno podría fallar si una tormenta solar lo suficientemente grave lo inutilizara.
Fenómenos como las grandes erupciones solares y las CME son más frecuentes durante los periodos de máximo solar. Estos se producen aproximadamente cada 11 años, el próximo será hacia 2025.
“La buena noticia es que los investigadores estiman que las tormentas de magnitud suficiente para causar verdaderos estragos sólo se producen una vez cada cien años aproximadamente”