Robert Oppenheimer, su historia más allá de la bomba atómica
Hiroshima y Nagasaki fueron las principales víctimas del genio de Robert Oppenheimer. Sin embargo, al final de su vida el científico se dedicó a hablar sobre ética y el uso responsable de la energía nuclear. Esta fue su vida.
Robert Oppenheimer fue un genio. Además de sobresalir en el estudio de la física y de las matemáticas estudió religión y filosofía. Sin embargo, es reconocido por haber colaborado en el Proyecto Manhattan y desarrollar una de las armas más poderosas del mundo: la bomba atómica.
Este científico nació el 22 de abril de 1904 en la ciudad de Nueva York, y creció en un apartamento de adornado con pinturas de Van Gogh, Cézanne y Gauguin.
Su padre, Julius Oppenheimer, era un inmigrante alemán que trabajaba en el negocio de importación de textiles de su familia. Su madre fue Ella Friedman y su hermano menor, Frank, también fue físico.
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La historia académica de Oppenheimer, un alumno ávido de conocimiento
En 1921, Robert Oppenheimer se graduó en la Escuela de Cultura Ética de Nueva York como el mejor de su clase. En Harvard, estudió matemáticas y ciencias, filosofía y religión oriental, y literatura francesa e inglesa.
Sin embargo, el joven de neoyorquino descubrió su amor por la física experimental cuando tomó un curso sobre termodinámica impartido por Percy Bridgman, profesor de Física de la Universidad Higgins en Harvard.
“Sin la inspiración del trabajo rutinario de laboratorio, fue a la Universidad de Göttingen, en Alemania, para estudiar física cuántica”, de acuerdo con Instituto para estudios avanzados.
Oppenheimer conoció y estudió con algunas de las figuras más destacadas de la época, incluidos Max Born, que obtuvo el Premio Nobel de Física en 1954 por sus trabajos en mecánica cuántica y Niels Bohr, considerado como el padre de la física atómica.
Posteriormente, viajó de un destacado centro de física a otro: Harvard, el Instituto de Tecnología de California, Leyden y Zúrich. En 1929, recibió ofertas para enseñar en California Institute of Technology (Caltech) y la Universidad de California en Berkeley. Al aceptar ambas cosas pudo atraer su propio círculo de jóvenes y brillantes estudiantes de física.
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El proyecto Manhattan, un punto crítico en la vida del científico
En 1942, Oppenheimer fue designado para el Proyecto Manhattan, nombre en clave del proyecto formado para desarrollar una bomba atómica. Este experimento fue el culpable de acabar con las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagazaki.
El genio de Nueva York supervisó la construcción del laboratorio de Los Álamos, donde reunió a las mejores mentes de la física para trabajar en el problema de la creación de una bomba atómica. Debido a su liderazgo en este proyecto, a menudo se le conoce como el “padre” de la bomba atómica.
De acuerdo con Hans Bethe que trabajó con Oppenheimer en Los Álamos, a pesar de que era un físico teórico fue la mejor elección para dirigir este proyecto. Unas de sus características más importantes fue la rapidez con la que aprendía nuevas cosas y su amplio conocimiento sobre energía.
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Oppenheimer fue tachado como comunista
Después del dramático desenlace de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno creó la Comisión de Energía Atómica (AEC) para reemplazar el Proyecto Manhattan.
La AEC estaba encargada de supervisar toda la investigación y el desarrollo atómico en los Estados Unidos. Como presidente del Comité Asesor General, Oppenheimer se opuso al desarrollo de la bomba de hidrógeno. Conocida como la “Superbomba” que era mil veces más poderosa que la bomba atómica.
Esto se desarrolló mientras la Guerra Fría alcanzaba su apogeo, la negativa del científico por desarrollar la nueva arma nuclear le costó su reputación en los Estados Unidos. Varios lo tacharon como comunista e incluso fue sometido a una investigación de seguridad.
La preocupación de Oppenheimer por la falta de comprensión científica del público en general lo llevó a hacer varios ensayos populares sobre ciencia. Pronunció las Conferencias Reith en la BBC en 1953, sobre la ciencia y el entendimiento común.
Oppenheimer nunca volvió a trabajar en ningún proyecto del gobierno y fundó la Academia Mundial de las Artes y las Ciencias y reflexionó sobre la ciencia y la ética hasta su muerte en 1967.