Si no sabes qué son los ataques de pánico, sigue leyendo porque aquí te decimos cómo son y lo que puedes hacer cuando se presente uno.
¿Alguna vez sentiste una sensación de peligro inminente, taquicardia, sudoración, temblores, sofocación, náuseas y mareos? Es probable que hayas experimentado ataques de pánico.
En México, el 23 por ciento de la población ha experimentado esta crisis de angustia, de acuerdo con la UNAM.
Dicho padecimiento forma parte de los trastornos de ansiedad, y éstos de manera general pueden tener una presencia entre el 8 y hasta el 29 por ciento en la población.
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Son episodios repentinos de miedo intenso que provoca severas reacciones físicas cuando, en realidad, no existe ningún peligro real que nos esté amenazando.
Los ataques de pánico provocan mucho miedo, pues puedes llegar a sentir que te va a dar un ataque cardíaco, que estás perdiendo el control o, incluso, que vas a morir.
Existen personas más propensas a experimentarlos, sobre todo si se sufre de trastornos de ansiedad, depresión o trastorno de pánico.
Muchas personas no experimentarán nunca esta sensación, pero aquellas que sí frecuentemente ven su vida afectada severamente, pues los ataques de pánico se pueden presentar en cualquier momento y en cualquier lugar.
Suelen comenzar de forma súbita, sin previo aviso. Los síntomas son los siguientes:
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Existen factores que pueden influir a que algunas personas sean más propensas a sufrir ataques de pánico.
Las causas concretas se desconocen, pero la genética y un alto nivel de estrés pueden afectar.
Lo principal es tratar de mantener la calma al analizar y comprender que lo que estás sintiendo son ataques de pánico y no existe peligro real.
Después, puedes seguir estos pasos para canalizarlo:
Practicar la conciencia plena o mindfulness es una muy buena herramienta para hacerle frente a estos ataques.
No olvides que, si sufres seguido de estos ataques de pánico, es importante que acudas con un especialista para que te evalúe.